sábado, 14 de mayo de 2011

EVANGELIO DOMINGO 15 DE MAYO. CUARTO DOMINGO DE PASCUA

Evangelio según San Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús: "Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra es pastor de las ovjeas. A éste le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños". Jesús les puso esta comparación pero ellos no entendieron lo que les hablaba. Por eso añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escuchan. Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante".

COMENTARIO.-

El evangelio de este domingo, nos puede dar lugar a interpretar mal la enseñanza de Jesús. Ya que el evangelio, nos presenta la relación que debe de existir entre los miembros de la comunidad.

Digo esto porque se suele utilizar la imagen de las ovejas y el pastor, para justificar la dualidad de clase dentro de la Iglesia. Como quedó manifiesto en el Concilio Vaticano I: "La Iglesia de Cristo no es una comunidad de iguales, en la que todos los fieles tuvieran los mismos derechos, sino que es una sociedad de desiguales, no sólo porque entre los fieles unos son clérigos y otros laicos, sino, de una manera especial, porque en la Iglesia reside el poder que viene de Dios, por el que a unos es dado santificar, enseñar y gobernar, y a otros no" (Constitución sobre la Iglesia, 1870).

En el evangelio para Jesús, lo determinante en los ministros de la Iglesia no es el culto, lo ritual o lo sagrado. Ni la ortodoxia de las ideas religiosas. Ni que el pastor sea célibe o casado, hombre o mujer. Ni sus ideas políticas. Jesús no hace la menor referencia a ninguna de esas cosas. ¿Qué le interesa a Jesús?. La relación ejemplar de pastor con su rebaño: el pastor va delante y las ovejas le siguen; las conoce por su nombre; no es un asalariado, o sea no actúa por interés alguno, porque lo único que le importa en la vida es el bien de las ovejas. Y hasta da su vida por el bien de su comunidad. En la Iglesia, tenemos pastores que se portan así. Pero abundan demasiado los que "hacen carrera", los "instalados", los que van, no delante, sino detrás, rezagados, desinteresados, sobrados de poder y carentes de autoridad.

Quienes entran por el camino abierto por Jesús y le siguen viviendo su evangelio, son verdaderos pastores: sabrán alimentar a la comunidad cristiana.

Por eso, el Concilio Vaticano II supuso un cambio radical en este sentido, con su insistencia en que más importante que las diferencias de ministerio o servicio en la Iglesia es la común dignidad de los miembros del Pueblo de Dios (el lugar más simbólico a este respecto es el capítulo segundo de la Lumen Gentium del Vaticano II).

Por eso el evangelista recoge muy bien lo que añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas". Si nos fijamos bien, nos dice que Jesús es la puerta, el lugar de la entrada, el estilo de vida, que debemos todos tener para entrar en el redil. Jesús, no dice que Él, es el pastor, sino dice:"quien entra por mí se salvará y podrá entrar y salir. El que no entra por Él es un ladrón".

En la Iglesia de Jesús, todos somos pastores de todos, todos somos responsables y todos podemos aportar. No se debe de negar a ningún miembro elegido por ella, el papel de su coordinación y su gobierno.

Creemos en nuestra comunidad un clima de respeto, comunicación y diálogo, comprendiendo que Jesús es la puerta de todos los miembros de la comunidad.

DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO.

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