viernes, 31 de agosto de 2012

EL DINERO Y EL EVANGELIO: "NO TENGÁIS MIEDO"

Hoy último día de agosto, podemos decir que concluye el periodo estival. Mañana primer día de septiembre aunque es sábado, comenzamos a trabajar y progarmar muchos de nosotros, nuevos objetivos profesionlaes, personales, etc.. Algunos con la ilusión de encontrar un trabajo, que permita desarrollarse persoanlmente y  conseguir el sustento de su familia; otros con el deseo y la esperanza de mantener el trabajo que tiene. Pero sea lo que sea, si es verdad, que nos quedán cuatro meses complicados en la custión de la economía.

El evangelio de la liturgia de mañana primero de septiembre, parece que está puesto a propósito; por eso dejó hoy una reflexión en el blog del teólogo José María Castillo, que nos permitirá comprender bien especialmente el evangelio de la liturgia de mañana y espero que nos ayude a reflexíonar y poder aguantar estos cuatro meses complicados que nos quedan.

El miedo tiene mucho que ver con la economía. Por eso ahora, en tiempos de crisis económica, hay demasiada gente que, más que asustada, vive dominada por el miedo. Me refiero, no sólo a quienes han perdido el trabajo o temen perderlo, a los que no pueden pagar la hipoteca o no llegan a fin de mes, etc. Hablo, además, de las personas que no se fían de los bancos, suelen sacar de ellos su dinero y lo ocultan donde pueden o lo ingresan en “paraísos fiscales”. Ya nadie puede contar las asombrosas cantidades de “dinero negro” que circulan por el mundo. Dinero, en definitiva, que no suele ser productivo y que sólo sirve para engrosar más y más los bolsillos de los más ricos.


Aparte otras consideraciones, es importante caer en la cuenta de que el motor, que mueve este repugnante mecanismo de la economía actual, es el miedo. El miedo a perder lo que se tiene. O el miedo a no ganar todo lo que se codicia. Con razón esta economía ha sido denominada “la economía del miedo” (J. Estefanía).

Lo peor del caso es que, por esto precisamente la economía, al menos tal como viene funcionando España, está resultando tan ruinosa. Porque, si un motor importante de nuestra economía es el miedo, deberíamos tener siempre muy presente que el miedo entraña dos consecuencias: 1) paraliza; 2) arruina. Paraliza, porque quien mete su dinero debajo del colchón, con eso, ni él gana nada, ni da trabajo para otros, ni produce beneficios para nadie. Y, además, si el capital se paraliza, eso quiere decir que no produce. Lo que equivale, sin más remedio, a la ruina de un país, de una ciudad, de una familia....

Como es lógico, todo esto resulta inhumano. Sobre todo, cuando semejante ruina se produce en una sociedad en la que hay millones de criaturas que pasan necesidad en las cosas más básicas de la vida. Por eso, sin duda alguna, el Evangelio - que, antes que un libro de “religión”, es un libro de “honradez” y de “dignidad” para la vida - es tan severo cuando afronta el tema del miedo. En los cuatro evangelios, se les dice a determinadas personas (a José, a María, a los pastores, a los apóstoles...): “No tengáis miedo” (Mt 1, 20; 10, 28; 14, 27; 17, 7; 28, 5. 10; Mc 6, 50; Lc 1, 13. 30; 2, 10; 5, 10; 12, 5; Jn 6, 20). Incluso en las situaciones más extrañas, más difíciles, más peligrosas, Jesús insiste: “No tengáis miedo”. Jesús vio claramente que actuar motivados por el miedo es muy peligroso. Tanto ante Dios, como ante cualquier circunstancia que nos pueda presentar la vida.

Y este criterio, que es siempre importante, lo es mucho más cuando se trata de asuntos de dinero. Mucha gente no se imagina que también de esto se ocupó y se preocupó Jesús. Basta leer la parábola de los talentos (Mt 25, 14-30; Lc 19, 11-27) para darse cuenta de la importancia que tiene este asunto. Por supuesto, que esa parábola se puede interpretar en clave de “responsabilidad”. Si se lee desde ese punto de vista, lo que se deduce de la parábola es que Dios nos va a pedir cuentas de lo que cada cual ha producido en su vida, según los dones que ha recibido. Pero, si la enseñanza de la parábola es ésa, la consecuencia que de ella se deduce es inevitable: el Dios que nos reveló Jesús es un Dios exigente y justiciero, que, a fin de cuentas, no es sino el Dios más duro y temible que aparece en algunos pasajes del Antiguo Testamento.

Por eso, la enseñanza de esta parábola se ve claramente cuando se interpreta en clave de “productividad”. Por supuesto, productividad ante Dios. Pero, ¿qué frutos de productividad pueden presentar ante Dios quienes pasan por la vida como zánganos y holgazanes que no dan palo al agua? ¿Qué produce el que vive pensando solamente en hacerse cada día más rico, sin importarle un comino lo que tienen o no tienen los demás?

Pues bien, aquí es donde entra en juego el tema del miedo. Porque, según el relato de la parábola, la perdición del que no produjo nada fue la consecuencia del que se limitó a esconder su dinero exactamente “porque tuvo miedo” (Mt 25, 25; Lc 11, 21). El miedo es lo que le llevó a ocultar lo que tenía. Y el miedo es lo que tuvo como consecuencia la ausencia absoluta de productividad.

Como es lógico, lo primero que enseña la parábola es que quien tiene en su cabeza un Dios que mete miedo, ése termina siendo un desgraciado que va derecho a su propia perdición. Pero eso sólo sirve para quienes tienen creencias religiosas. Para los que las tienen y los que no las tienen, lo más fuerte que enseña este relato es que quien se pasa la vida pensando sólo en no perder, ése es el que se pierde. Y, por desgracia, perdidos y extraviados hay ya demasiados en España. Por eso estamos como estamos. Y por eso, unos más y otros menos, pero, en definitiva, todos somos responsables del extravío de este país. Aunque es evidente que ha sido el extravío de los ricos el que está extraviando a todos los demás.



sábado, 25 de agosto de 2012

EVANGELIO DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2012. 21ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según san Juan 6,60-69.


En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: -«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: -«¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: - «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.». Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: - «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simon Pedro le contestó: - «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»


COMENTARIO.

El evangelio que nos presenta la liturgia de este domingo, es la continuación al del domingo pasado, el cual terminaba diciendo:” Éste es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que como este pan vivirá para siempre”. Lógicamente, estas palabras pronunciadas en la sinagoga de Cafarnaúm, resultaban dura de oír, por el pueblo judío, ya que Jesús les recordaba que sus padres comieron el maná en el desierto y murieron. Y, es que ellos no entendieron, que en Jesús no iban a encontrar la teología de los escribas, ni una religión fundamentada en la Ley. Por eso, el evangelio, a continuación nos recoge y nos transmite también, como Jesús siente el primer rechazo y abandono por parte de algunos de los discípulos.

El evangelista, en este pasaje de su evangelio, nos quiere dejar también muy claro la experiencia de esas primeras comunidades cristianas que continuaran siguiendo a Jesús. Y continuaron, porque ellas en Jesús, se encontraron con alguien lleno de la experiencia de Dios, de un Dios lleno de misericordia y amor, capaz de alimentar nuestras vidas y de darle sentido a la vida.

Esa experiencia cristiana de las primeras comunidades, debe de ser la experiencia de nosotros y de nuestras comunidades también en nuestros días. La experiencia consiste en alimentar nuestras vidas en Jesús, descubriendo la fuerza que encierra para transformarnos poco a poco a lo largo de nuestros días. Haciendo de nuestras vidas un inmenso deseo de vivir y hacer vivir a los demás.

ÁBRETE Y DEJATE ALIMENTAR DE LA EXPERIENCIA DE JESÚS. PÁSALO

lunes, 20 de agosto de 2012

DE LA JMJ DE HACE UN AÑO, A LA NUEVA EVANGELIZACIÓN.


Transcurrido un año de JMJ; sería bueno hacer una mirada atrás y comprobar si los objetivos marcados por la jerarquía eclesiásticas se han cumplido. Antes nada, quiero dejar claro que la JMJ fue un gran éxito, para la Iglesia, el Papa, los Obispos y los jóvenes; especialmente desde el punto vista mediático.

La primera pregunta que se realiza todo el mundo, es si siguen estando esa multitud de jóvenes en la Iglesia; pues la realidad del día a día, es que nuestras comunidades están a falta de muchos de ellos.

Quisiera empezar diciendo que, no deberíamos volcar las cuestiones a reflexionar solamente en los jóvenes, si no también en nuestros pastores, Obispos y Sacerdotes, como responsables pastorales de las comunidades eclesiales. Y digo, todo esto, por que  transcurrido ese año y tras un pequeño balance, saben bien nuestros pastores, cuales son las inquietudes, necesidades, ilusiones, que necesitan nuestros jóvenes en nuestras parroquias. O por el contrario, nos quedamos con el gran éxito, que posiblemente nos cegó, creyendo que lo que vimos esos días, era la realidad de nuestra  Iglesia.

Por otro lado, a vosotros jóvenes, también os pido que, desde vuestra libertad y desde vuestra fe en Cristo, ALZAÉIS VUESTRA VOZ, MOSTRAR VUESTRAS INQUIETUDES, VUESTRAS ESPERANZAS, VUESTROS DESEOS. Que no sólo hablemos los mayores, si no que necesitamos escucharos.

Aunque la JMJ, quiso dar una imagen de fortaleza en la Iglesia, pero no nos equivoquemos, la Iglesia necesita un cambio, como todo en la vida. La Iglesia necesita seguir los signos de los tiempos, que el Espíritu de la Verdad, nos va abriendo, y que nosotros no podemos dejar a un lado.

Dentro de unos días Benedicto XVI, nos llamará a un nuevo acontecimiento en la Iglesia, a un año para profundizar en la FE, en un proceso que hemos llamado LA NUEVA EVANGELIZACIÓN.

A esta altura, dentro de la Iglesia, no se sabe con claridad en que consiste eso de la nueva evangelización, pero lo que si tengo claro es que, sea lo que sea, no existe nueva evangelización, si no existe coherencia de nuestro estilo de vida con el de Jesús. Por otro lado pienso también que, para llevar a buen termino ese proceso de nueva evangelización, necesitamos centrar a la Iglesia con más verdad y fidelidad en la persona de Jesús y en su proyecto del Reino de Dios. Muchas cosas habrá que hacer, pero ninguna más decisiva que esta conversión, la de volver al mensaje de Jesús. Una Iglesia más sencilla, fraterna y buena, humilde y vulnerable, que comparte las preguntas, conflictos, alegrías y desgracias de la gente. Creando nuevas formas y lenguajes de evangelización, basado en el diálogo y en nuevos carismas que nos permitan comunicar la experiencia viva de Jesucristo. No sé, la verdad, si con estos eventos tan masivos conseguimos construir la Iglesia que nació del mensaje de Jesucristo. 

sábado, 18 de agosto de 2012

EVANGELIO DOMINGO 19 DE AGOSTO 2012. 20ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.


Evangelio según San Juan 6,51-58

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
- «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí:
- «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo:
- «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»

COMENTARIO.-

Con el Evangelio de este domingo, una vez más, el evangelista Juan, nos deja claro una cosa que, Jesús es el pan vivo para sus seguidores, como hemos podido leer en estos tres últimos domingos.

Es evidente, que el evangelista Juan, nos quiere dejar muy claro no sólo el mensaje que su comunidad se transmite de generación en generación; si no más bien la experiencia de vida que Jesús, desarrolla en esas primeras comunidades.  Ya que, en Jesús no vamos a encontrar una teología de escribas, ni una religión fundamentada en ley. En Jesús, vamos a encontrarnos con alguien, lleno de la experiencia de Dios, capaz de alimentar nuestra forma de vivir.

Esa experiencia cristiana de las primeras comunidades, debe de ser la experiencia de nosotros y de nuestras comunidades en estos días. La experiencia consiste fundamentalmente en alimentar nuestra vida en Jesús, descubriendo la fuerza que encierra para transformarnos poco a poco a lo largo de nuestros días. Haciendo de nuestras vidas un inmenso deseo de vivir y hacer vivir a los demás.

Lógicamente, toda esa experiencia de vida humana, nos debe de llevar a una vida espiritual comunitaria que debemos compartir en la eucaristía, como medio de que Jesús habite en nosotros y nosotros en Él. El abandono de esta experiencia eucarística, es hoy en día, una de las causas de la gran crisis de nuestra fe.

Cada domingo podemos comprobar, la poca afluencia de cristianos a la eucaristía y, el poco sentido que le damos, los que participamos; pero si verdaderamente Jesús nos alimenta y nos da vida, ¿cómo podemos dejar que los demás no se alimenten de Él?.

HAGAMOS QUE JESÚS HABITE EN NOSOTROS Y PARA QUE NOSOTROS PODAMOS HABITAR EN ÉL. PÁSALO.

miércoles, 15 de agosto de 2012

15 DE AGOSTO. SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA.


 Evangelio según San Lucas 1, 39-56.

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
- ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
María dijo:
- Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

COMENTARIO.-

En el ecuador de este caluroso mes de agosto celebramos la solemnidad de la Asunción de la Virgen María. María fue llevada al cielo ("asumida, asunta")en cuerpo y alma después de su paso por la tierra. Esta doctrina pertenece a la más antigua Tradición de las Iglesias Católica y Ortodoxa (que hablan de la "dormición de la virgen" o del "Tránsito de María") y fue declarado dogma de fe por el Papa Pio XII el 1 de noviembre de 1950 mediante la constitución apostólica Munificentissimus Deus.

Aunque la fe de los cristianos en la Asunción de María viene de los primeros siglos del cristianismo, la realidad es que tenemos pocos datos sobre María en los evangelios y cartas que componen el Nuevo Testamento, al igual que en los escritos apócrifos que tenemos.

Prescindiendo de cuestiones técnicas del pensamiento metafísico del alma y cuerpo y centrándonos en la festividad y sobre todo en el evangelio que nos presenta la liturgia de hoy. Yo creo que la devoción a la Virgen debe ser central en la vida del cristiano. Pero esa devoción, debe ser rectamente orientada, debe buscar no sólo la " protección " de María, sino antes que eso la " ejemplaridad " de María.

María tiene una gran experiencia de Dios. El Dios de María es, ante todo, un Dios misericordioso, bondadoso, cercano. No es el Dios lejano, terrible, amenazante, que muchos israelitas tenían en sus sentimientos religiosos; y que muchos de nuestros contemporáneos continúan teniendo.

Todo queda recogido cuando María hablo en el Magníficat, "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. "

MARIA CUERPO Y ALMA DE LA IGLESIA.

sábado, 11 de agosto de 2012

EVANGELIO DOMINGO 12 DE AGOSTO DE 2012. 19ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.


Evangelio según San Juan 6,41-51

En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían: - «¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?»
Jesús tomó la palabra y les dijo: - «-No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios.” Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»

COMENTARIO.-

Uno de los grandes temas del Evangelio de Juan (escrito sobre los años 90); fue dejar bien asentada la humanidad de Jesús. Porque cuando se escribió este evangelio, ya tenían fuerza algunos de los movimientos gnósticos a los que este evangelio se propone combatir. El peligro de los gnósticos no estaba en que negaran la divinidad de Jesús. Todo lo contrario: lo que no admitían era la humanidad de Jesús.(Castillo).

Por eso lo primero que el evangelio de este domingo nos deja claro es que Jesús era un ser humano; y que la gente lo veía y lo sabía: «¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?», como ocurre en todos los humanos.

Dejado una vez claro la humanidad de Jesús, el evangelista nos desarrolla un discurso teológico impresionante, en el cual nos quiere decir, que Jesús no tiene sentido, si nosotros no nos planteamos el misterio de Dios. Es a través de ese misterio de Dios, como podemos ir a Jesús; por que es a través de la humanidad de Jesús, como vamos a encontrar a Dios. No encontramos a Dios por la divinidad de Jesús, sino por la humanidad de Jesús. Ya que Jesús es Dios, por que Dios se humanizo en Él.

Todo el que piensa que para acercarse a Dios tiene que alejarse de los humano, esta deformando a Dios y a Jesús. El camino que tenemos para acercarnos a Dios, es el mismo camino que Dios cogió para acercarse a nosotros, humanizarse.

 Jesús es el pan de la vida, por que, en la medida que somos capaces de alimentarnos de Jesús, seremos capaces de encontrarnos con el inmenso amor de Dios. Dios se humanizo en Jesús, para que comprendiéramos como desde nuestra naturaleza humana podemos construir el Reino de Dios en este mundo.

SI BUSCAS A DIOS, TE ENCONTRARAS CON JESÚS.  PÁSALO.

El próximo miércoles celebramos la Asunción de la Virgen María. 

viernes, 10 de agosto de 2012

LA CRISIS ECONÓMICA Y EL ASALTO A LOS SUPERMERCADOS.


Hoy festividad de San Lorenzo, existe un dicho de que, es el día de más calor que suele tener el verano, ya que San Lorenzo murió asado en una parrilla. Y la verdad sea dicha que, hoy esa tradición se está cumpliendo.

Pero tal día como hoy, de hace cinco años, también se calentaron las parrillas de las bolsas económicas en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos dando comienzo la crisis económica, que posteriormente se extendió al viejo continente Europeo.

Crisis económica que debido a su alargamiento, va haciendo mella en muchas personas y familias. No sólo en el plano económico, si no también en el plano emocional, sentimental y humano por la falta del trabajo, actividad que dignifica a la persona.

Pues bien, como consecuencia de estas necesidades, el pasado lunes tuvo lugar en mi pueblo el famoso acontecimiento que abre todas las noticias de la prensa nacional e internacional, el asalto a los supermercados. Yo lógicamente, no puedo compartir esa manera de actuar, y mucho menos cuando para ello se emplea además la violencia a unas personas, que lo único que hacen es trabajar para poder llevar también su sustento a su familia. Vivimos en un estado de derecho, con unas normas y libertades para todos, que rigen nuestra convivencia y esas no se pueden alterar, pues desde el mismo momento que perdemos nuestro estilo de convivencia, lo perdemos todo.

Ahora bien, me pregunto; ¿cómo y porque, hemos llegado a esta situación?.

Cómo hace cuatro años, se vivía en la opulencia del consumismo, todo iba bien, según los dirigentes España era la Champion Ligue de la economía, nadie se planteaba ningún recorte social ni laboral. De pronto, de la noche a la mañana, todo se terminó. Pasando a extremos infinitamente opuesto, cinco millones y medio de personas sin trabajos. Personas, que pierden su casa, que no tienen para vivir. Recortes en asuntos sociales, tan fundamental como la sanidad, dependencia, educación, investigación.

Pienso en estos momentos en la famosa fábula de Esopo "La gallina de los huevos de oro". La historia del granjero pobre que un día se acercó al nido de su gallina y vio al lado de está un huevo dorado que brillaba. Pensó que era una broma, y se llevó el huevo a su casa y allí pudo comprobar que era de oro auténtico. A partir de ese día, todas las mañanas el granjero recogía un huevo de oro de la gallina, hasta que se hizo inmensamente rico. A medida que se iba haciendo rico, se fue haciendo más avaricioso e impaciente con la gallina. En un intento de obtener el máximo oro de la gallina de una vez, el granjero la mató y la abrió, pero dentro de ella no encontró nada de lo que buscaba. La moraleja de esta fábula es que debemos ver más allá de lo que tenemos hoy, tenemos que ver qué queremos lograr en el futuro.

Y eso, fue lo que posiblemente nos pasó. Está crisis, ha sido el claro reflejo de la codicia humana. De la codicia de unos cuantos, que no han sufrido la oposición de unos gobernantes, que tendrían que haber velado por el interés de la mayoría, en lugar del de una minoría.

Desde mi punto de vista, lo más importante y urgente que deberíamos de reflexionar y concluir, no es que todos cambiemos en nuestra forma de pensar. Si n, que cambiemos todos nosotros, gobernantes, políticos, banqueros, empresarios, trabajadores, de forma que nos lleguemos a convencer de que lo urgente, es que nuestra vida sea más solidaria. Y que las riquezas que hemos sido capaces de crear, solidariamente se compartan, y no permanezcan solamente en manos de unos cuantos, que además alaban a Dios por que creen que su riqueza es la verdadera conformidad de Dios con sus actos. Y que como consecuencia son millones de criaturas, las que se encuentran hundidas en la miseria más absoluta. Mientras que nosotros, por nuestra codicia humana hemos creado un estado del bienestar para nosotros solamente, que además parece ser que no somos capaces de mantener entre nosotros mismos, por esa misma codicia.

Esta realidad que vivimos, debe transformar nuestra manera de pensar, para que esa nueva forma de pensar, se transforme en una nueva forma de vivir. Pues la transformación, no se nos olvide vendrá de los de abajo, de los que viven en forma austera, sencilla y solidaria, como diría Jesús: " Más fácil es que pase un camello, por el ojo de una aguja, que un rico se salve "

Pensamiento y vida, en efecto, se condicionan mutuamente hasta llegar a veces a resultar imposible distinguir, si es el pensamiento es el que orienta la vida, o, por el contrario, es la vida la que lleva a una determinada forma de pensamiento.

Pero si nuestro pensamiento se transforma en una vida solidaria, algo hemos conseguido.

lunes, 6 de agosto de 2012

LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR.


Evangelio según San Mateo 17, 1-9

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: "Señor, ¡qué hermoso es estar aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: "Este es mi Hijo, el amado, el predilecto. Escuchadle". Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y tocándoles les dijo: " Levantaos, no temáis". Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: "No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos".

COMENTARIO.-

La transfiguración del Señor, es un acontecimiento que esta narrado en los evangelios sinópticos, en Mt 17, 1-6; Mc 9, 1-8 y Lc 9, 28-36. La Iglesia recuerda este hecho ( cuya fecha no está confirmada y verificada ) el 6 de agosto y el segundo domingo de cuaresma.

Debemos tener presente al leer este pasaje evangélico; que los evangelios se escribieron 50 o 60 años después de la muerte de Jesús y lógicamente bajo la experiencia religiosa vivida por los apóstoles y del resucitado en las primeras comunidades. Por eso es imposible saber con seguridad lo que, en este episodio, hay de historia real o de experiencia religiosa. En todo caso, lo que debemos es sin duda alguna extraer alguna enseñanza.

La primera enseñanza que debemos sacar es la importancia, que para Jesús tiene la ORACION, como fuente de unión con el Padre. Esto intenta enseñárselo también a sus discípulos, por eso nos dice el evangelio: " Jesús se llevó a Pedro, a Juan y A Santiago a lo alto de una montaña para orar ". El evangelista, nos quiere hacer ver la importancia de la oración en Jesús, de forma que está lo transfiguraba. Es decir, realizaba en él un cambio de forma de modo tal, que revela su verdadera naturaleza. Jesús revela el Dios del Amor, Moisés representa el Dios de la Ley. Jesús es la transformación de lo antiguo a lo nuevo. Esa armonización de lo antiguo a lo nuevo está reflejada en la voz de Dios: " Éste es mi hijo, el escogido; escuchadle ". Quedando más claramente explicado después por el evangelista en la expresión: " Jesús se encontró sólo ". Ósea, que sólo el seguimiento de Jesús es lo que basta.

La segunda enseña, que debemos extraer, de este pasaje evangélico y de la fiesta que celebramos hoy, es si nuestra oración nos transfigura también como a Jesús.
Hay personas que le da más importancia a las leyes religiosas, al templo, al culto religioso, a las imágenes, a los sacerdotes, al papa, olvidándose que lo determinante en nuestra vida es Jesús, y el seguimiento a Jesús, ya que él es la luz y el motor de nuestra vida. Solo él.

También la Iglesia como pueblo, debe escuchar a Jesús, y sentirse llamada a la transfiguración, e invitada a salir de su conformismo, romper con un estilo de vida que sea ha ido conformando con los tiempos y empezar a abrirse y estar atenta a la interpelación que nos llega de los signos de los tiempos.

sábado, 4 de agosto de 2012

EVANGELIO DOMINGO 5 DE AGOSTO 2012. 18ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.


Evangelio según San Juan 6, 24-35
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: - «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?»
Jesús les contestó: - «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.»
Ellos le preguntaron: - «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?»
Respondió Jesús: - «La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.»
Le replicaron: - «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”»
Jesús les replicó: - «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.»
Entonces le dijeron: - «Señor, danos siempre de este pan.»
Jesús les contestó: - «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.»

COMENTARIO.-

El Evangelio de este domingo es la continuación al del domingo pasado. Recordemos que Jesús realizo signos para revelar el sentido de su persona (domingo pasado), pues nos enseño que cuando somos capaces de compartir, tenemos para todos y aún más es que sobra. En el Evangelio de este domingo, Jesús comprobará que la gente que acudían a él,  sólo lo hacían buscando sus necesidades materiales, sin comprender verdaderamente lo que Él quería transmitirle.

Por eso, el evangelista en este texto lleno de la experiencia de la fe , nos quiere llevar comprender que el verdadero mensaje de Jesús es llevarnos a la comprensión de la persona de Jesús, porque sólo a través de la fe en Jesús, podremos entender quien es Él y sólo así podremos aceptarlo como comida. Comida que no es material, sino espiritual, independientemente de que para hacer esto es necesario trabajar o procurar por un alimento.

Jesús es el pan de la vida, por que como diría el evangelista en el primer capítulo de sus escritos evangélicos, a Dios no lo ha visto nadie. A Dios sólo podemos llegar a comprenderlo a través de Jesús. Por eso, en la medida que somos capaces de alimentarnos de Jesús, seremos capaces de encontrarnos con el inmenso amor de Dios. Dios se humanizo en Jesús, para que comprendiéramos como desde nuestra naturaleza humana podemos construir el Reino de Dios en este mundo.

EN JESÚS, DIOS ESTÁ POR COMPLETO A FAVOR DEL SER HUMANO.

El próximo lunes día 6, la liturgia celebra la transfiguración del Señor. Haremos un breve comentario. 


viernes, 3 de agosto de 2012

COMENZAMOS OTROS 140 AÑOS CON LA ILUSION DE LAS HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA.

Si el post de ayer, se lo dedicaba a la Compañía de las Hermanas de la Cruz en su 137 aniversario. Hoy quiero dedicárselo a las Hijas de María Auxiliadora de Écija, a las cuales debo mi formación y mi espíritu salesiano, en la clausura el próximo domingo día 5 de su 140 aniversario de su fundación.

Los 5 de Agosto, las Hijas de María Auxiliadora (FMA por su sigla en italiano), o salesianas, celebran la fiesta de su congregación. Ese día recuerdan la profesión religiosa del primer grupo de salesianas en Mornese (Italia) un 5 de agosto de 1872.

Solamente que la clausura de este 140 aniversario, sea el inicio de otros muchos años de fidelidad al espíritu salesiano, como nos deja en su circular de julio la Superiora General:

“Una fidelidad que continúa. Miremos hacia adelante con fe y esperanza para continuar realizando el sueño de don Bosco sobre nuestro Instituto: ser el monumento vivo de su gratitud a la Auxiliadora y su gracias prolongado en el tiempo (cf. C 4).Vivir nuestra identidad es la mejor preparación y el don más hermoso que podemos hacer a don Bosco en el camino hacia el bicentenario de su nacimiento”. (MYvonne, circular de julio 2012).

En el próximo mes de Septiembre tendremos muy cerca de nosotros la visita de la urna de Don Bosco, dentro de los actos de preparación hacia el bicentenario de su nacimiento. Que todos estos actos nos lleven no a descubrir solamente el nacimiento de Don Bosco, sino que sea el renacimiento de Don Bosco en nosotros.

El Evangelio del próximo domingo Jesús nos recuerda que el es el pan de la vida. Alimentemos nosotros a nuestros jóvenes del pan de Jesús.

Saludos a todas.

jueves, 2 de agosto de 2012

EL MISMO ESPÍRITU DE ABNEGACIÓN, EL MISMO DE SACRIFICIO...DESPUÉS DE 137 AÑOS. COMPAÑIA DE LAS HERMANAS DE LA CRUZ.

El post de hoy, lo dedico a la comunidad de la Hermanas de la Cruz en su 137 aniversario de su fundación.


El 2 de agosto de 1875, se inauguraba la vida de comunidad de lo que hoy es el la Compañía de las Hermanas de la Cruz, en un cuartito con derecho a cocina, de la casa nº 3 de la calle San Luis, alquilado con el dinero que dejaba la mayor de las tres primeras compañeras de Angelita (hoy Santa Ángela de la Cruz). Desde aquel día comenzaron sus visitas y asistencias a los pobres, con tal fervor que aquel día se olvidaron de preparar la propia comida. Fervor que continúan hoy en día, como ese primer día.

Cuando en 1925 se cumplieron los primeros cincuenta años de la fundación del Instituto Sor Ángela escribió en su "Carta de año" a las Hermanas cuál era su anhelo para este tiempo nuestro:

Y después de los cien años, la (persona) que vea una Hermana de la Cruz pueda decir:

Se ve a las primeras, el mismo hábito exterior y el mismo interior; el mismo espíritu de abnegación, el mismo de sacrificio...

Son las mismas, la providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su reposo.

Son todas para los pobres, mirándolos no sólo como hermanos, sino como señores, y los acompañan y están con ellos a su lado......

No han transcurrido cien años, sino 137 años y puedo asegurar que son las mismas, la providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su vida en ellos, enseñándonos que en la humanidad encontramos a Dios.

Queridas Hermanas en la fe, que me acogéis diariamente en la Eucaristía que celebramos en vuestra casa, al comenzar el día. Espero que hoy, vuestro rostro lleno de felicidad, sea un impulso más para Uds. y para nosotros en el verdadero compromiso por la construcción del Reino de Dios. Ser sal en el mundo, testimonio de desprendimiento, de pobreza, de humildad, de vida religiosa íntegra y coherente.