Hoy 13 de mayo, la familia
salesiana celebra la fiesta de Santa María Mazzarello, la fundadora, justo a
San Juan Bosco, de las Hijas de María Auxiliadora (o Salesianas, pero el nombre
elegido y preferido por María Mazzarello y Juan Bosco es el primero).
María Mazzarello nació el 9
de mayo de 1837 en Mornese, pequeño pueblecito de la provincia de Alessandria
(Italia). Se inscribe en la Pía Unión de María Inmaculada, fundada por el
párroco del pueblo, don Pestarino, en 1855. Con su amiga Petronila monta un
pequeño taller de costura para enseñar a coser a las niñas más pobres. En 1864
llegó Don Bosco a Mornese, durante uno de los paseos otoñales con sus muchachos
se produce el primer encuentro de ambos. En 1871 nacen las Hijas de María
Auxiliadora, del grupo de jóvenes que en Mornese, con María Mazzarello a la
cabeza, están viviendo ya una verdadera vida religiosa.
Murió en Nizza Monferrato el
14 de mayo de 1881. A su muerte dejó a sus Hijas una tradición educativa
permeada de valores evangélicos: la búsqueda de Dios conocido a través de una
catequesis iluminada y un amor ardiente, la responsabilidad en el trabajo, la
lealtad y la humildad, la austeridad de vida y la gozosa entrega de sí. Hoy son
una de las congregaciones religiosas femeninas más numerosas de la Iglesia, con
alrededor de 13600 hermanas presentes en un centenar de países. Su campo de
acción se concreta en la educación de los jóvenes, especialmente las jóvenes
más necesitadas.
Quiero hoy, unirme a las
Hijas de María Auxiliadora y a toda la gran familia salesiana, con la cual me
une grandes vínculos, en la fiesta de María Mazzarello, para que en la alegría
que caracteriza el espíritu salesiano, reflexiones en nuestras raíces
carismáticas y profundicemos en nuestra espiritualidad, para poder realizarlas
en función de los signos de los tiempos que nos ha tocado vivir, al igual que
Madre Mazzarello fue signo de su tiempo.
Sus tres grandes amores
fueron la Eucaristía, María Auxiliadora y la juventud pobre, a la que educó y
salvó, esta herencia debemos seguir custodiándola y transmitiéndola.
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