miércoles, 30 de junio de 2010

LOS SÍMBOLOS RELIGIOSOS EN LOS LUGARES PÚBLICOS.

En su última reunión la Conferencia Epíscopal Española, manifestaba nuevamente su preocupación por la prohibición del crucifijo en lugares públicos. Los Obispos Españoles manifestaban: " La cruz no excluye a nadie " y es " sostén de los necesitados " y que " prohibir el crucifijo atentaría contra la herencia espiritual y cultural de España ". Por todo este cúmulo de razones, la Conferencia Episcopal Española se une a " otras conferencias episcopales y a las diversas instancias tanto estatales como sociales de todo el Continente europeo " para apoyar " la exposición de los símbolos religiosos en las escuelas estatales ".
El portavoz de la Conferencia Martínez Camino termino diciendo: " Suprimir el crucifijo es poner en peligro la libertad religiosa ", " El Estado no puede imponer ni prohibir ninguna religión ".

Observo que los Obispos están preocupados por la nueva ley de libertad religiosa que el gobierno tiene entre mano. Es comprensible. Pues los Obispos, son los responsables oficiales de la Iglesia. Y para los cristianos, el crucifijo es la imagen que nos identifica. Por eso, a mí me parece bien que, a partir de esta ley se regulen la utilización de los símbolos religiosos en los lugares públicos, con el fin de respetar a todas las creencias religiosas naciente en nuestro país. Lo que no veo lógico es quitar símbolos religiosos anteriores a esta ley. Ya que esos símbolos religiosos han formado parte de una época histórica, que con más o menos acierto han contribuido a formar los pensamientos de sus ciudadanos. Y lógicamente esa forma de vivir, ha contribuido a una nueva formar de pensar, al igual que esa nueva forma de pensar está contribuyendo a una nueva forma de vivir. La historia debe permanecer, para recordar lo que no se debe hacer.



La cuestión para mí es, si la sociedad española demanda una ley general del uso de los símbolos religiosos, o por el contrario obedece a motivaciones políticas.

En cuanto a la utilización de los símbolos religiosos en las escuelas, que es posiblemente donde más interesen, ya que es el lugar donde se formarán las nuevas conciencias y las nuevas personas de nuestra sociedad. El problema se plantea en las escuelas públicas, a las que pueden acudir estudiantes, no sólo cristianos, sino de otras creencias también. Siendo esto así y recogiendo las palabras de Martínez Camino: " El Estado no puede imponer ni prohibir ninguna religión ". Nosotros los cristianos tendremos que ser coherentes y respetuosos con las creencias de todos, y entonces se debería poner en la pared, la estrella de David, la media luna, el crucifijo. Por eso, solamente se debería poner el crucifijo en las escuelas públicas, en la cual todos sus alumnos sean cristianos. Debemos recordar el evangelio del Domingo pasado ( 27 de Junio ), la primera parte del texto evangélico. Y es que cuando Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén, para culminar su misión, nos deja claro que la misión no se debe realizar desde la imposición y la obligación, sino desde la comprensión y la fraternidad; " De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: " Señor, ¿ quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos ? " Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea ".

Ya que en los colegios de titularidad privada y concertados con el estado, doy por hecho que, cada uno en su casa marca las normas y creencias por las cuales se regirá el centro.

Creo, que verdaderamente lo que le debe de importar a la Iglesia Católica Española, y posiblemente hagamos que se interroguen, los jóvenes y los mayores, ES QUE NOSOTROS Y LA IGLESIA EN GENERAL VIVAMOS, Y NOS VEAN VIVIR, COMO VIVIO EL CRUCIFICADO, lo tengamos en la pared o no. NOSOTROS SOMOS EL CRUCIFIJO EN VIVO.

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