miércoles, 27 de marzo de 2013

ZARPAMOS HACIA LA PASCUA. REFLEXIONES PARA EL TRIDUO SANTO.


ZARPAMOS HACIA LA PASCUA, HACIA LA ALEGRÍA.

En estos días no debemos de vivir el sufrimiento y el dolor. Al revés estos días nos deben de ayudar a encontrar y descubrir esos sentimientos de Cristo, hacia la humanidad. Encontrar los sentimientos de Cristo, es ver el drama del hombre, que actuando como tal, se rebajo hasta la muerte y muerte de cruz. Tener los mismos sentimientos, es abrazarnos a la cruz de la vida, sabiendo defender el derecho a la vida; es abrazar la cruz que ya hace dos mil años proclamo todos los derechos de la humanidad; abrazar la cruz es defender la dignidad de todos los marginados; abrazar la cruz es defender la justicia, es dar de comer al hambriento y de beber al sediento, de vestir al desnudo y de llevar el consuelo al enfermo, es abrazar la cruz que lleva la felicidad, el amor y la paz que Jesús nos enseñas.

JUEVES SANTO. DESPLEGAMOS EL MANTEL DE LA MESA DEL AMOR

Todo ello, nos debe llevar al Jueves Santo donde celebraremos el día del Amor Fraterno y la institución de la Eucaristía. Como preámbulo a su primera Eucaristía Jesús lavó los pies a sus discípulos, como señal de que la mejor preparación de la Eucaristía es el servicio humilde y el perdón de los hermanos. Jesús explica que la ley del amor es la Eucaristía. Y es, en ella donde Jesús marca los afectos filiales al Padre y a los hermanos. Por eso cada Eucaristía para nosotros debe ser el compromiso de entregar nuestro propio cuerpo y nuestra sangre - nuestra persona y nuestra vida - por los mismos motivos que Él y con la misma fidelidad.

Compartir el pan es aceptarnos como hermanos.  Compartir el pan es compartir la vida. Compartir el pan es compartir la entrega.

VIERNES SANTO. CAMINAMOS CON LOS BRAZOS EXTENDIDOS.

El Viernes Santo, viviremos la muerte de Nuestro Señor en la Cruz; por eso en la liturgia de este día, la realizaremos en la adoración a la cruz. Donde todos seremos llamados a mirarla y adorarla, " MIRAD, MIRAD TODOS EL ARBOL DE LA CRUZ DONDE ESTUVO CLAVADA LA SALVACIÓN DEL MUNDO. VENID ADORARLA”.

 La cruz de Cristo nos enseña que no se trata de cerrar los ojos a la realidad negativa del mundo, sino que con los brazos extendidos de la cruz y con los ojos bien abiertos, estamos llamados a transformar la realidad del mundo.

Tener los brazos extendidos es  ver hoy la presencia sufriente de Cristo en los enfermos mal atendidos, en los jóvenes desesperados y maltratados por las drogas, en los ancianos ante la soledad, en las familias destrozadas donde los niños viven las mayores consecuencias, los pobres de espíritu y los pobres materiales, que no tienen pan, agua, casa. Estando junto a estas innumerables cruces actuales, es donde el sábado por la noche podremos encontrar al Resucitado en la vigilia pascual.

SÁBADO SANTO. CRISTO ESPERANZA DEL MUNDO.

El Sábado Santo representa en la vida cristiana esos momentos de vacío, de niebla, de oscuridad, donde la única salida es la espera, en definitiva la esperanza cristiana. Este vacío, soledad, dolor en el silencio y en la incomprensión.. nos está invitando a descubrir en nuestras vida el sentido fuerte de la confianza por encima de toda duda.

Pero llegada la media noche CRISTO RESUCITA Y EMPIEZA A NAVEGAR CON NOSTROS. CRISTO VIVE, CRISTO VIVE. Es el anuncio gozoso de la noche de Pascua: " ¿Por qué buscáis entre los muertos entre los muertos al que vive?". Jesús no es un mero recuerdo histórico, sino es una experiencia de fe. Es decir esta experiencia debe orientar nuestro comportamiento al hombre nuevo, que nace del bautismo, es vivir ahora como Cristo y comprometidos con su evangelio en la construcción del Reino de Dios que Él empezó.

Acudamos al encuentro con Jesús y con nuestros hermanos en la fe y que estas celebraciones litúrgicas, renovemos nuestra vida para ser constructores de una nueva sociedad marca por la solidaridad, la libertad y el respeto a todos los derechos de los hombres y mujeres.

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