El Gobierno ha previsto para hoy, la eliminación del subsidio de 426 euros a muchos parados de larga duración que han agotado su cobertura por desempleo.
Esto escapa a cualquier consideración lógica y ética de nuestra sociedad. Pues la verdad, puede que aqui como todo en la vida exista también la picaresca, pero también existe la realidad. La realidad de personas que con más de 50 años, tendrán dificultad o tardarán en encontrar trabajo, ya no sólo por la escases de trabajo, sino por su edad. De no existir medidas efectivas que sustituyan dicha ayuda y que permita a esas personas tener algo para seguir viviendo, tendremos un gran drama social.
Creo que la denuncia y el rechazo público más duro, ante esta situación deben partir desde la sociedad civil, y muy especialmente, desde la Iglesia Católica.
Se muy bien que el tema del subsidio no soluciona la crisis, pero un mínimo de justicia social y solidaridad debemos de tener.
Por eso pienso que la Iglesia, debe pronunciarse con severidad moral y pública sobre este caso y sobre esta situación de crisis económica que estamos viviendo. Debe pronunciarse sobre la situación laboral existente en estos momentos.
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