La verdad, es que, se queda uno, algo perplejo ante las realidades de la vida. Es verdad, que hoy en día, nos movemos en los tiempos del marketing, la propaganda, los medios de comunicación y las frases sorprendente, para intentar vender algo, o incluso conseguir unos objetivos de atención social.
Y digo esto, por que mañana saldrá a la venta el libro-entrevista a Benedicto XVI escrito por el periodista alemán Peter Seewald, que lleva por título " La luz del Mundo: El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos ". Y es curioso, que el Vaticano, no ha tenido otro mejor método de hacer propaganda del libro, que soltando el pasado sábado, através del L'Osservatore Romano como Afp y algunos diarios alemanes, algunos fragmentos del mismo. En el capítulo 11, el periodista aborda la polémica de las palabras del Pontífice sobre el sida en su vuelo a Angola y Camerún, en marzo de 2009.
Como se recordará, el Papa dijo en dicho viaje que "el problema del sida no puede resolverse con la distribución de preservativos". Para Ratzinger, en aquel momento, el VIH "es una tragedia que no puede resolverse sólo con dinero, que no puede resolverse con la distribucion de condones, que incluso agrava los problemas".
Sin embargo, en el libro-entrevista, y cuestionado acerca de si la Iglesia católica no está por principio en contra del uso de preservativos, Benedicto XVI apunta que "es obvio que no lo ve como una solución real y moral", aunque "en algunos casos, donde la intención es reducir el riesgo de infección, puede ser un primer paso en el camino a otra sexualidad más humana".
Se trata de la primera ocasión en que el máximo líder de la Iglesia católica admite alguna excepción, por mínima que sea, a la tradicional condena sin paliativos de Roma hacia quienes usan el condón.
Y digo yo, que poco interés debe de tener el libro en cuestión, si para venderlo, la Iglesia a tenido que recurrir a su famoso tema de la sexualidad y los preservativos, creyendose que aún esta en los tiempos de dominio de las conciencias y como punto final de la ética y la moral.
Por que seamos claro, ¿ quién hace caso hoy en día a los prelados en cuestiones del control de la natalidad ?. Ya que, tiene que ver con el uso de los preservativos como método profiláctico, pero también anticonceptivo. Cuando el propio Vaticano II parecía haberse colocado en la línea aperturista, aceptando el principio de la “paternidad responsable”.
En definitva, el conflicto sigue, pero dentro de la jerarquia eclesial. Los fieles, en cambio, han tomado el camino de su conciencia. Como toman en muchas más cosas, que tienen referencias eclesiales. Es más, yo creo que estos temas tratados con esta ambivalencia, perjudican hoy en día más a la Iglesia. Pues ahora sale el portavoz oficial del Vaticano y vuelve a ‘matizar’ a Benedicto XVI.
No hay revolución, ni siquiera un cambio o reforma. Y es verdad, Sr. Lombardi, que no ha revolución. Pero no ha revolución, porque esos temas llevan ya mucho tiempo superados.
Y es que seamos claro, si uno hace una buena lectura de los Evangelios, podrá comprobar, que el tema de la sexualidad en Jesús no tiene nada de importancia, ni es fundamental para la construcción del Reino de Dios, como lo ha tenido para la jerarquía eclesial siempre. Es más es que los evangelios no habla nada, de nada de la sexualidad de las personas. En los evangelios solamente podemos encontrar el ejemplo de respeto al otro que Jesús tiene. Jesús nos transmite la responsabilida de una vida digna. En los Evangelios, encontramos la verdadera LUZ DEL MUNDO, JESUCRSITO.
En libro "La luz del Mundo", el Papa aborda una multitud de temas, como la pedofilia, el celibato de los sacerdotes, el sacerdocio de las mujeres o la relación con el islam.
Esperemos encontrar respuesta a esos temas, cuando leeamos el libro.
Lo cierto y verdad, es que es muy penoso, que la Iglesia Católica sea noticia mundialmente por este tema y no por una revindicación ante la ONU sobre la actualidad en Haiti.
Por cierto, que acepto regalos, lo digo por el libro.
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Mientras la santa madre iglesia no delegue en la conciencia personal las decisiones morales, y crea que sus normas son la última palabra, no habrá entendido, por una parte la ética cristiana, incluso la del más rigorista Pablo de Tarso, y por otra la proclamación sin miedo de que la conciencia personal es el último reducto de las decisiones morales del ser humano.
ResponderEliminarEso no quita que haya que seguir luchando por que la sexualidad adquiera una valor más humano y sea valorada en su conjunto más éticamente, pero no tanto ni exclusivamente por sus fines procreativos, sino porque la praxis sexual no debe separarse, sino integrarse en una visión global de lo humano, más cercana al Humanismo con mayúscula. Ni somos ángeles -como a veces se pretende sin sentido alguno- ni somos una bestia carente de razón, de sentimientos, de emociones y afectos. El dominio sobre los posibles excesos de la pasión es propio del ser humano. Trabajemos con los humanos, haciéndonos todos más humanos y luchemos por una sociedad donde la frivolidad, la superficialidad, y la trivialidad no sean la norma de las actitudes éticas y específicamente de las relaciones sexuales.
Como estamos lejos de la honestidad como virtud social y como virtud política, tendremos que acercarnos conscientemente a una visión honrada, armónica equilibrada de vida donde también la sexualidad se viva en libertad, sin convertirla en un instrumento de puro placer indiscriminado, en una pasión alocada, sino en una relación en la que cuente el otro o la otra y no como puro objeto, sino como otra persona libre y abierta al encuentro, al afecto, a la amistad y a la cercanía.. Eso se llama en definitiva respeto. Y la verdadera actitud ética debe partir del respeto a las decisiones del interior mismo de la conciencia personal.
Podemos muchas veces no entender al otro, pero sí que podemos respetarlo, comprenderlo y en cualquier caso hacernos cargo de ls debilidad y la flaqueza de lo humano.
Nihil humani a me alienum puto
Sr. Paco lópez, extraordinaria exposición. Muy acuerdo con Ud: " Trabajemos con los humanos, haciéndonos todos más humanos y luchemos por una sociedad donde la frivolidad, la superficialidad, y la trivialidad no sean la norma de las actitudes éticas y específicamente de las relaciones sexuales.
ResponderEliminarD. Francisco López
ResponderEliminarMuchas gracias por sus interesantes intervenciones en este humilde blog.