martes, 7 de junio de 2011

NADIE NOS QUITARÁ LA ALEGRÍA, PUES CRISTO VOLVERÁ. ESTEMOS ATENTOS AL ESPÍRITU.

Jesús dijo: " También vosotros ahora sentís tristeza, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada".

La felicidad de vivir y el gozo de la vida es la aspiración más honda y más determinante que todo ser humano lleva inscrita en la sangre de sus sentimientos más queridos. Esta aspiración es tan fuerte, que en ella se funda, y a partir de ella se construye, toda la estrategia del capital, la tecnología y el consumo. Como en esto mismo fundamenta también la crisis de las religiones en las sociedades avanzadas y en los pa´ses industrializados. Porque está bien demostrado que la aspiración inmediata al bienestar material se ha revelado mucho más poderosa que las promesas sociales oreligiosas que pueden hacer los políticos o los hombres de la religión (Susan George).

Por eso Jesús promete y asegura a los suyos que van a ser tan plenamente felices que "nadie les quitará la alegría". Y conste que será una dicha tal, que no necesitará ni explicación, ni justificante. La lucha y el empeño por hacer desaparecer el llanto o la sonrisa de un niño no necesita argumentos. Se justifica por sí solo. Porque el Dios que nos enseñó Jesús es así.

Pero, tal como es este mundo, el logro de la felicidad exige, con demasiada frecuencia, pasar por dolores de parto. Es decir, la felicidad se alcanza sufriendo. No porque Dios haya dispuesto así, ya que entonces Dios sería un ser sádico y perverso. No se trata de eso. Se trata de que el mundo es como es. Y los seres humanos somos también inhumanos. De ahí que la "felicidad", que es igual a "humanidad" lograda, lleva en sí misma el lastre de una auténtica "agonia", de agôn,"lucha","certamen"(cf. Lc 13, 24; Jn 18, 36 y en el "corpus paulino", passim). La sociedad está organizada de manera que, para que en este mundo haya felicidad (y felicidad para todos) es necesario enfrentarse a los poderes del mal, que son los causantes de tanto sufrimiento. El proyecto de la felicidad es un proyecto agónico, en el sentido explicado.( Espiritualidad para insatisfechos. José Mª Castillo).

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