La Cuaresma empieza con una
novedad dentro de la Iglesia. La renuncia del Papa el próximo día 28 de febrero
y la elección del nuevo Papa, serán acontecimientos que se llevará a cabo en
toda la cuaresma.
Debo de reconocer
públicamente de que tenía mis grandes dudas sobre este pontificado y prueba de
ello ha sido siempre mi disconformidad con aquello que desde mi punto de vista
suponía un gran retroceso de la Iglesia con respecto a la sociedad. Pero debo
reconocer, que ayer el Papa, dio un verdadero ejemplo de amor a la Iglesias.
BENEDICTO XVI PASARA A LA HISTORIA DE LA IGLESIA, NO SOLAMENTE COMO EL PAPA
INTELECTUAL Y TEOLOGO, SINO COMO EL PAPA QUE DIO UN PASO REVOLUCIONARIO EN LOS
PENSAMIENTOS DE LA IGLESIA, MIRANDO LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS. Un Papa, que ha
podido con la curia romana y que ha dicho que sus palabras, NO NECESITAN
CORRECCIÓN por parte de la curia.
Por eso, esta cuaresma debe de
servir a todos los miembros de la Iglesia, para que pensemos muy bien, cuando
acudimos a la imposición de la ceniza y se nos recuerde: " CONVERTIOS Y
CREED EN EL EVANGELIO”.
Convertirse significa "
volver ", " cambiar ", " renovar”. Es el cambio en el cual
debemos pasar del " Hombre viejo " al " Hombre nuevo ".
" Hombre viejo " es el que vive a espaldas de Cristo y del Evangelio.
" Hombre nuevo " es el que sigue a Jesús y vive según el Evangelio.
Jesús se retiró al desierto,
para iniciar un cambio en su vida.
Esta debe de ser nuestra
misión en Cuaresma, encontrar momentos de reflexión individual y comunitaria,
que nos permitan dar un cambio en nuestra vida.
¿En qué hay que cambiar? La
llamada de Jesús no se dirige solo a los "pecadores" para que
abandonen su conducta. Jesús se dirige a todos, puesto todos tenemos que
aprender a actuar de manera diferente, para poder llevar a cabo la construcción
del Reino de Dios en la Tierra.
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