En
la víspera de la festividad de Pentecostés
y de María Auxiliadora de hace tres años, nacía este blog. Un blog, que intentaría
desde la libertad que nos da y nos inspiran los Evangelios, profundizar en
nuestra fe dentro del misterio de Cristo y de la Iglesia Católica, en función
de los signos de los tiempos.
Nació
también con la ilusión y la esperanza de que fuera un punto de ENCUENTRO,
REFLEXIÓN Y DIÁLOGO, abierto a todos los pensamientos y comentarios, con el objetivo
de que, la Teología, volviera a estar en el lugar que nunca debió dejar de
ocupar: el ámbito de reflexión académica, civil y de la sociedad en sí,
pues allí se cree en este blog, que es
donde realmente puede dar un servicio al mundo y a la Iglesia, siempre que nos
ayude a ser más humanos.
Pero
a medida que empezó la andadura el blog, solamente he existido en mí un solo objeto
DIFUNDID EL EVANGELIO. Hacer llegar el
evangelio, como testigo de la experiencia que he recibido. No he procurado extensos
comentarios teológicos, sino sencillos y cercanos, nacido de mi encuentro con
el Jesús que está a mí lado, mi hermano, mi prójimo.
Sé
que muchos de esos comentarios, han sido criticados de avanzados y fuera un
poco de la doctrina de la Iglesia, teniendo su respectiva amonestación
eclesiástica, pero como dije al principio, nace desde la libertad que nos
inspira los Evangelios como palabra de Dios en la sociedad en la que vivo.
La
figura de Jesús revolucionó el concepto de Dios, y por tanto la experiencia de la
religión. Y eso es lo que cada uno tenemos que hacer, nos hemos quedado en un
concepto de Dios en las alturas y de una religión para alcanzar esas alturas.
Y, se nos olvidó que lo importante de nuestra religión, es que Dios se humanizó
en Jesús, se hizo hombre para que así lo conociéramos. A Dios no se le conoce
en las alturas, ni en los altares, a Dios se le conoce en el ser humano que nos
rodea. Por eso, Jesús, fue un personaje enteramente revolucionario: en
cuestiones sociales, políticas, económicas, porque Él intento humanizar el amor
de Dios en todas esas cuestiones que rodea al ser humano.
Por
eso, después de recibir el domingo pasado la fuerza del Espíritu podíamos
preguntarnos:
- ¿
La figura de Jesús, ha revolucionado tu concepto de Dios ?.
- ¿
La figura de Jesús, ha revolucionado tu compromiso en cuestiones sociales,
políticas, económicas ?.
- ¿
La figura de Jesús, te plantea una manera nueva de entender la vida ?.
Pero
si hubo una persona fundamental en esa fiesta de Pentecostés fue María.
Hoy
festividad de María Auxiliadora, quisiera hacer unas reflexiones sobre María en
la Iglesia de hoy.
Cuando
el Concilio Vaticano II, no sin dificultades, hizo el esfuerzo de situar la
figura de María no solamente a la luz del misterio de Cristo, sino también y
muy particularmente a la luz del misterio de la Iglesia, no hizo otra cosa que
volver a la mejor tradición eclesial, cuando María ocupaba ya en la comunidad
creyente " el lugar más alto y a la vez más próximo a nosotros " ( LG
54 ). Por eso, cuando presentamos a María como " prototipo de la Iglesia
", no se hace en un sentido pasivo como el que hace una copia. Sino que se
hace con un sentido profundamente activo. Por ello, creo que podríamos hoy
preguntarnos:
¿
Cuáles podrían ser los rasgos de una Iglesia más mariana en nuestros días ?.
A mí
se me ocurren los siguientes:
-
Una Iglesia que fomenta la " ternura maternal " como María. Es decir,
una Iglesia de brazos abiertos, que no rechaza a nadie, sino que acoge.
-
Una Iglesia que como María proclama la grandeza de Dios y su misericordia.
-
Una Iglesia que como María se convierte en signo de esperanza por su capacidad
de dar y transmitir la vida.
-
Una Iglesia humilde como María, siempre a la escucha de su Señor.
-
Una Iglesia del " Magníficat ", que no se complace en los soberbios,
potentados y ricos de este mundo, sino que busca pan y dignidad para los pobres
y hambrientos de la tierra, sabiendo que Dios está de su parte.
-
Una Iglesia atenta al sufrimiento de todo ser humano, que sabe, como María
olvidarse de sí misma y " marchar de prisa " para estar cerca del que
necesita esta ayudado.
Y, a
ti. ¿Cuáles se te ocurren?
En
María Auxiliadora tenemos un hermoso ejemplo. María modelo de fe, modelo de
esperanza, modelo de vida con los signos de los tiempos.
Termino,
dando las gracias a todos los que me leen, me animan en este camino que se emprendió
hace tres años. Gracias Colombia, España, Perú, México, Estados Unidos, Argentina,
Ecuador, El Salvador, Chile, Venezuela, etc… y al ciudadano que me lee desde Rusia.
(que me imagino que sabe español)
GRACIAS
A TODOS.
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