¿Porqué hoy la Iglesia
interesa poco y a tan poca gente?, incluso hasta para muchos creyentes, que
forman parte de hermandades y cofradías, tal como, es recogido por el último
informe del CIS.
El 73,3 por ciento de los
españoles se declara católico, aunque el 57,1 por ciento admite que no va
"casi nunca" a misa, revela el barómetro de septiembre del Centro de
Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público hoy. Este porcentaje de
católicos declarados supone un descenso de dos puntos con respecto a los datos
de 2010, cuando un 75 por ciento de los encuestados se definía como católico y
confirma la tendencia de la última década. Según el barómetro, en España hay un
2,2% de creyentes de otras religiones. El 14,9 por ciento de los encuestados se
declara "no creyente", un porcentaje que crece de forma paralela al
descenso de los que se declaran católicos. A ellos se suma un 7,4 % de
españoles que asegura ser "ateo".
El CIS ha preguntado también
la frecuencia con la que los encuestados acuden a misa u otros oficios
religiosos al margen de ceremonias que podrían considerarse sociales, como
bodas, comuniones o funerales. La mayoría (57,1 por ciento) responde que
"casi nunca", un porcentaje que se situaba en el 47 por ciento en el
año 2005 y que apenas superaba el 40 por ciento hace una década. El 15,9 por
ciento señala que acude a un oficio religioso casi todos los domingos y
festivos, cifra que ha ido también progresivamente bajando en la última década.
Estos acontecimientos crean
curiosas tertulias por las mañanas, en las barras de las cafeterías, cuando se
toma un café. Sobre todo, cuando se produce algunos de los hechos que
últimamente están frecuentando los eclesiásticos, como la pederastia o la
homosexualidad. Los comentarios, que uno tiene que escuchar son de los más
dolorosos. Y con el desagradable pensamiento, de que lo que uno está escuchando
es parte de verdad.
Lo que a mí me duele de todo
esto, como miembro de la Iglesia, no es que critiquen al sacerdote tal, porque
es tal o ha hecho tal. Porque si es verdad, que ha cometido alguna infracción
de la ley, pues que se presente ante la justicia como un ciudadano más. Por
otro lado, también tenemos que reconocer que tenemos buenos o mejor dicho muy
buenos sacerdotes.
A mí lo que me duele como
miembro de la Iglesia es que, LA IGLESIA PARA MUCHOS CREYENTES Y MIEMBROS DE
ELLA Y TAMBIEN PARA LOS NO CREYENTES, HA DEJADO DE SER UN REFERNTE ÉTICO Y
MORAL DE LA SOCIEDAD, SIENTIENDONOS LOS QUE FORMAMOS PARTE DE ELLA EN OCASIONES
COMO EXTRANJEROS, EXILIADOS EN NUESTRA PROPIA CASA.
Por eso la Iglesia hoy
interesa tan poco y a tan poca gente, porque ha dejado de ser una institución
de referencia ética y moral en la sociedad. Y, la prueba es evidente, como cada
vez tenemos menos personas en los templos y los que tenemos son personas
mayores de 50 años. También es evidente, la cantidad de personas creyentes, que
participaban en la Iglesia y que un determinado día decidieron abandonar.
Lo curioso de todo esto es
que, en ciertos sectores eclesiales, se cree que la solución es volver a
tiempos pasados. Tanto en la formación de los seminaristas, como en la figura
del sacerdote como hombre de su parroquia solamente. Así como la formación de
los laicos, basada en el catecismo y de una forma básica, para poder defender
de esta manera la fe de los más débiles.
Nunca tiempos pasados fueron
mejores, cada tiempo tiene sus circunstancias. Jesús nos lo recuerda en el
Evangelio: " Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida:
" Chaparrón tenemos ", y así sucede. Cuando sopla el sur decís:
" Va a hacer bochorno ", y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar
el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? ".
Lógicamente, esto no se
consigue obligando las autoridades eclesiásticas a teólogos y sacerdotes a
hablar de Dios, de Jesús, del Evangelio y la Iglesia de forma que, sus
planteamientos son más acorde con los de la Edad Media, que los tiempos que
corren.
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