La figura de Jesús, no fue solamente admirada por las gentes de su época, sino que ha sido admirada a todo lo largo de la historia. Hoy en día, también sigue siendo admirada, no solamente entre las personas mayores, sino entre las personas de todas las edades y especialmente entre los jóvenes, según revelan varias encuestas de opinión.
La cuestión es saber si Jesús, lo que quiere es admiradores o seguidores. Lógicamente de los Evangelios deducimos que Jesús lo que quiere son seguidores y no admiradores.
La pregunta es obvia: ¿ por qué entre los creyentes existen más admiradores que seguidores ?.
Por que la admiración, se queda en lo maravilloso del personaje, posiblemente en su divinidad y esto no requiere compromiso ninguno con Jesús. El seguimiento requiere un encuentro con lo humano para encontrar lo divino, es decir imitar a Jesús, vivir como Jesús y esto es ir en contra de muchos principios dogmáticos sociales y eclesiales.
Lo que hace más humano y construye el Reino de Dios en este mundo, son las personas que se parecen e intentan vivir como Jesús y no las gentes que sólo lo admiran y veneran.
La Iglesia necesita seguidores y no admiradores.
miércoles, 11 de mayo de 2011
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