sábado, 27 de octubre de 2012

EVANGELIO DOMINGO 28 DE OCTUBRE 2012. 30ª SEAMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según San Marcos (10, 46-52).

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar:
“¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!” Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”.
Jesús se detuvo entonces y dijo:
“Llámenlo”. Y llamaron al ciego, diciéndole: “¡Ánimo! Levántate, porque él te llama”.
El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús.
Entonces le dijo Jesús:
“¿Qué quieres que haga por ti?”
El ciego le contestó:
“Maestro, que pueda ver”.
Jesús le dijo:
"Vete; tu fe te ha salvado”.
Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino.


COMENTARIO.-

Para comprender bien este relato, debemos de tener en cuenta:

1.- que la ceguera era considerada entonces como un castigo de Dios (Ex 4, 11; Jn 9,2; Hech 13, 11).
2.- que los ciegos se veían obligados con frecuencia a mendigar (Mc 10, 46; Jn 9, 1-3).
3.- que la curación de un ciego se veía como un hecho portentoso (Jn 9, 16)
4.- que la ceguera simbolizaba las tinieblas del espíritu y la dureza del corazón (Is 6,9 s; Mt 15, 14-23; Jn 9, 41) (X. Léon-Dufor, Castillo).

Lo primero que el evangelista nos quiso dejar claro con la narración de este episodio es que, Jesús rompió con todo lo establecido sobre la marginación de las personas. La sociedad margina y desprecia al que no es reconocido y estimado, bien por su mísera posición económica, por su indignidad ética o por su mala imagen como creyente (Castillo). Además en aquella época la religión contribuía a eso; ya que la religión atribuía a castigos divinos lo que son desgracias humanas.

Y esto es lo que nos dejo el evangelista recogido, que Jesús le devolvió la vista a ese hombre, porque lo libero de su condición de mendigo, le restituyo su dignidad como persona que las creencias religiosas y la sociedad le habían arrebatado. Bartimeo recupero vio en Jesús la integridad de la vida, el respeto a la persona y la felicidad en el amor de Dios.

Hace dos semana que comenzamos un año dedicado a la fe. Sion duda alguna, en Bartimeo podemos ver que cuando la fe es así de fuerte como la suya, vence toda condición y se pasa a formar parte del grupo de los seguidores de Jesús en la construcción del Reino de dios en la tierra.

En este domingo que celebramos el día de la Iglesia Diocesana. Se oyen en la Iglesia quejas, lamentos, críticas y protestas por todas partes, sobre todo del gran abandono de los jóvenes. Quizás la figura de Bartimeo, nos ayude a la reflexión. Bartimeo no veía, pero si escuchaba la voz de Jesús. Puede que a nosotros nos flaqueen las dos cosas la vista y el oído. Puede que no veamos por donde tenemos que marchar; pero posiblemente no veamos el camino, porque no escuchamos la voz del Espíritu, la voz de los signos de los tiempos.  Una fe firme e insistente es el camino para seguir a Jesús.

HAZ QUE LA VOZ DE JESÚS SE ESCUCHE PASA ESTE EVANGELIO.

jueves, 25 de octubre de 2012

LOS OBISPOS RECONOCEN QUE “MÁS DE LA MITAD DE LOS JÓVENES ESPAÑOLES NO SABEN QUIEN ES JESUCRISTO.

"España, país de misión", especialmente entre la juventud. Es decir, hay que volver a recristianizar a los jóvenes españoles, que ya no sólo no van a misa ni reciben los sacramentos, sino que hasta desconocen los rudimentos de la fe. Tanto es así que "más de la mitad de los jóvenes españoles no sabe quién es Jesucristo". Lo reconoce la propia Conferencia episcopal española por boca de José Ignacio Munilla, el obispo responsable de la Pastoral de la Juventud.


El también titular de San Sebastián pintó un cuadro desolador de los jóvenes españoles, heridos por "el relativismo intelectual, el fracaso escolar" y las "heridas afectivas". Para evangelizar a estos jóvenes y detener la espiral de la descristianización, los obispos han organizado un Congreso de Pastoral juvenil, que se va a celebrar en Valencia del 1 al 4 del próximo mes de noviembre.



La verdad, es que cuando uno escucha y lee estas cosas, lo primero que se nos viene a la mente es que es verdad. Pero después de un poco de reflexión y de análisis se pregunta uno, cual es la fuente de información que posee el Obispo Munilla para hacer semejante afirmación.

La verdad que creo que hay que ser muy atrevido para hacer cierta afirmación. Y digo esto, por que posiblemente si el Obispo preguntara a un joven, ¿cree en Dios?, podría llevarse la gran sorpresa de que algunos de estos jóvenes le preguntaran al Sr. Obispo ¿Qué entiende Ud. por Dios?

Mire Ud. Sr. Obispo, la mayoría de la gente, sobre todo los jóvenes y adultos, no han dejado de creer en Dios ni en Jesucristo. Lo que pasa es que, posiblemente buscan una renovación espiritual y caminos optativos que les permitan comprender el sentido de la vida y del sufrimiento, los gozos y las alegrías que no encuentran en la Iglesia institucional, de la cual formamos parte Ud. y yo. Y porque, porque muchas veces el "Dios" presentado de modo oficial, no se condice en nada con el Padre de Jesucristo, con el Dios de Jesús. Lo que causa rechazo y alejamiento de jóvenes y adultos.

Lo que nos teníamos que preguntar es, sino es una pena que haya que irse de la Iglesia para encontrar a Dios.

Sr. Obispo, desde mi relación con los jóvenes les puedo decir, que los jóvenes de hoy tienen grandes valores humanos, de justicia y de compromiso. Creo que el problema de los jóvenes no es Dios, ni mucho menos Jesucristo. El problema de los jóvenes somos los que hemos creado a costa de Jesucristo posiblemente una Iglesia que no es fiel al Evangelio del Maestro. Y esta puede ser la gran demanda que los jóvenes nos piden. Por eso el congreso no debe ser sobre la pastoral juvenil, el congreso debe ser para nosotros. En que debemos cambiar nosotros para que los jóvenes no abandonen la Iglesia.

Salgan Sr. Obispos de sus palacios. Participen con los jóvenes de su inquietudes, de sus problemas, de sus ilusiones, de sus dificultades de trabajo, de estudio, de formar una familia, et.. y posiblemente consigan muchas cosas. Se lo digo también como responsable de grupos de confirmaciones de jóvenes, donde por dos veces nos hemos quedado esperando a los Obispos de nuestra diócesis en las confirmaciones enviándonos en su lugar al vicario de zona.

sábado, 20 de octubre de 2012

EVANGELIO DOMINGO 21 DE OCTUBRE 2012. 29ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.


Evangelio según San Marcos (10, 35-45).

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte”. El les dijo: “¿Qué es lo que desean?” Le respondieron: “Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”.
Jesús les replicó: “No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?”
Le respondieron: “Sí podemos”.
Y Jesús les dijo: “Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado”. Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos”.

COMENTARIO.-

Pongámonos en antecedentes. Jesús conoce muy pronto a los hijos de Zebedo, Santiago y Juan en el comienzo de su vida pública.

El texto evangélico, no es nada más que el reflejo de la condición humana. La condición plenamente humana de ser los mejores y los primeros, los más importantes. Ya que eso nos gusta a todos, para que negarlo.

El problema está, cuando uno quiere ser el primero, el más grande, el más importante; pero solo para su servicio y sus intereses y el dominio de los demás. Y no ser consciente de que los dones que Dios te ha dado para ser el primero, el más grande y el más importante; es para que tú seas un servidor más en la construcción del Reino de Dios.
Por eso Jesús les dice, que serán capaces de beber su cáliz; pero que si el beber su cáliz no les lleva al compromiso de dar la vida por los demás, no sirve para nada. Por eso será el Padre el que otorgue ese sitio a cada uno, en función del servicio que tengamos a los demás y del compromiso con el Reino de Dios y no por el lugar que ocupemos en la Iglesia o en la sociedad.

El ejemplo de Santiago y de los otros discípulos nos exige a todos nosotros el construir otro tipo de vida eclesial, donde la autoridad se ejerza como servicio y no como privilegio; jerarquía o autoridad, donde seamos capaces de entregar la propia vida por el hermano empobrecido como lo hizo el mismo Jesús que no vino a ser servido sino a servir y a dar la vida en rescate por todos.

Este problema ha estado siempre presente en la Iglesia. Y después del Vaticano II, sigue sin resolver. Y es que los cristianos debemos aceptar la estructura apostólica y jerárquica de la Iglesia universal, como de las Iglesias diocesanas y locales. Teniendo muy claro que, antes que cualquier estructura, está la voluntad de Jesús y por lo tanto la nuestra de reformar la religión, en el momento que está no coincide con su verdadero mensaje, recogido por la tradición de los evangelios.

La jerarquía debe de actuar como referencia de unidad en Cristo y no como referencia de poder y de sumisión del pueblo de Dios.

viernes, 19 de octubre de 2012

LOS " ERRORES " DEL VATICANO II

Ayer acudía, a una de esas tantas reuniones eclesiales que realizamos. Y como es propio en ellas, se llega a un momento donde los temas a tratar, se desvirtúan por los cerros de Úbeda. Pero fue curioso para mí, el poder comprobar como ciertos sectores eclesiales achacaban los males de la Iglesia al Concilio Vaticano II. Lógicamente, Yo no pude resistir mi intervención.

Días pasados leía un artículo del salesiano D. José Miguel Núñez titulado. LOS " ERRORES " DEL VATICANO II; y que paso a reproducir.

" Y vuelta con la burra al trigo. Hay quien sigue empeñado en achacar al Concilio Vaticano II todos los males que afligen a la Iglesia en este tiempo. No dudan en hablar de errores de un Concilio Ecuménico en el que la Iglesia ha escuchado el viento del Espíritu intentando ser dócil a sus inspiraciones para continuar, en nombre de Jesús, con su misión en el mundo. Poner en causa el Concilio es poner en causa la Iglesia.
Y el colmo del despropósito es pretender que Benedicto XVI se desdiga de estos supuestos errores de un Concilio en el que Joseph Ratzinger participó como perito conciliar y en el que su teología, al servicio de la misma Iglesia, ha respirado en estos casi cincuenta años. Pura estulticia.
Puede que no todos los procesos post-conciliares hayan sido acertados. Se necesita tiempo y perspectivas para la recepción de un Concilio. Pero de ahí a cuestionar y oscurecer un acontecimiento de tal calibre y de tan decisiva importancia para la Iglesia de hoy va un buen trecho. Por otra parte, todos sabemos de los abundantes frutos que ha producido en la Iglesia este acontecimiento del Espíritu. No querer verlos es sólo expresión de una miopía ideológica.
Le oí hace tiempo a un teólogo explicando el proceso conciliar que la diferencia entre un médico que utiliza el bisturí en una operación y el asesino que usa el cuchillo para matar a su víctima es muy sutil. Ambos desgarran e hieren Pero la diferencia está en la intención. El primero quiere salvar, el segundo apuesta por la iniquidad y la muerte.
De igual modo, la diferencia entre quien analiza una situación desde una perspectiva crítica y quien lo hace desde un ángulo ideológico está en la voluntad manipuladora. Querer someter al Concilio Vaticano II a los postulados de quienes, enquistados en sus prejuicios, nunca aceptaron el Concilio es un despropósito. Pretender que sea la lógica reacción después de achacarle todos los males eclesiales de nuestros días es, simplemente, torticero. Atribuir a Benedicto XVI la voluntad de acabar con los “errores” del Concilio es un “error” de estrategia de quienes enarbolan la bandera de un conservadurismo con el que el Papa no comulgaría porque son, ni más ni menos, piedras de molino ". D. Jose Miguel Nuñez Consejero General para Europa Este de la Congregacion Salesiana ).

sábado, 13 de octubre de 2012

EVANGELIO DOMINGO 14 DE OCTUBRE 2012. 28ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.


Evangelio según San Marcos 10, 17-30

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!» Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones- , y en la edad futura, vida eterna.».

COMENTARIO.-

El Evangelio de este domingo, nos lleva a un gran estudio cristológico. En él podemos ver como el evangelista, nos recoge la experiencia vivida con Jesús, en el sentido de cómo Jesús no tenía conciencia de que él era Dios. Pues, Jesús no acepta el calificativo de “bueno”, que a su juicio, sólo se le puede aplicar a Dios. Que nos ha querido transmitir Marcos que, Jesús durante su vida, fue un ser humano, que además solamente tuvo conciencia de ser un hombre como los demás. De manera, que nosotros no tuviéramos la escusa de creernos que Él era bueno, porque era Hijo de Dios. No Jesús, durante su paso por este mundo renunció a su plena divinidad, porque su misión no fue demostrarnos su divinidad, sino al revés la humanidad de Dios. Jesús nos quiso demostrar con su estilo de vida, que es la única manera de encontrarnos con Dios.

Y esta fue la gran aportación del mensaje de Jesús, que el pecado es verdaderamente pecado cuando el ser humano ofende al ser humano; y esto es verdaderamente lo que ofende a Dios.

De aquí que, Jesús plantea a ese hombre que corrió y se arrodillo ante Él, que dejara de seguir confiando en el dinero y en el poder que el dinero da, como su única meta. Ya que su meta debe ser la de construir el Reino de Dios en la tierra, pero este Reino no se puede construir cuando nos olvidamos de las preocupaciones y el dolor de los demás. Y esto es, posiblemente lo que nos está pasando últimamente con esta crisis económica que estamos viviendo. No hemos olvidado del sufrimiento de nuestros hermanos a favor de nuestra riqueza.

JESÚS NOS ENSEÑÓ, QUE EL VERDADERO PECADO ES CUANDO EL SER HUMANO OFENDE AL SER HUMANO; Y ESTO ES LO QUE VERDADERAMENTE OFENDE A DIOS.

jueves, 11 de octubre de 2012

¿ CREEMOS QUE LAS ENSEÑANZAS DEL CONCILIO VATICANO II HAN SIDO PLENAMENTE ACEPTADAS ?.


Según los grandes teólogos, para la " recepción " de un concilio, son necesario cincuenta años, para que sus enseñanzas sean plenamente aceptadas y vividas entre los miembros de la Iglesia.

¿Creemos que las enseñanzas de ese concilio ha sido plenamente aceptadas?

Desde mi punto de vista, creo que NO. La verdad no podemos decir que durante estos casi cincuenta años, se halla producido una enseñanza y vivencia plena del Concilio Vaticano II.

Me explico, yo soy hijo del concilio, es decir tengo la edad del concilio, me he criado con el concilio y nadie me ha explicado en mi entorno familiar, parroquial, eclesiástico y colegial el concilio Vaticano II. Yo estudio el concilio, cuando realizó mis estudios de teología, hablamos ya de 18 años. Hasta entonces, todo el mundo nombra el concilio, tiene referencia de él y creen que el concilio ha consistido en que los sacerdotes visten de paisano, las religiosas y religiosos exactamente igual y que la misa se dice en español y el sacerdote nos mira.
Esto quiere decir lógicamente que las personas que hoy tienen unos cincuenta años eran prácticamente unos chiquillos cuando se celebró el Concilio. Y, la gente que vivieron el Concilio y se dieron cuenta del acontecimiento, puede tener de los 80 años en adelante. Personas mayores como los párrocos de mi ciudad, que lo mucho que aprendieron del Concilio fue lo poco que leyó de unos ejemplares, que no sabe como llegaron a sus manos.

En definitiva, lo que quiero decir, es que el Concilio es, para bastante gente de la Iglesia, el gran desconocido. Y lo que es desconocido, no sirve para nada, pues es desconocido, o sea no se sabe. Y esto creo yo, que ha sido malo para la Iglesia, por que para unos ha sido un hecho que pasó a la historia, que ya tiene poca actualidad y que, en buena medida, no representa gran cosa en este momento. Para otros, ha sido el gran desconocido del mundo eclesial. Y para otros el fracaso de la Iglesia, pues no ha resulto sus necesidades, si es más ha creado problemas para la Iglesia.

Consecuencia de todo esto, es que el reciclaje que la Iglesia como consecuencia del Vaticano II , ha tenido que experimentar para ponerse a la altura de la historia, no lo ha hecho y eso está pasando factura. La Iglesia tiene la fea costumbre de aferrarse hasta tal punto a su tradición de tiempos pasados, que con demasiada frecuencia llega tarde y mal a escuchar " LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS ", es decir, a aceptar los cambios culturales, integrando lo nuevo para vivir en el tiempo presente y poder entender a la gente de cada momento y de cada cultura, cosa que es absolutamente indispensable para poder decir lo que hay que decir de manera que se audible y resulte aceptable. De lo contrario  la institución eclesiástica tiene el peligro de seguir pensando como pensaba en tiempos ya lejanos. Y el peligro de seguir hablando como hablaban unas gentes que existieron en siglos pasados, pero que ya no existen. De ahí la frecuente dificultad que tienen los " hombres de Iglesia " para dialogar en serio con muchas personas normales de nuestro tiempo. ( J.M. Castillo )

Lo cierto y verdad, es que desde mi punto de vista, difícilmente se va a producir la " RECEPCIÓN " del Vaticano II.

En primer lugar, por que en estos momentos dentro de la Iglesia falta una generación humana, que siga trabajando en este sentido. Es decir, los jóvenes, nuestros hijos, o sea los nietos del Concilio. Esta generación, sea criado ya fuera del influjo de la Iglesia. La prueba está - aunque las encuesta del CIS diga que el 74,4 de los españoles se consideran católicos, solamente el 14,4 son practicantes -; en que en la diócesis de Burgos por poner un ejemplo ha bajado ya un 30% de los bautizos de los niños nacidos. Las primeras comuniones también han bajado en un 30% de los niños en edad de realizarla. Este año se han casado más pareja por lo civil, que por la Iglesia. Y estoy hablando de actos religiosos convertidos en actos sociales.

En segundo lugar, desde la curia vaticana existieron los primeros años, al igual que cuando un niño empieza andar. Pero después, desde mi punto de vista se abandonó al niño. Y este creció entre dos aguas. El conservadurismo de lo existente y el progresismo de la realidad de la vida. Diferencia que cada vez más desgraciadamente se va produciendo. Creando desde mi punto de vista un gran conflicto interno en la Iglesia y externo en la sociedad. Llegándose últimamente a pensar que los resultados del Concilio, han sido un gran fracaso, que ha llevado al abandono de las personas de la Iglesia, y lo que se debe de hacer es volver a lo anterior que es cuando teníamos las Iglesias llenas.

Lo cierto y verdad es que necesitamos centrar a la Iglesia con más verdad y fidelidad en la persona de Jesús y en su proyecto del Reino de Dios. Muchas cosas habrá que hacer, pero ninguna más decisiva que esta conversión, la de volver al mensaje de Jesús. Una Iglesia más sencilla, fraterna y buena, humilde y vulnerable, que comparte las preguntas, conflictos, alegrías y desgracias de la gente. Creando nuevas formas y lenguajes de evangelización, basado en el diálogo y en nuevos carismas que nos permitan comunicar la experiencia viva de Jesucristo.

sábado, 6 de octubre de 2012

EVANGELIO DOMINGO 7 DE OCTUBRE 2012. 27ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Marcos 10, 2-16.


En aquel tiempo se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús para ponerlo a prueba:
-¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?.
Él les replicó:
-¿Qué os ha mandado Moisés?.
Contestaron:
-Moisés permitió divorciarse dándole a la mujer un acta de repudio.
Jesús les dijo:
-Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación, Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo:
-Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.
Le presentaron unos niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
-Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

COMENTARIO.-

Lo primero que deberíamos preguntarnos, es de donde nace el problema.
Lógico es pensar, que el problema, está en dos pilares desde mi punto de vista. Uno de ello y principal, es el arrastre de unos pensamientos e ideas fijadas de otros tiempos. Y el otro, es la lectura de los evangelios desde un punto de vista literal, olvidándonos que los evangelios, fueron escritos en un contexto donde los estatus del hombre y la mujer, son muy distinto a lo de nuestros tiempos.

Es curioso, como Jesús empieza a explicar:"Por vuestra terquedad...". Si dejamos esa terquedad atrás posiblemente podremos encontrar la buena noticia del evangelio a nuestro tiempo.

Jesús comienza recordando, que al principio de la creación, Dios los creó hombre y mujer. Es decir, los creo de la misma carne, los creo iguales en todas las condiciones. Y esta igualdad debe permanecer por siempre y no debe de ser destruida, negada, despreciada por ningún hombre o mujer. Está igualdad que nace de Dios, el hombre no la puede separar. Recordemos, que en tiempo en que Jesús pronuncia estas palabras, la mujer no tenía ningún derecho, ni libertades e igualdades con respecto al hombre. Por eso Jesús, les deja dicho, que la verdadera unión entre el hombre y la mujer debe de nacer desde la igualdad, desde los mismos derechos y libertades. Desde que esto no es así, la unión no es perfecta. Por eso los discípulos al llegar a casa volvieron a preguntarle: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio". Posiblemente volvieron a preguntar, porque su mentalidad de la época, no le permitía comprender que la mujer tenía que ser igual al hombre en todo. Es decir, que cuando la separación no se realiza desde la igualdad, comprensión, compasión, respeto y misericordia, si no que, por el contrario se lleva desde la humillación, desprecio, hundimiento del otro, se está actuando fuera de la ley de Dios.

No trato de poner en discusión la visión cristiana del matrimonio, lo que intento es pensar: ¿qué actitud debemos de adoptar ante tantos hombres y mujeres, muchas veces amigos y familiares nuestros, que han roto su unión matrimonial y viven en la actualidad otra unión, que no está bien considerada por la Iglesia?.

Debemos de recordar que los divorciados que se han vuelto casar civilmente siguen siendo miembros de la Iglesia. No están excomulgados; no han sido expulsados de la Iglesia. Luego si esto es así, no tiene sentido participar en una comunidad eclesial, que no deja sentarte a la mesa compartida de Cristo. Mesa compartida, que es el pleno encuentro de la comunidad.

Por eso, les digo a todos los divorciados que, cuando nosotros no os comprendemos, Dios Padre seguro que os comprende y os habla en la voz de vuestra conciencia desde su infinita misericordia, amor, comprensión y compasión. Desde vuestra conciencia, estáis llamados a sentaros o no, en la mesa compartida del amor de Cristo.

viernes, 5 de octubre de 2012

5 DE OCTUBRE. TÉMPORAS DE ACCIÓN DE GRACIAS Y PETICIÓN

Las Témporas, y con ellas las Rogativas, son una antiquísima institución litúrgica ligada a las cuatro estaciones del año. Su finalidad consistía en reunir a la comunidad, para que, mediante el ayuno y la oración, se diese gracias a Dios por los frutos de la tierra y se invocase su bendición sobre el trabajo de los hombres. Las Témporas nacieron en Roma y se difundieron con la liturgia romana, al mismo tiempo que sus libros litúrgicos. Al principio tuvieron lugar en las estaciones del otoño, invierno y verano, exactamente, en los meses de septiembre, diciembre y junio.


Con el tiempo, al dejar la sociedad de ser plenamente agrícola, sea ido perdiendo estos días de acción de gracia y rogativas.

Las Témporas, en la actualidad —dice el Misal— son días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios, terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas, al reemprender la actividad habitual» (p.648). La celebración ha sido fijada en España para el día 5 de octubre, pues su localización en el calendario e incluso su duración dependen de las Conferencias Episcopales de cada país.

No está mal, que en la actualidad dediquemos este día para agradecer el descanso vacacional y sobre todo, el disfrute de los bienes que Dios nos ha dado con nuestro trabajo. Pero también debe de servirnos, para reflexionar sobre la pésima distribución que hacemos sobre todo de los alimentos y de los productos básicos para vivir que hemos recibido de gracia de Dios. Ya que un número reducido de ciudadanos del mundo lo tenemos en abundancia, incluso en tiempo de crisis económica, al tiempo que millones de criatura carecen de lo más mínimo para seguir viviendo.