Terminada la Navidad, con la fiesta de ayer de la Epifanía del Señor, volvemos a coger las riendas de un nuevo año, que vendrá marcado especialmente por el gran reto de la Iglesia Española en las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Un gran reto, que no debe de quedar en las formas organizativas, protocolarias y de imagen o marketing de gran acontecimiento de masas, muy propio últimamente en los estamentos jerárquicos.
Lógicamente el gran reto debe de estar en un buen plan de evangelización que comprometa a los jóvenes en el mundo a través de la Iglesia. Pero para que este plan, sea efectivo es muy importante que los obispos comprendan bien a la sociedad a la cual se va a dirigir. Y digo esto, porque en estos días de Navidad, hemos podido escuchar afirmaciones de algunos obispos, que manifiestan claramente que no son conscientes de la realidad y la sociedad que les rodea. Prueba de lo que digo son las declaraciones que el Obispo de Córdoba D. Demetrio Fernández pronunció en su homilía de la festividad de la Sagrada Familia:"La Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual". Declaraciones han causado el rechazo generalizado de todos los colectivos sociales.
Igualmente, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, dijo en su homilía de la misa de las familias en Madrid, el pasado domingo: "que hoy el aborto y la eutanasia son la manifestación de una crisis “mucho más honda” en sus causas que la económica o la política, y ha invitado a las familias a ser la esperanza para Europa en una de sus horas “más dramáticas”. Rouco, parece que llama a los españoles a la reconquista de Europa.
Famosa fueron también las declaraciones del Obispo de Alcalá de Henares, Monseñor Reig, cuando afirmo que existía más violencias en las parejas que no tenían una concepción católica.
Todo esto me lleva a pensar que bien, la jerarquia eclesiástica esta lejos y apartada de la realidad social en la que se encuentra, lo cual le lleva a no comprende a la sociedad a la que se dirige, y por lo tanto dicen lo que dicen. Creando con ello un clima de exclusión en la Iglesia. Porque no quiero pensar, que esto sea una estrategia para estar llamando la atención en los medios de comunicación. Si esto es así, tienen los Obispos problemas sociales que podrían denunciar y que posiblemente fueran más llamativos en la sociedad.
Pero en estos momentos, no interesa molestar al gobierno político, ya que este nos tiene que dar dinero para las jornadas mundiales de la juventud.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario