Evangelio según san Lucas 4,
21-30
En aquel tiempo, comenzó
Jesús a decir en la sinagoga: - «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de
oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de
gracia que salían de sus labios.
Y decían: - «¿No es éste el
hijo de José?»
Y Jesús les dijo: - «Sin
duda me recitaréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”; haz también aquí
en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.»
Y añadió: - «Os aseguro que
ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas
viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis
meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas
fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y
muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo,
ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la
sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo
hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de
despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso
entre ellos y se alejaba.
COMENTARIO.-
Los tres evangelios sinópticos
(Mt 13, 53-58; Lc 4, 16-30; Mc 6, 1-6), recuerdan esta experiencia.
Lógicamente, tuvo que ser una experiencia muy amarga para Jesús, cuando dicho
acontecimiento es recogido por los tres evangelistas.
Y es que el evangelista deja
muy claro, que ha Jesús no le duele que lo desprecien los dirigentes
religiosos, sino que lo desprecien los suyos, los que lo vieron jugar, crecer y
comer con él. Esto fue una experiencia tan dolorosa para Jesús, que los suyos,
los cercanos a Él, lo despreciaran, ya que según nos dice el evangelista:” Os
aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra”.
El proyecto de Jesús no fue
un proyecto sacerdotal, asociado al Templo, al altar, al culto litúrgico. El
proyecto de Jesús fue un proyecto profético. Y en el Evangelio queda patente,
una vez más, la antigua y tradicional tensión entre el "sacerdote" y
el "profeta".
De aquí, que los
evangelistas recojan muy bien como el mensaje de Jesús es acogido en Galilea y
como es controversia en Jerusalén. Galilea era una región pobre, de personas
humildes y sencillas, alejadas del poder y la religión, que se encontraba en
Jerusalén. Es en Jerusalén cuando Jesús, tiene problemas y especialmente con
los hombres de la religión. Que podemos deducir de aquí, que el proyecto de
Jesús fue mejor acogido en las personas sencillas y humildes, que en las
personas acomodadas y poderosas, entre los que se encontraban los sacerdotes.
Yo, me pregunto al leer este
texto: ¿Cuál fue la experiencia que el evangelista vivió y quiso dejar reflejada?.
Quiso dejar claro a las sucesivas comunidades cristianas, que Jesús puede ser
rechazado precisamente por aquellos que se creen que lo conocen bien, pues
están todo el día en el templo y en sus menesteres religiosos.
¿Es Jesús rechazado por
nuestras comunidades?, ¿Existe una verdadera acogida al proyecto de Jesús en
nuestras comunidades?. ¿Existe en nuestras comunidades un espíritu profético al
mensaje de Jesús?. ¿Están nuestras comunidades abiertas a realizar el proyecto
de Jesús en función de los signos de los tiempos?. ¿Acogen nuestras comunidades
a los que con su labor profética van llevando el proyecto de Jesús?.
SE PROFETA DE JESÚS, NO
APAGUES SU ESPÍRITU. PÁSALO.
esta muy chebre
ResponderEliminaresta es una pagina muy bonita catolica para leer
ResponderEliminaryo quiero ser un miembro si por fisss
ResponderEliminardemelo emero demelo emero demelo emero jajajaja que risa
ResponderEliminarMuy interesante tu página, pero debes cuidar más tu ortografía. Parece mentira que, ostentando todos esos títulos, confundas una preposición con un verbo: Y es que el evangelista deja muy claro, que ha Jesús no le duele que lo desprecien los dirigentes religiosos, sino que lo desprecien los suyos, los que lo vieron jugar, crecer y comer con él.
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