El evangelio de la liturgia de mañana sábado, nos recoge el
mensaje que Jesús decía a sus discípulos, y que transcurridos 2000 años, tiene
toda la vigencia: ”No podéis servir a dos señores…..No podéis servir a Dios y
al dinero”(Mt 6, 24).
Dos mil años, llevan parte de la humanidad escuchando estas
frases y para nada. Jesús fue tajante: el servicio a Dios y el servicio al
dinero son incompatible. Porque, el Dios de Jesús quiere que los bienes de este
mundo se gestionen de forma que haya para todos, para que nadie viva agobiado,
ni por la comida, ni el vestido, ni la casa donde vivir. En cambio, el dinero
le ha ganado la partida a Dios.
Resulta que, España necesitará hasta 62.000 millones de
euros, para ayudar a la banca. Y a uno se le revuelven las tripas cuando se
entera de que después los bancos no perdonan a sus clientes que se están
demorando en el pago de sus hipotecas, por circunstancias en la mayoría de los
casos de personas que han perdido sus puestos de trabajos. Bancos que no dejan
de cobrar sus comisiones ni siquiera cuando se trata de transferir la
generosidad de las buenas personas para remediar las calamidades. No sé cómo
funcionan los bancos, ni por qué sube la bolsa. Lo que sí sé (porque lo sabe
todo el mundo) es que los grandes bancos y las grandes financieras nos metieron
en la crisis económica que estamos padeciendo. Y ahora resulta que los bancos y
esas grandes empresas financieras son los primeros que están saliendo de la
crisis. Y, por supuesto, los que más ayuda están recibiendo, para seguir ganando
más dinero. Han montado la cosa de manera, que ya no podemos escapar de este
sistema. No hay más salida que esperar que a ellos (a los que gestionan todo
este asombroso y solemne tinglado) les venga bien y les interese sacarnos el
dinero y el sudor de otra forma y utilizando otros procedimientos.
Lógicamente, todo esto esta realizados por personas que
posiblemente no han escuchado hablar de Dios, y si lo han escuchado lo tienen
muy lejos de ellos. Por eso, mi pregunta está, no en ellos, si no en nosotros, los seguidores de Jesús. Jesús, enseñaba esto públicamente, en voz alta y
clara, sin tapujos ni escondites. ¿Dónde estamos nosotros?. ¿O es que la
religión y las creencias no tienen que ver nada con lo que, en este momento, es
el factor más determinante de la felicidad o la desgracia de millones de seres
humanos?. ¿Dónde están las voces de nuestros Obispos?.
Servirá todo esto para aprender, especialmente a los
creyentes las enseñanzas de Jesús, después de la experiencia vivida. ”No podéis
servir a dos señores…..No podéis servir a Dios y al dinero”(Mt 6, 24).
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