En la liturgia del pasado lunes, leeíamos el siguiente evangelio:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el reya los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo: Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme". Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?;¿cuando te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?". Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis". Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartáos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis". Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?". Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo". Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna". (Mt 25,31-46).
Lo que queda claro, en este texto impresionante, es que Dios está presente en cada ser humano, sea quien sea, viva como viva, esté donde esté. Nunca ponderaremos bastante que la originalidad y la singularidad del cristianismo consiste en que afirma su fe en que Dios se ha fundido y confundido con el ser humano. De forma que, si creemos en Dios, no podemos vivir de manera que tengamos más respeto a un templo, a un objeto sagrado o a una imagen dce madera, que a la verdadera y única imagen vida del Dios vivo: el ser humano. ( JM Castillo ).
Pero el texto de este evangelio concreta más: no se fija sólo en el ser humano, sino que precisa más y centra la atención en el ser humano que sufre. De donde surge una pregunta: ¿ por qué somos más respetuosos ante la hermosura de una "imagen sagrada" que ante la fealdad de una "persona humana"?. En semana santa nos extasiamos ante las espléndidas imágenes de la pasión de Cristo, al tiempo que nos alejamos y alejamos a todos aquellos que sufren y son marginados, no por su status social, si no por su forma de pensar. En definitiva, actuamos iguales que los que matarón a Cristo; por que a Cristo lo mataron porque pensaba en un Dios de Amor y no, en un Dios de poder.
¿ Por qué somos más sensibles a lo sagrado que a lo humano?. Mientras no tengamos esto resuelto, no somos cristianos. Seremos, por supuesto, muy religiosos. Pero no cristianos.
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