La Iglesia tiene la fea costumbre de aferrarse hasta tal punto a su tradición de tiempos pasados, que con demasiada frecuencia llega tarde y mal a escuchar " LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS ", es decir, a aceptar los cambios culturales, integrando lo nuevo para vivir en el tiempo presente y poder entender a la gente de cada momento y de cada cultura, cosa que es absolutamente indispensable para poder decir lo que hay que decir de manera que se audible y resulte aceptable. De lo contrarió, la institución eclesiástica tiene el peligro de seguir pensando como pensaba en tiempos ya lejanos. Y el peligro de seguir hablando como hablaban unas gentes que existieron en siglos pasados, pero que ya no existen. De ahí la frecuente dificultad que tienen los " hombres de Iglesia " para dialogar en serio con muchas personas normales de nuestro tiempo.
Y digo esto ante las dos acontecimientos tan graves que creo, que la Jerarquía eclesiástica ha cometido hoy.
El primero de ello, viene protagonizado por el jefe de la Iglesia católica en Belgica, monseñor André-Joseph Leónard, quien ha escrito: "La epidemia de sida es una especie de justicia. Cuando el amor humano se pervierte, al final, éste se acaba vengando", afirma el religioso en el libro "conversaciones con el arzobispo Léonard", que se publicó, en su versión original francesa, en 2006 (Ediciones Mols) y que ayer salió a la venta en Flandes, la comunidad del norte de Bélgica, en medio de un gran revuelo.
Lo grave de la situación, afirma la prensa flamenca, es que cuatro años después del escándalo que provocaron esas declaraciones en su primera versión en francés, el ahora máximo responsable de la Iglesia católica belga no se ha retractado ni ha cambiado "ni un punto ni una coma", según afirma el periódico flamenco 'De Morgen', cercano al partido socialista.
Monseñor es " inaceptable "," indigno ", " escandaloso ", que por segunda vez, Ud. vuelva a repetir lo dicho. Creo Monseñor, que su libro debe de ser muy malo y de poca venta y por lo tanto Ud. suelta la tonteria que ha dicho, para poder vender los libros y ganar dinero, através del morbo mediático.
La segunda es que el Vaticano, hizo llegar al embajador francés un mensaje en relación a la visita que Nicolas Sarkozy iba a realizar al Papa, en el que se le precisaba que Carla Bruni, "no era bienvenida en El Vaticano".
No voy a entrar en plenos detalles, pues sabéis, que mi lema es el de hacer pequeña reflexiones, pues hoy en día recibimos tanta información que no nos da tiempo a leerla toda.
Y esta es la siguiente. La verdad sea dicha, que la Jerarquía eclesiástica debe de tener una traducción muy distinta de los Evangelios, a la que tenemos los demás mortales que formamos parte de esa misma Iglesia. Y por lo tanto deben de conocer aún Jesús, muy distinto al que conocen la gente sencilla y humilde, posiblemente por que ellos son los sábios y entendidos en las cosas de Dios.
Digo todo esto por que en mis Evangelios, se recoge la figura de un Jesús de Nazaret, que es proclamado hijo de Dios, que acogía a todo el mundo. Comía con pecadores y prostitutas. Curaba a enfermos y limpiaba a leprosos. No juzgaba a nadie. Nos enseño, que todos somos hijos del mismo Padre Dios. Y que Dios Padre no es la ley del mal, sino el amor y la justicia entre los hombres. Y sobre todo nos enseño: " QUE NOS AMARAMOS LOS UNOS A LOS OTROS, COMO EL NOS AMÓ ", NOS ENSEÑÓ A PERDONAR.
La jerarquía eclesiástica esta lejos, muy lejos y cada vez más lejos de la gente de la calle.
Una Iglesia más sencilla, fraterna y buena, humilde y vulnerable, que comparte las preguntas, conflictos, alegrías y desgracias de la gente, es lo que la sociedad de hoy demanda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario