El pasado domingo el Arzobispo de Oviedo D. Jesús Sanz Monte, administró el sacramento del orden a tres nuevos presbíteros de su diócesis, a quienes pidió «por dentro, un corazón solícito» hacia los demás, y «por fuera, que vistáis de curas». El mitrado agregó que esto último «no es empeño mío, sino de la Iglesia».
Esta noticia, me ha sido enviada por varios amigos. Algunos, me imagino yo, con la intención posiblemente de saber, mi opinión al respecto. Otros creo que, para que observe por donde va la Jerarquía eclesiástica. Y otros, para indicarme como deben vestir los sacerdotes.Y es que, la frase tal como se recoge en la noticia, da lugar a varias interpretaciones.
La mayoría, piensa que el Sr. Arzobispo pide a sus presbíteros que vistan de negro y con su cleriman. Algunos de esta tendencia, llegan aún más lejos y piensan que los presbíteros utilicen la sotana. Recordándole que "no es empeño del Obispo, sino de la Iglesia.
Aquí tenemos un pequeño problema, que yo creía que, ya estaba superado al cabo de 50 años del Concilio Vaticano II, y es que nos creemos, que tiempos pasados fueron mejores. Nos creemos que, al volver a utilizar la vestimenta sacerdotal, va a nacer más vocaciones, los sacerdotes a ser más respetados.
Posiblemente, lo que se intenta desde la jerarquía no sea eso, sino más bien volver a la dignidad, distinción y rango que es propio de hombres sagrados y consagrados. Que les gusta vestirse de manera distinta a como se viste el común de los mortales (Mc 12,38) a ser venerados en público (Lc 20,46) a ponerse en los primero puestos (Mc 12.39) a ser tratados como personas respetable (Mt 23-7) a dejarse llevar de interese económicos (lc.16.14) a cargar con fardos pesados las espaldas de lo demás ( Mt.23-4). Olvidándose, por completo que el evangelio, no va por eso caminos y, que los apóstoles, no se diferenciaron de los miembros de la comunidad, por su forma de vestir; sino por su formar de servir y de actuar.
Por eso, creo yo, que las palabras del Sr. Arzobispo la debemos de mirar, en el sentido de que por fuera, vistáis de cura, como diciendo, que la vestimenta del sacerdote es el servicio a la comunidad, es la construcción del Reino de Dios, son los pobres, los enfermos, los jóvenes, los ancianos, en definitiva la misión evangelizadora. Porque este si debe ser, el verdadero empeño de la Iglesia y del Obispo.
miércoles, 8 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario