miércoles, 12 de enero de 2011

UN AÑO DE HAITÍ. DIOS Y LAS COSAS DE LA NATURALEZA.

Hoy hace un año del trágico y devastador terremoto que azoto a Haití. Fueron 250.000 personas las que perdieron la vida, junto con 1.500.000 de damnificados. También estamos viviendo las inmensas inundaciones de Australia, donde miles de personas están perdiendo todo. En sudamérica los corrimientos de tierras, que han sepultados a pequeñas aldeas de campesinos.

Estos trágicos acontecimientos nos hacen preguntarnos, lo que muchas personas se preguntaron, y posiblemente se siguen preguntando, si Dios existe, ¿ cómo permite que suceda estas cosas ?.

Ante este interrogante, debo de decir, que Dios no permite esas cosas. Porque si el Dios en el que creemos, quiere eso, es un Dios malo y enfermo.

El problema no está en Dios, sino en el Dios, que nosotros nos imaginamos. Un Dios con un poder inmenso. Y, posiblemente el poder de Dios no es, como nosotros nos imaginamos. Nunca debemos de olvidar, que Dios no está a nuestro alcance, y que por lo tanto, no podemos saber como es.

El Dios que nosotros conocemos, el Dios de nuestra religión, no es más que el Dios de Jesucristo. Y al Dios de Jesucristo, solamente lo podemos conocer a través del estilo de vida de Jesús. Viviendo, como Jesús, podremos encontrar a un Dios que es amor y compresión del ser humano. Este es el verdadero poder de nuestro Dios, el amor que nace entre los seres humanos.

Por lo tanto, lo único que nosotros podemos conocer es que el mundo, nuestro planeta y la naturaleza es como es y pasan las cosas que pasan. Y lo cierto es, que no sabemos, si existe algún responsable de lo que ocurre. Lo que podemos decir, es que el mundo es como es, y nada más.

Ahora bien, muchos seguirán creyendo, que Dios es el culpable de todo. Pero, yo pregunto, ¿qué responsabilidad tenemos también los seres humanos en estas situaciones?. Después de pasar el primer año y contemplar las miserias existen todavía en Haití, donde 40 personas mueren diariamente de cólera, donde un millón de personas no tienen ni lo más mínimo para vivir diariamente. Después de escuchar que de los 4.000 millones de dólares que la comunidad internacional se comprometió a dar para la restauración del país, solamente a llegado un 5% de esa cantidad.

¿ Dónde están los derechos y las igualdades humanas ?.

Si comprendiéramos el mensaje de Jesús, lo que nos toca a nosotros es procurar remediar o aliviar el sufrimiento humano lo más rápido y mejor posible. De esta manera Dios se hace presente en este mundo.

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