En los próximos días hasta el domingo, la liturgia diaria nos presentará el capítulo trece de Mateo, conocido como las parábolas del Reino. Volveremos a leer y a repasar los evangelios de los domingos pasados, posiblemente con la idea de que maduremos en el concepto del Reino de Dios.
Pero este capítulo trece que comenzamos con el evangelio de la liturgia de hoy, necesita una aclaración. La explicación que Jesús da a los discípulos, diciendo por qué habla a la gente en parábolas, fue redactada bastantes años después de la muerte de Jesús. Y reproduce lo que dijo Jesús, pero interpretado de acuerdo con la situación en que vivía la comunidad cristiana para la que Mateo escribió su Evangelio. Aquella comunidad estaba convencida de que el rechazo de Crsito no fue sólo responsabilidad de los sumos sacerdotes, sino de todo Israel. Y eso es lo que Mateo recoge y refleja en la respuesta que pone en labios de Jesús en este capítulo trece.(Castillo).
En las parábolas como podemos comprobar como Jesús al mismo tiempo da un sentido "revelador" y "encubridor": revela lo que dice Jesús a quienes sintonizan con él; pero al mismo tiempo encubren el Evangelio a quienes estan enfrentados con él. Y es que la parábola es un género literario que se entiende, no cuando se interpreta, sino cuando se vivie (Paul Ricoeur).
miércoles, 20 de julio de 2011
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