sábado, 10 de septiembre de 2011

EVANGELIO DOMINGO 11 DE SEPTIEMBRE. 24ª DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según San Mateo 18,21-35

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús:"Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿hasta siete veces?". Jesús le contestó: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete". Y les propuso esta parábola: "Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo". El señor tuvo lástima con aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el empleado aquél encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y agarrándolo lo estrangulaba diciendo: "Págame lo que me debes". El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: "Ten paciencia conmigo y te lo pagaré". Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarlea su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:"¡Siervo malvado". Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste, ¿no debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?". Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo si cada cual no perdona de corazón a su hermano".

COMENTARIO.-

La experiencioa de Dios en Jesús, es tan grande que, compreden que el amor que Dios nos tiene, es tan inmenso que todo nos lo perdona. Por eso, Jesús nos dice que en el perdón no hay límites: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".

Que quiere decir con esto, que no podemos vivir como vivimos, contando las veces que hemos perdonado. Esto no nos lleva a nada, es un camino recorrido sin sentido ninguno, que no, nos conduce a ninguna experiencia positiva.

En esta parábola, Jesús nos enseña que dependiendo de nuestra experiencia de Dios en nuestros hermanos, así será nuestra experiencia con Dios. El compòrtamiento de cada uno con los otros es la medida del comportamiento que Dios tiene con cada ser humano. Por tanto, el respeto, la tolerancia, la capacidad de perdón que cada ser humano tiene con las personas que convive, ése va a ser el respeto, la tolerancia y el perdón que va a recibir de Dios.

Vivamos perdonando, es el camino de la comunidad eclesial. No puede existir comunidad de los creyentes en Cristo, si en ella no sabemos vivir perdonando.

DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO.

viernes, 9 de septiembre de 2011

LA ESCANDALOSA TOLERANCIA DE JESÚS.

Si nos atenemos a lo que cuentan los evangelios, nos llevamos la sorpresa de que Jesús fue escandalosamente tolerante con personas y grupos con los que ningún hombre, reconocido como observante y ejemplar desde el punto de vista religioso, podía ser tolerante. Al tiempo que se mostró extremadamente crítico con aquellos que se veían a sí mismos como los más fieles y los más exactos en su religiosidad. Jesús fue tolerante con los publicanos y pecadores, con las mujeres y con los samaritanos, con los extranjeros, con los endemoniados, con las muchedumbres del gentío (óchlos), una palabra dura que designaba a la "plebe que no conocía la Ley y estaba maldita", a juicio de los sumos sacerdotes y de los fariseos observantes (Jn 7, 49; cf. 7, 45). Y es curioso, pero esa gente es la que aparece constantemente acompañando a Jesús, escuchándole, buscándole.... Los relatos de los evangelios son elocuentes en este punto concreto y repiten muchas veces que el "gentío", la "muchedumbre"... era la que buscaba a Jesús, la que le oía, la que estaba cerca de él. Y aquella mezcla de Jesús con el "gentío" llegó a ser tan agobiante, que hasta la familia de Jesús llegó a pensar que había perdido la cabeza (Mc 3, 21). Jesús compartía mesa y mantel con gente pecadora, lo que daba pie a murmuraciones por causa de semejante conducta (Lc 15, 1 s). Jesús siempre defendió a las mujeres, por más que fueran mujeres poco ejemplares. Hasta llegar a decir que los publicanos y las prostitutas entraban antes que los sumos sacerdotes en el Reino de Dios (Mt 21, 31). Jesús defendió a una famosa prostituta en casa de un conocido fariseo (Lc 7, 36-50). Como defendió el derroche de perfume que hizo María en la cena de homenaje que le hicieron a Jesús (Jn 12, 1-8). Y sabemos que, cuando iba de pueblo en pueblo por Galilea, le acompañaban, no sólo los discípulos y apóstoles, sino también bastantes mujeres, entre ellas la Magdalena, de la que había expulsado siete demonios (Lc 8, 1-3). Jesús siempre se puso de parte de los cismáticos y despreciados samaritanos, hasta poner como ejemplo de humanidad a uno de ellos, frente a la dureza de corazón del sacerdote (Lc 10, 30-35).
Con lo dicho hay suficiente para hacerse una idea de lo "escandalosa" que tuvo que resultar la tolerancia de Jesús. Ser tolerante con los que viven y piensan como cada cual vive y piensa, eso no es sino sentido común. El problema está en saber con qué tenemos que ser tolerantes. Y qué cosas no se deben tolerar. Por supuesto, aquí tocamos un tema extremadamente difícil de precisar y delimitar con exactitud. Por eso entiendo que haya personas que entran en el blog y expresan sus desacuerdos con lo que yo escribo. Los entiendo perfectamente. Y me parece que es bueno que todo el que entre en este blog se sienta con libertad para decir lo que piensa, con tal que eso se haga con argumentos y razones, nunca agrediendo o humillando al que no se ajusta a mis puntos de vista. Pero con eso, nada más, no tocamos el fondo del problema.
Yo creo que todo depende de aquello que para cada cual es "intocable". Dado que estamos en un blog de teología, la cuestión que, a mi modo de ver, habría que afrontar es la siguiente: desde el punto de vista del Evangelio, "lo intocable" ¿es "lo religioso" o es "lo humano"? Pienso que es capital , para un creyente en Jesucristo, tener bien planteada y bien resuelta esta pregunta. De sobra sabemos que, por salvaguardar los derechos de la religión, a veces, no se respetan los derechos humanos. Por defender un dogma, se ha quemado al hereje. Como por asegurar un criterio moral, se ha metido en la cárcel al homosexual o se apedrea a una adúltera. Es sintomático que los enfrentamientos, que, según los evangelios, tuvo y mantuvo Jesús, fueron con gente muy religiosa, al tiempo que se llevó bien con los grupos humanos que la religión despreciaba o perseguía. Es evidente que, para Jesús, su relación con el Padre del Cielo era lo central. Pero lo que pasa es que Jesús entendía al Padre del Cielo de forma que ese Padre no hacía diferencias. Y por eso es el Padre que hace salir el sol sobre buenos y malos; y manda la lluvia sobre justos y pecadores (Mt 5, 45). Porque es humano necesitar el sol y necesitar la lluvia. Cosas que, por lo visto y a juicio de Jesús, son más intocables que la "bondad" de unos o la "maldad" de otros.
¿Que todo esto entraña sus peligros? Sin duda alguna. Pero a mí, por lo menos, me parece que es mucho más peligroso dividirnos y enfrentarnos por motivos religiosos, de forma que tales motivos justifiquen las mil intolerancias que hacen la vida tan desagradable y hasta puede ser que la lleguen a hacer sencillamente insoportable. Eso nos hace daño a todos. Y además daña - y mucho - a la religión. ¿Por qué, si no, la religión se ha hecho tan odiosa para no pocas personas, muchas de las cuales sabemos que son gente honrada a carta cabal? Las religiones tendrán que pensarse este asunto. Y tendrán que hacerlo de prisa y con toda honestidad, si es que quieren que la historia no las arrolle y las deje tiradas en las cunetas de los muchos caminos de este mundo.

José Maria Castillo

jueves, 8 de septiembre de 2011

HOY FESTIVIDAD DE LA NATIVIDAD DE MARIA

La festividad de la Natividad de María es una de las fiestas religiosas más populares y de más devoción que se realiza en la memoria de la Madre de Jesús. Hoy en muchos pueblos, comunidades autónomas se felicita a María como su patrona y protectora. En mi ciudad de Écija es Nuestra Señora del Valle.

Ahora bien, yo creo que la devoción a la Virgen debe ser central en la vida del cristiano. Pero esa devoción, debe ser rectamente orientada, y debe buscar no sólo la " protección " de María, sino antes que eso la " ejemplaridad " de María.

Ejemplaridad que comienza en María con su gran experiencia de Dios. El Dios de María es, ante todo, un Dios misericordioso, bondadoso, cercano. No es el Dios lejano, terrible, amenazante, que muchos israelitas tenían en sus sentimientos religiosos; y que muchos de nuestros contemporáneos continuan teniendo. Por eso, el evangelio de está festividad, termina diciendo que María le pondría a su hijo el nombre de " Enmanuel ", que significa " Dios con Nosotros ". O sea, que en Jesús sabemos cómo es Dios y conocemos a Dios. Por lo que tenemos que aceptar que de Dios podemos conocer y conocemos, lo que de Él se nos reveló en la humanidad de Jesús. Por eso, decimos que Jesús es el Hijo de Dios. Y María, es la Madre de Dios.

"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. "

Felicidades a todas las Maria del Valle, Guadalupe, Covadonga, Consolación y a todas las que celeberen hoy su honomástica.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

JESÚS, REVOLUCIONÓ LA RELIGIÓN

Si hacemos un verdadero análisis de nuestra religión en los días de hoy; podemos observar que se diferencia en su estructura, muy poco con la religión que Jesús aprendió y que luego reformó, y de la cual nació el cristianismo.
En tiempo de Jesús, la religión estaba basada en la Ley y su obligación estricta. La observancia del sábado como fidelidad plena a Dios, que incluso estaba prohibido hasta curar al moribundo. Todo controlado por los sacerdotes y fariseos. Hoy en día, tenemos una religión basada en los dogmas, derecho canónico y costumbres piadosas de rezos en templos lujosos. Y todo bajo el control también de la curia religiosa.

La consecuencia histórica de esta forma religiosa, ha sido, con frecuencia y lo es, la de anteponer las catedrales y templos, los rezos y novenas y vida sacramental de apariencia y obligaciones de derecho divino a las necesidades y sufrimiento de la gente.

Pues bien Jesús revolucionó la religión, la cambió en su raiz misma. Porque puso el centro de la religión, no en " lo sagrado " y sus observancias, sino en " lo humano " y en sus necesidades. Daba de comer al hambriento, de beber al sediento y se preocupaba de curar a los enfermos aunque fuera sábado.

Con Jesús descubrimos un nuevo concepto de Dios, que Dios es amor y no el yugo peasado de las normas, leyes y malas interpretaciones de las escrituras. Porque para Él, el ser humano estaba por encima de todo, fuera creyente o no creyente, judio o griego, esclavo o libre como recoge San Pablo.

Cristo nos enseño, que en esos que sufren y necesitan no sólo lo básico para vivir, sino el amor, la compañia y el calor humano de los demás es donde está Dios.

Por eso a Dios y a Jesús, no lo encontramos en los templos, sino fuera de ellos y en las personas que nos rodean. En definitiva en lo HUMANO.

martes, 6 de septiembre de 2011

NO EXISTE EL CRISTIANO POR LIBRE.

Es doloroso para mi escuchar y comprobar como cada día abundan más los cristianos que, al no estar de acuerdo en muchas cosas con el papa, con la mayoría de los obispos y de muchos curas, es decir con la jerarquia eclesial, deciden abandonar la Iglesia y vivir como "cristianos por libre". Son, por lo general, personas que admiran a Jesús y ven en el Evangelio un proyecto que puede dar sentido a sus vidas. Pero ven, al mismo tiempo, que la Iglesia "oficial" anda lejos del Evangelio. Pues la gran mayoria de los clérigos hacen lo contrario de lo que predican, sobre todo en el dinero y en el poder.

Estas personas de buena voluntad se preguntan: ¿es que para ser cristiano hay que pertenecer a la Iglesia ? ¿es que para pertenecer a la Iglesia hay que hacer cosas (apetencias de cargos, dignidades, dinero, poder...) que prohibió Jesús?.

Es curioso, que todo esto tiene una gran vigencia entre los cristianos cofrades. Pues la gran mayoria de estos cristianos, viven su fe ardientemente a sus titulares e imagenes, pero sin una conciencia de Iglesia, como Pueblo de Dios.

Esto desde mi punto de vista, es preocupante. En primer lugar, porque no entendemos que la fe en Jesús es un hecho comunitario, social, compartido. La fe en Cristo, no se puede vivir en solitario. Y la prueba esta, en que es en la Iglesia comunidad de creyentes, donde todos hemos realizado, nuestro encuentro con Jesús. Y es en la Iglesia donde hemos encontrado el mensaje de Jesús y es también a ella a la que tenemos que agradecer que haya sabido conservar a lo largo de los siglos, desde Jesús hasta este momento los EVANGELIOS. En segundo lugar me preocupa, porque no sé, hasta cuando tantos creyentes tendrán que vivir sus creencias en la soledad, la oscuridad y la duda.

Los responsables de formación de las hermandades tienen una gran labor, junto con el resto de la comunidad creyente.

sábado, 3 de septiembre de 2011

EVANGELIO DOMINGO 4 DE SEPTIMEBRE. 23º DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según San Mateo 18,15-20.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: " Si tu hermano, peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo. Os aseguro además que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para decir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".

COMENTARIO.-

El pasaje del Evangelio de Mateo correspondiente a este domingo, lo conocemos comúnmente como el de la corrección fraterna. El cual, ha sido utilizado para explicar el sacramento de la confesión. Pero si leemos detenidamente el texto evangélico, podemos comprobar que la pedagogía utilizada por Jesús, es muy distinta a la que nosotros hemos ido aplicando a lo largo del tiempo.

Según este texto Evangelio, la solución, que Jesús le da al problema del perdón de los pecados, es la más lógica y razonable. No tiene sentido que un hombre ofenda a otro, y luego vaya a pedirle perdón a un sacerdote. La idea de Jesús es que, quien busca sinceramente el perdón, tiene que pedirlo a la persona ofendida. Y así, en todo cuanto es pecado, es decir, en todo cuanto es hacer daño a alguien, ofender a alguien.

Digo esto, porque los confesores y sus confesionarios pueden convertirse en justificantes engañosos de perdones que nunca se conceden. Pero ocurre que, al pasar por el confesionario, ese ceremonial crea una falsa conciencia de perdón que, en realidad, no se produce. Dios no puede perdonar y reconciliar a los que no se han perdonado y reconciliado.

Por eso, el finalizar del trozo evangélico de hoy es claro y contundente. Nuestras familias y comunidades cristianas deben ser, ante todo, lugares de reconciliación y de verdad;"Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos". Esta debe ser la clave de todo, tener a Jesús en medio de todos y todos reunidos en su nombre.

Esto nos debe llevar también a reflexionar, sobre la preocupación última que tenemos de que cada vez son menos en la Iglesia. No hemos de pensar en grandes comunidades sino en grupos pequeños. El futuro del cristianismo en occidente dependerá en buena parte del nacimiento y el vigor de esos pequeños grupos de creyentes que, atraídos por Jesús, se reúnan en torno al Evangelio. Y experimenten la fuerza de la palabra de Dios, más que los dogmas y leyes de los hombres, como dijo el Arzobispo de Tánger Santiago Argelo: " hemos dejado que doctrinas y preceptos de hombres ocupasen en nuestra predicación el lugar del evangelio de Dios".

DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO.

viernes, 2 de septiembre de 2011

SEPTIEMBRE. COMENZAMOS UN NUEVO CURSO PASTORAL.

Terminado el periodo estival de los meses de Julio y Agosto. Comenzamos con Septiembre, un nuevo curso pastoral.

Curso Pastoral que en muchas Parroquias y Arciprestazgos, empezaran a planificarse en estas primeras semanas de Septiembre. Una vez llevado a cabo todos los cambios de presbíteros, que el Obispo a su buen criterio ha decidido realizar sin tener en cuenta para nada los consejos parroquiales y los consejos arciprestales y las opiniones de las comunidades en las cuales se ha llevado el relevo.

Hoy quiero traer a reflexión, como punto de orientación a los responsables de las pastorales un resumen de la carta que el año pasado dirigió el Obispo de Guadalajara D. José Sánchez a todos sus feligreses diocesanos, como apertura del nuevo curso pastoral.

"En la diócesis nos estamos planteando muy en serio comenzar en este curso con la formación de seglares para ser colaboradores del sacerdote en las celebraciones y para presidirlas en ausencia del sacerdote", decía la carta del obispo, monseñor José Sánchez.
En dicha la carta, el obispo apelaba a que los laicos tomen conciencia de su misión y vocación en la Iglesia y en el mundo y "asuman su responsabilidad y se comprometan en el cumplimiento de su misión".
Esto, afirmaba, "se hace en nuestro tiempo más apremiante" por dos razones: "La primera, porque este mundo, cada vez más secularizado, a veces hasta el extremo de la increencia y de la indiferencia religiosa, sólo puede ser evangelizado adecuadamente por los mismos seglares", afirma.
La segunda razón, agrega, "es que, al faltar sacerdotes y personas consagradas, a causa de la crisis de vocaciones de especial consagración, se hace más visible la necesidad de los laicos".
El Sr. Obispo continuaba, no se trata de "echar mano ahora de los seglares para cubrir los huecos que dejan la falta o la escasez de sacerdotes", dado que los seglares "tienen su propio papel en la Iglesia", como acólitos, lectores o cantores, sino de hacerlos partícipes en la difusión de las enseñanzas religiosas.
"Como la tarea es ardua", afirmaba el obispo, se requiere que los fieles cristianos laicos "se cultiven, tanto espiritualmente, como por medio de una buena formación, como en el conocimiento de la realidad, a fin de poder dar en cada momento razón de su fe y de su esperanza".
Asimismo, es "igualmente necesario que se organicen" a través de asociaciones y movimientos del apostolado seglar y los consejos parroquiales, arciprestales, interparroquiales o diocesanos, señala el obispo.
"Esta deberá ser una tarea preferente en el Curso Pastoral Diocesano, que comienza en este mes de septiembre", concluía la carta del obispo Sánchez.

Esto lo dijo el Obispo, no lo digo yo. Yo , ya lo he dicho muchas veces, por escrito en mi blog, en algunos artículos publicados en revistas, en las charlas y conferencias que he dado. Siendo a veces muy criticado por todo ello. Pues todos los que me conocen, saben muy bien lo que yo he defendido y seguiré defendiendo otros ministerios dentro de la Iglesia como Pueblo de Dios.

No quisiera terminar, sin dejar bien claro una cosa a todos los responsables de pastoral. Debemos de planificar la formación de los seglares, también de acuerdo con los futuros avances que la Iglesia tiene que ir afrontando. Es decir, una formación a la luz de los signos de los tiempos, una formación a la luz del Concilio Vaticano II, una formación comunitaria y sobre todo una formación que nos permita ser verdaderos testigos de Jesucristo. Por que eso si, se nos vaya a ir todo en formación y se nos olvide lo mas importante la HUMANIZACION.

Si no afrontamos esto con la realidad que se debe afrontar, seguiremos perdiendo el tiempo, como lo hemos perdido durante 45 años, por no haber llevado a buen puerto el Concilio Vaticano II.