En estos últimos días, estamos asistiendo a la persecución y muerte de miles de cristianos iraquíes, donde muchos de ellos se refugian en Jordania huyendo del fanatismo islamista. Cristianos que son amenazados con la muerte de sus hijos si no se convierte al Islam. Pese a la violencia islamista que les empuja al éxodo, aún hay cristianos dispuestos a no abandonar este país.
Bajo el lema " LIBERTAD RELIGIOSA, VÍA PARA LA PAZ ", comenzamos mañana día 1 de Enero, celebrando las 44ª Jornada Mundial de la Paz.
Acontecimientos, como lo que están ocurriendo en estos momentos en Irak, han ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad. Las religiones, han sido y son verdaderos conflictos de seres humanos.
Hoy me parece acertado recordar aquel bello y profundo aforismo de la Sabiduría Sufí: "Un día visito una iglesia, otro una mezquita. Yendo de templo en templo,no te busco más que a Ti".
Que quiero decir con esto, que el problema no esta en la religión, si esta tiene como objeto el encuentro con el trascendente. El verdadero problema está, cuando creemos que la nuestra es la única verdadera e intentamos imponerla a los demás. Ya, que de esta actitud nace el fanatismo, y es aquí donde está el problema.
Porque quien va por la vida pretendiendo obligar a los demás a que cambien de ideas, de convicciones, de preferencias, de conducta...., quien hace eso en la vida es inevitablemente una persona que va faltando al respeto, agrediendo a todo el que no piensa o vive como él, despreciando a mucha gente y, si es necesario, puede terminar matando. Sin olvidarnos de aquellos, que se sienten con el derecho a insultar, ofender, humillar, despreciar, denunciar, amargarles la vida a otras personas. Y, además, hacen todo eso tan tranquilos. Más aún, con la conciencia de que es eso lo que tienen que hacer.
Desgraciadamente, estos tipos de personas, no son solamente la encontramos en otras religiones distintas a las de uno, sino que ocurren en la misma religión de uno.
Por eso, la libertad religiosa, es la vía para la paz. Pero esta libertad religiosa, debe de nacer en la confesión religiosa de uno mismo, en primer lugar. Ya que si no nace en el interior de esa confesión religiosa, no puede nacer en los pueblos el respeto y la libertad hacia las demás confesiones religiosas.
viernes, 31 de diciembre de 2010
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