El pasado día 15 de Septiembre, la Delegación Diocesana de Pastoral Obrera realizo un comunicado sobre la huelga general que tendrá lugar el próximo día 29 de septeimbre. En dicho comunicado, calificó la reforma laboral como " la mayor agresión que han sufrido los derechos de los trabajadores en nuestra historia reciente ". Al día siguiente la Archidiócesis de Sevilla realizó también un comunicado, en el cual puntualizaba que la institución " no se identifica con opciones políticas concretas " y que la comunicación emitida por la Delegación de Pastoral Obrera era un documento interno de la delegación, no conocido previamente por el arzobispo ni por otros órganos de gobierno.
Podemos considerar en este acontecimiento de la diocesis de Sevilla como un mal entendimiento entre sus miembros de gobiernos y sus delegados. Pero lo que no es lógico a estas alturas es el mutismo del Episcopado Español ante al huelga general. Silencio pese a la petición de muchos católicos pertenecientes al mundo obrero, de una declaración por parte del episcopado al respecto.
Yo también pienso que nosotros los cristianos, deberíamos de haber manifestado mucho antes nuestra disconformidad con la política de empleo, que se estaba llevando acabo en los dos últimos años y no esperar a que otros agentes sociales nos lleven arrastrados. Nosotros debemos ser los pioneros en todos los acontecimientos sociales.
Debemos de ser verdadera fuerza social. Y esto debería plantear a muchos cristianos la participación en al vida política en los distintos estamentos sociales.
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