Anoche el Papa volvió a
presentarse ante los jóvenes que hacían vigilia frente al balcón del
Arzobispado de Cracovia, donde se aloja esta JMJ. En un discurso en castellano,
Francisco hizo una catequesis sobre el matrimonio y el noviazgo, subrayando las
tres palabras claves para el éxito de la pareja: "Permiso, gracias y
perdón".
"Les doy un consejo:
nunca terminen el día sin hacer la paz", pidió el Papa. "¿Y saben por
qué? Porque la guerra fría al día siguiente es muy peligrosa. ¿Y cómo tengo que
hacer, padre, para hacer la paz?". La respuesta: "No hacen falta discursos.
Basta un gesto. Y se acabó. Está hecha la paz. Cuando hay amor, un gesto
arregla todo".
El Papa despidió a los
jóvenes invitándoles a "rezar por todas las familias aquí presentes: por
los recién casados, por los que están casados desde hace tiempo y por los que
se van a casar".
Estas fueron las palabras
del Papa:
Me dicen que hay muchos de
ustedes que entienden el castellano. Así que voy a hablar en castellano.
También me dicen que hoy hay un buen grupo acá, en esta plaza, de recién casados
y jóvenes esposos. Yo, cuando encuentro a uno que se casa, a un joven que se
casa, a una chica que se casa, les digo: "¡Estos son los que tienen
coraje!" Porque no es fácil formar una familia. No es fácil comprometer la
vida para siempre. Hay que tener coraje. Y los felicito, porque ustedes tienen
coraje.
A veces me preguntan cómo
hacer para que la familia vaya siempre adelante y supere las dificultades. Yo
les sugiero que practiquen siempre tres palabras, tres palabras que expresan
tres actitudes [ahí están llegando nuevos recién casados] Tres palabras que los
pueden ayudar a vivir la vida de matrimonio, porque en la vida de matrimonio
hay dificultades: el matrimonio es algo tan lindo tan hermoso, que tenemos que
cuidarlo, porque es para siempre. Y las tres palabras son "permiso,
gracias, perdón". Permiso. Permiso: siempre preguntar al cónyuge (la mujer
al marido, el marido a la mujer) "¿qué te parece?¿te parece que hagamos esto?
Nunca atropellar. Permiso.
La segunda palabra: ser
agradecidos. Cuántas veces el marido le tiene que decir a la mujer
"gracias". Y cuántas veces la esposa le tiene que decir al marido
"gracias". Agradecerse mutuamente. Porque el sacramento del
matrimonio se lo confieren los esposos, el uno al otro. Y esta relación
sacramental se mantiene con este sentimiento de gratitud. "Gracias".
Y la tercera palabra es
"perdón", que es una palabra muy difícil de pronunciar. En el
matrimonio, siempre -o el marido o la mujer- siempre tiene alguna equivocación.
Saber reconocerla y pedir disculpas, pedir perdón, hace mucho bien. Hay jóvenes
familias, recién casados, muchos de ustedes están recién casados, otros están
por casarse. Recuerden estas tres palabras, que ayudarán tanto a la vida
matrimonial: permiso, gracias, perdón. Repitámoslas juntos: permiso, gracias,
perdón. ¡Más fuerte, todos! Permiso (bis), gracias (bis), perdón (bis).
Bueno, todo esto es muy
lindo, es muy lindo decirlo en la vida matrimonial. Pero siempre hay en la vida
matrimonial problemas o discusiones. Es habitual y sucede que el esposo o la
esposa discutan, alcen la voz, se peleen. Y a veces vuelen los platos. Pero no
se asusten cuando sucede esto. Les doy un consejo: nunca terminen el día sin
hacer la paz.
¿Y saben por qué? Porque la
guerra fría al día siguiente es muy peligrosa. ¿Y cómo tengo que hacer, padre,
para hacer la paz?, puede preguntar alguno de ustedes.
No hacen falta discursos.
Basta un gesto. Y se acabó. Está hecha la paz.
Cuando hay amor, un gesto
arregla todo.
Los invito antes de recibir
la bendición a rezar por todas las familias aquí presentes: por los recién
casados, por los que están asados desde hace tiempo y por los que se van a
casar.
Recemos juntos un avemaría,
cada uno en su lengua.
AVE MARÍA...
BENDICIÓN
E pregate per me! Davvero.
Pregate per me! Buona notte e buon riposo.
RD.
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