Evangelio según San Juan 14,
23-29
En aquel tiempo dijo Jesús a
sus discípulos:
- «El que me ama guardará mi
palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no
me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino
del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado;
pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será
quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os
doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se
acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si
me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo.
Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis
creyendo.»
COMENTARIO.
Seguimos un domingo más, en el
recorrido de este tiempo Pascual hacia la Ascensión del Señor y la venida del
Espíritu Santo, ampliando el camino. Este domingo, la liturgia recuerda a los
cristianos la importancia que tiene la presencia y la actividad del Espíritu
Santo en la vida de la Iglesia. Ya que, esa comunidad de discípulos seguidores
de Jesús, que se deben de amar los unos a los otros, como el mismo Jesús nos
amó, no debe de olvidar que, el que ama a Jesús es aquel que mantiene su
palabra viva en la comunidad. Porque esa
palabra viva en la comunidad, es la que crea la paz y el amor que Jesús nos dejó,
“La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy como la da el mundo”.
Para que, no nos olvidemos
de hacer viva esa palabra, el Espíritu Santo, que enviará el Padre, será quién
nos lo vaya recordando todo lo que Él nos dijo.
Pero, a lo largo de la
historia de la Iglesia, ha ocurrido que la teología del Espíritu y la teología
de la Iglesia se han desarrollado independientemente una de otra. La
consecuencia de esto, es que es que la Iglesia se ha separado de la voz del
Espíritu, dando lugar muchas veces en la Iglesia a que no exista la paz y el
amor que Jesús nos dejó.
El Espíritu Santo ha quedado
desplazado de la vida de la Iglesia en estos últimos cincuenta años, cuando en
la primera de 1963 hablo a través del Concilio Vaticano II. El Papa y los Obispos
no hacen sino obedecer al Espíritu, cosa que no está clara ni en la teoría ni
en la práctica de la vida de la Iglesia. La llegada del Papa Francisco, parece
ser, una nueva voz del Espíritu, que nos invita a caminar hacia una Iglesia más
fiel a Jesús y a su Evangelio.
Es importante en este año de
la fe, que la Iglesia recupere la presencia del Espíritu en el interior de su
vida. Pues, está demostrado que, cuando la Iglesia no escucha la voz del
Espíritu, que a la merced de una organización humana, que suele normalmente
equivocarse.
SEAMOS SEMBRADORES DE LA PAZ
QUE JESÚS NO DEJÓ.
DIFUNDID EL EVANGELIO.
PÁSALO.
Esta muy lindo.......
ResponderEliminarMiren necesito la reflexion o q sifnifica me ayudan porfa
gracias me sirbio mucho
ResponderEliminartarados ...¡¡¡¡NECESITO LA REFLEXION !!!no el evangelio....
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