Benedicto XVI, se despedía ayer de su viaje a Chipre, haciendo un llamamiento a los cristianos de oriente a “derribar las barreras con vuestros vecinos “ para promover la paz. El Papa era consciente que hablaba a personas que sufren discriminaciones y peligros, incluso el de perder la vida, pero que forman la continuidad viva con Jesús y los apóstoles en los lugares donde nacieron las primeras iglesias cristianas y donde ahora deben “vivir en armonía con judíos y musulmanes “.
Mi reflexión, es si de esas tierras nació la expansión del evangelio hacia occidente. También desde esa tierra el Papa lanza un mensaje a los cristianos de occidente, haciéndonos ver que nosotros también debemos de ir aprendiendo a vivir en armonía con otras religiones “.
La Iglesia Católica, que hasta hace poco tiempo era la única religión existente en España, ha de acostumbrarse a convivir ecuménicamente con las distintas confesiones de los inmigrantes, sin existir privilegio alguno por ser ella la religión mayoritaria, por el momento, como ya veremos en la próxima ley de libertad religiosa que prepara el gobierno. Y esto, como todo en la vida requiere de formación y aprendizaje. Formación para como diría Pedro en su carta poder dar testimonió de la esperanza que hemos recibido. Aprendizaje, por que la convivencia y el respeto forman parte de la educación y de la aplicación de esas normas de convivencia.
Tiempo tenemos, pero como siempre esperaremos al final. Creyendo que esto no llega, pero esto comienza el próximo jueves con la audiencia que el Papa va a tener con el Presidente del gobierno Español, donde unos de los temas a tratar será la ley de libertad religiosa.
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