sábado, 31 de mayo de 2014

EVANGELIO DOMINGO 1 DE JUNIO 2014. ASCENSIÓN DEL SEÑOR.

Evangelio según San Mateo 28, 16-20.

En aquel tiempo, los Once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: "Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

COMENTARIO.-

El Día de la Ascensión es una fiesta cristiana que se celebra cuarenta días después del domingo de Resurrección (durante el tiempo de pascua) y que conmemora la ascensión de Jesucristo al cielo en presencia de sus discípulos tras anunciarles que les enviaría el Espíritu.

A nada más, que realicemos una breve comparación de los evangelios sinópticos, nos daremos cuenta de las siguientes consideraciones.

En el evangelio de Marcos, que es el primero que se escribe y que por lo tanto está más cerca de los acontecimientos. Sólo recoge al final de su evangelio: " Después de hablarles, el Señor Jesús fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios ". Mc 16, 19

El evangelio de Mateo, no dice nada de la ascensión del Señor. Este evangelio termina con la promesa de Jesús: " Sabes que Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo ". Mt 28, 20

En el evangelio de Lucas. Se nos presenta un escenario distinto pues nos dice que: " Jesús se separa de ellos subiendo al cielo "

Es en el Evangelio de Juan, el cual como hemos dicho muchas veces es el último que se escribe y que recoge con más experiencia las interpretaciones de las primeras comunidades. En Juan encontramos una despedida de Jesús a sus discípulos : " Yo me voy al Padre y vosotros estáis tristes.... Sin embargo, os conviene que Yo me vaya para que recibáis el Espíritu Santo. "

También en Hechos de los Apóstoles 1, 9-11 se nos relata la ascensión del Señor.

La Ascensión no quiere decir que este día se recuerda la entrada de Jesús en la gloria del Padre. Eso aconteció el mismo Viernes Santo, en el momento de morir. Ni tampoco se debe interpretar esta fiesta como el "recambio" de Jesús que es sustituido por el Espíritu, como "imagen" y "revelación de Dios en este mundo (Castillo). No. Jesús sigue siendo siempre, y hasta el final de los tiempos, imagen de la presencia de Dios entre los humanos. La misión del Espíritu es darnos la fuerza que necesitamos para que este recuerdo de Jesús y la presencia de Dios sean siempre algo actual y presente en el mundo.

Esta fiesta, por tanto, nos viene a decir que aquel pobre y humilde trabajador, aquel desconocido vecino de la aldea de Nazaret, por su vida coherente, fiel al designio de Dios, llevada a cabo en libertad y audacia, para hacer lo que el Padre le pedía y esperaba de él: su lucha y su afán por hacer este mundo más habitable, menos ingrato sobre todo para los más desgraciados de la vida, aquel humilde y sencillo Jesús, aquel hombre tan humano y entrañable, es el que nos trazó el camino de la gloria, del ascenso hasta el logro de nuestras aspiraciones más profundas y más nobles.(Castillo)

Este es el significado que desde una teología actual se debe dar a la fiesta de la Ascensión del Señor.

Que podemos aprender de todo esto. Que la fiesta de la Ascensión, lo que nos viene a decir, es que una vez terminada la presencia física de Jesús, vivimos " EL TIEMPO DEL ESPÍRITU ". Es decir, comienza el tiempo de la madurez, la reflexión de todo lo vivido. Para que nosotros, con esa experiencia, e iluminado por el Espíritu, seamos capaces de crear nuevos caminos y de abrir nuevos horizontes a la luz de los signos de los tiempos, que nos permita construir el Reino de Dios en la Tierra.

La misión del Espíritu es darnos la fuerza que necesitamos para que este recuerdo de Jesús y la presencia de Dios sean siempre algo actual y presente en el mundo.

Por eso no debemos de olvidar que la Ascensión a los cielos, comienza en la tierra.

PÁSALO. DIFUNDID EL EVANGELIO.


viernes, 30 de mayo de 2014

¿ES EL CELIBATO LA SOLUCIÓN AL MINISTERIO SACERDOTAL?

Como es ya tradicional últimamente en los viajes papales, bien ante de su llegada a destino o en su regreso; el papa concede una entrevista a los periodistas que le acompañan en el viaje. Pues bien, este lunes cuando el papa Francisco, regresaba a Roma, después de su visita a Jerusalén, ha dado una de esas pinceladas revolucionarias de las que nos tiene acostumbrados. En el regreso de dicho viaje, ha dicho a los periodistas que “el celibato de los sacerdotes no es obligatorio... la puerta está abierta”. Lógicamente, estas palabras del Papa, abren una vez más la reflexión de ciertas cuestiones dentro del seno de la Iglesia. Cuestiones, que como es normal nos lleva muchas veces al enfrentamiento, la discordia en lugar de la reflexión, comprensión y estudio de las cosas.

Jesucristo nunca dijo que sus discípulos tenían que ser célibes. De hecho, Pedro, el "jefe" de los apóstoles estaba casado. En los primeros siglos de la Iglesia, los sacerdotes e, incluso, los obispos eran casados o solteros, indistintamente. El propio San Pablo sólo les pide a los obispos que "sean hombres de una sola mujer".

Durante los primeros siglos de la Iglesia el celibato no es, pues, obligatorio para los clérigos. A lo largo de más de un milenio hubo sacerdotes casados y célibes. En el siglo IV se exigió a los sacerdotes que se abstuviesen sexualmente la noche antes de celebrar la eucaristía. Cuando la Iglesia introdujo la misa diaria, el precepto de abstinencia se convirtió en obligación de continencia continua. La justificación fue la "pureza ritual": cualquier actividad o experiencia de placer sexual es incompatible con el contacto con el pan eucarístico.

Al no conseguir la imposición de la continencia sexual y ante el consiguiente fracaso de todas las sanciones al respecto, el segundo Concilio de Letrán, en el año 1139, promulgó la ley del celibato. "La ordenación sacerdotal se convierte en impedimento matrimonial", reza el canon VII de dicho concilio. La razón principal para promulgar esa norma fue de índole económica: los curas casados repartían la herencia entre sus hijos, empobreciendo así el patrimonio de sus diócesis y de la Iglesia.

A pesar de la promulgación de la ley del celibato, en el año 1500 la mayoría de los curas seguían manteniendo "relaciones parecidas al matrimonio". Hay que esperar al Concilio de Trento (mediados del siglo XVI) para que la disciplina eclesiástica del celibato se imponga, con excepciones. Por ejemplo, Pío IV pensó en dispensar del celibato a los sacerdotes alemanes a ruegos del emperador. Con altibajos, desde entonces el celibato se impuso en la Iglesia católica de rito latino. Porque, en la Iglesia católica de rito oriental rige el celibato opcional, así como en todas las demás confesiones cristianas: protestantismo, anglicanismo e Iglesia ortodoxa.

Se trata, pues, de una norma disciplinar impuesta en un momento determinado por la Iglesia. Como tal, no afecta al núcleo de la fe y, por lo tanto, puede ser derogada en cualquier momento por el Papa. De hecho, en todas las demás Iglesias cristianas, el celibato, cuando existe, es opcional. Es decir, los sacerdotes ortodoxos, anglicanos y protestantes pueden casarse o permanecer célibes. En cambio, en la Iglesia católica, el celibato es obligatorio, es decir, una condición sine qua non para poder ser cura.

Ahora bien, la siguiente cuestión es el motivo por lo que surge esta disyuntiva del celibato sacerdotal. Y es que la cuestión, surge ante el tema de las escasas vocaciones al ministerio sacerdotal; y es más, yo diría que surge pensando que la anulación del celibato, es posiblemente una de las soluciones a ese tema. Se piensa que, muchos jóvenes aptos al sacerdocio renuncian a él, a causa de la ley del celibato. No cabe duda de que un celibato libremente elegido por los sacerdotes seguirá teniendo su lugar en la Iglesia católica. Pero una soltería prescrita por el derecho canónico contradice la libertad que otorga el Nuevo Testamento, la tradición eclesiástica ecuménica del primer milenio y los derechos humanos modernos. La derogación del celibato obligatorio sería la medida más eficaz contra la catastrófica carencia de sacerdotes perceptible en todas partes y el colapso de la actividad pastoral que conlleva. Si se mantiene el celibato obligatorio, tampoco puede pensarse en la deseable ordenación sacerdotal de las mujeres.

Pero el tema no creo yo que este aquí, sino posiblemente en el concepto de vocación sacerdotal. En la actualidad, la vocación se entiende como la llamada de Dios, para atender a una comunidad de cristianos. Mientras que, durante los primeros mil años de la vida de la Iglesia, la vocación se entendía como la llamada de la comunidad, que elegía de entre sus miembros al que consideraba más idóneo para educar en la fe a un grupo de cristianos. Esta manera de entender la vocación estaba tan clara entre los cristianos, que la condición indispensable, para que el obispo admitiera a un candidato a la ordenación para ejercer el ministerio, era no que el sujeto se ofreciera diciendo que Dios le llamaba, sino que se resistiera a ser ordenado, porque se consideraba indigno y sin cualidades para un servicio tan exigente.

En definitiva, en la Iglesia faltan curas porque las autoridades de la Iglesia han puesto unas condiciones que no permiten otra cosa. Tenemos lo que la Iglesia jerarquía ha optado que tengamos. En la Iglesia no tienen por qué faltar sacerdotes o personas que presidan nuestros sacramentos y actos religiosos.

Por eso, esta reflexión nos debe de ayudar a ver todas las vocaciones ministeriales existentes, y a las que van surgiendo en nuestras Iglesias, como el diaconado permanente, delegados de liturgias, (que Roma a denominado a este tipo de oficio «celebración en domingo en ausencia o en espera de presbítero»). Sin olvidar que estas mismas órdenes ministeriales, deben estar abiertas a las mujeres. No debemos de olvidar que nuestros ministerios, cambiaron en unas circunstancias sociales, pues los apóstoles estaban casados, y los papas también tuvieron casados.

Debemos aprovechar esta reflexión también, para dejarnos iluminar por el Espíritu Santo, y abrir nuestra mente y nuestro corazón a él y, hacer una lectura más profética de nuestro horizonte y preguntarnos:
- ¿Qué caminos está tratando de abrir hoy Dios para encontrarse con sus hijos e hijas en esta sociedad?
- ¿Qué llamadas está haciendo Dios a la Iglesia de hoy para transformar nuestra manera tradicional de pensar, vivir, celebrar y comunicar la fe, de modo que propiciemos su acción en la sociedad moderna?

Por eso, nuestra tarea no es ser fieles a una figura de Iglesia y un estilo de cristianismo desarrollados en otros tiempos y para otra cultura. Lo que nos ha de preocupar es hacer posible hoy el nacimiento humilde de una Iglesia, capaz de actualizar en la sociedad moderna el espíritu y el proyecto de Jesús.


domingo, 25 de mayo de 2014

EVANGELIO DOMINGO 25 DE MAYO 2014. SEXTO DEL TIEMPO DE PASCUA

Evangelio según San Juan 14, 15-21.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no le ve ni le conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré desamparados,, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con el Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él".

COMENTARIO.-

El evangelio de este domingo nos empieza a preparar, para el gran acontecimiento, que viviremos dentro de dos semanas, la fiesta de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles. Pues como nos dice el Evangelio, el Señor promete a sus discípulos el envío de un “Paráclito”, un defensor o consolador, que no es otro que el Espíritu mismo de Dios, su fuerza y su energía, Espíritu de verdad porque procede de Dios que es la verdad en plenitud.

En Pentecostés, los seguidores de Jesús comenzamos andar y a construir la Iglesia guiado por el Espíritu Santo, por el Espíritu de la verdad.

Todo esto quiere decir, que los cristianos y las comunidades cristianas, que toman en serio el Evangelio y lo viven y lo llevan a su vida. Inevitable tendrán confrontaciones con los poderes de la sociedad, posiblemente por ir en contracorriente con los valores de este mundo. Pero es en esos momentos donde el Espíritu de la Verdad, nos apoyará. Porque la verdad debe prevalecer por encima de todo, por eso el mundo no puede recibirlo, porque no le ve ni le conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros, como se nos dijo el domingo pasado, "Yo soy el camino, la verdad y la vida".

Necesitamos comunidades cristianas marcadas por la experiencia de la verdad de Jesús, y que estén abiertas a escuchar el Espíritu de la Verdad. Porque comunidades llenas del Espíritu de la Verdad, son las que podrán darle un giro nuevo a esta sociedad y sembrar una nueva civilización en este mundo.

En la Iglesia de Jesús necesitamos urgentemente mejorar nuestra relación con él. Debemos estar convencido que Él es el camino, la verdad y la vida.

"Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con el Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros".

ESCUCHEMOS AL ESPÍRITU DE LA VERDAD.


PÁSALO. DIFUNDID EL EVANGELIO.

sábado, 24 de mayo de 2014

HOY 24 DE MAYO MARÍA AUXILIADORA

Los evangelistas presentan a la Virgen con rasgos que pueden reavivar nuestra devoción a María, la Madre de Jesús. Su visión nos ayuda a amarla, meditarla, imitarla, rezarla y confiar en ella con espíritu nuevo y más evangélico.

María es la gran creyente. La primera seguidora de Jesús. La mujer que sabe meditar en su corazón los hechos y las palabras de su Hijo. La profetisa que canta al Dios, salvador de los pobres, anunciado por él. La madre fiel que permanece junto a su Hijo perseguido, condenado y ejecutado en la cruz. Testigo de Cristo resucitado, que acoge junto a los discípulos al Espíritu que acompañará siempre a la Iglesia de Jesús.

Por eso, hoy en esta fiesta de María Auxiliadora, deberíamos de madurar algo más nuestra imagen y nuestro amor a María en función de nuestro paso por esta vida. Hay una manera de amar que debemos recuperar de María  y que consiste en "acompañar a vivir" a quien se encuentra hundido en la soledad, bloqueado por la depresión, atrapado por la enfermedad o sencillamente vacío de toda alegría y esperanza de vida.

No se trata de hacer «cosas grandes». Quizás sencillamente ofrecer nuestra amistad a ese vecino hundido en la soledad y la desconfianza, estar cerca de ese joven que sufre depresión nerviosa, tener paciencia con ese anciano que busca ser escuchado por alguien, estar junto a esos padres que tienen a su hijo en la cárcel, alegrar el rostro de ese niño solitario marcado por la separación de sus padres.

Este acompañamiento a los ojos de María debemos de extenderlo a la Iglesia, centro de comunión de los cristianos. Cuando el Concilio Vaticano II, no sin dificultades, hizo el esfuerzo de situar la figura de María no solamente a la luz del misterio de Cristo, sino también y muy particularmente a la luz del misterio de la Iglesia, no hizo otra cosa que volver a la mejor tradición eclesial, cuando María ocupaba ya en la comunidad creyente " el lugar más alto y a la vez más próximo a nosotros " ( LG 54 ). Por eso, cuando presentamos a María como " prototipo de la Iglesia ", no se hace en un sentido pasivo como el que hace una copia. Sino que se hace con un sentido profundamente activo. Por ello, creo que podríamos hoy preguntarnos:
¿ Cuáles podrían ser los rasgos de una Iglesia más mariana en nuestros días ?.

- Una Iglesia que fomenta la " ternura maternal " como María. Es decir, una Iglesia de brazos abiertos, que no rechaza a nadie, sino que acoge.

- Una Iglesia que como María proclama la grandeza de Dios y su misericordia.

- Una Iglesia que como María se convierte en signo de esperanza por su capacidad de dar y transmitir la vida.

- Una Iglesia humilde como María, siempre a la escucha de su Señor.

- Una Iglesia del " Magníficat ", que no se complace en los soberbios, potentados y ricos de este mundo, sino que busca pan y dignidad para los pobres y hambrientos de la tierra, sabiendo que Dios está de su parte.

- Una Iglesia atenta al sufrimiento de todo ser humano, que sabe, como María olvidarse de sí misma y " marchar de prisa " para estar cerca del que necesita esta ayudado.

En María Auxiliadora tenemos un hermoso ejemplo. María modelo de fe, modelo de esperanza, modelo de vida con los signos de los tiempos.


Feliz día a la familia Salesiana.

sábado, 17 de mayo de 2014

EVANGELIO DOMINGO 18 DE ABRIL 2014. QUINTO DEL TIEMPO DE PASCUA

Evangelio según San Juan 14, 1-12.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos el sitio. Cuando vaya y os prepare sitio volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino". Tomás le dice: "Señor, no sabemos a dónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?". Jesús le respondió: "Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. si me conocierais a mí, conoceríais también al Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto". Felipe le dice: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta". Jesús le replica: "Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo esté en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores. Porque yo me voy al Padre".

COMENTARIO.-

Durante toda la semana, los evangelios de la liturgia diaria, nos han ido recordando, que Jesús es la puerta y el camino para llegar a Dios Padre.

Pero posiblemente nos pase como a Felipe: "¿Señor, muéstranos al Padre y nos basta?". Y en esa espera, creamos en nuestra cabeza una configuración de Dios, tan grande, tan alto en el cielo que no tiene nada que ver con el Dios Padre de Jesús. Nada es más decisivo que la idea que cada uno se hace de Dios. Si creo en un Dios autoritario y justiciero, terminaré tratando de dominar y juzgar a todos. Si creo en un Dios que es amor y perdón, viviré amando y perdonando. Ésta puede ser la pregunta: ¿En qué Dios creo yo: en un Dios que responde a mis ambiciones e intereses o en el Dios vivo revelado en Jesucristo?

Jesús nos lo deja muy claro: "Nadie va al Padre sino por mí". Es decir, para llegar a conocer a Dios, tenemos que seguir un camino que es Jesús; tenemos que tener una verdad, que es Jesús; y tenemos que vivir una vida, como la de Jesús. De esta manera encontramos a Dios. Porque una cosa que debemos de tener clara, es que nosotros sólo podemos conocer al Dios de Jesús. Ya que, lo que nosotros podemos conocer de Dios es lo que sabemos y aprendemos de Jesús. Lo que quiere decir, es que Dios se dio a conocer en aquel hombre que fue Jesús de Nazaret. Por eso en el N.T., encontramos y se dice que Jesús es la "imagen de Dios" (Col 1, 15), la "encarnación de Dios" (Jn 1, 14), la "Palabra de Dios" (Jn 1, 1-8). Por eso, Jesús es el camino, la verdad y la vida para el encuentro con el Dios Padre de Jesús.

Ahora bien, otra cuestión es, si Jesús es el camino, la verdad y la vida para los que nos llamamos cristiano y formamos su comunidad que es la Iglesia. Ya que, en función de nuestro compromiso con Jesús, se debe de crear nuestro compromiso en su camino, en su verdad y en su vida, en función de este seguimiento será nuestro encuentro con Dios Padre. Y, nuestro encuentro con Dios, será cuando en nuestra vida actuemos sin hacer jamás diferencias, ni entre amigos y enemigos; ni entre ricos y pobres, ni entre conocidos y desconocidos, ni entre los que son de izquierdas o derechas.

Pero ese camino, esa verdad y esa vida de seguimiento individual, se tiene que ver reflejada también en la vida de la Iglesia. Ya, que una cosa es la pluralidad de ideas en la Iglesia y otra es la unidad de todos en Cristo. Y el tema, es que anteponemos nuestras ideas como el camino, la verdad y la vida muchos antes que la unidad de los cristianos que debe venir marcada por el seguimiento a Jesús que es el verdadero camino, verdad y vida. Por eso cuando intentamos imponer nuestras ideas, ocurre que muchos cristianos abandonan la Iglesia y como consecuencia pueden abandonar a Cristo. Y el abandono de Cristo, es quedarse sin camino, sin verdad y en definitiva sin vida. Porque sin Jesús, no tendrás a Dios, y sin Dios no tendrás felicidad y sin felicidad no tendrás vida. Porque en definitiva DIOS ES NUESTRA ALEGRÍA.

HAGAMOS DE JESÚS NUESTRO CAMINO, NUESTRA VERDAD Y NUESTRA VIDA.

DIFUNDID EL EVANGELIO


jueves, 15 de mayo de 2014

HOY 15 DE MAYO. DÍA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA.

Que la familia es una institución a valorar y proteger, esto no tiene discusión ninguna. Porqué está demostrado por la experiencia que, cuando en una sociedad, la estabilidad de la institución familiar se deshace, todo el tejido social se descompone. Y cuando este tejido social de un país, un pueblo, se descompone da lugar a conflictos entre los géneros, violencia de de los hombres contra las mujeres; y de éstas contra los hombres. Y, lo que es más preocupante, la violencia contra los hijos, contra los niños, en todas las formas imaginables.

Ahora bien, el reconocer esto, no implica que nuestra forma de concebir la composición familiar, sea la única. Pues cuando nos aferramos al modelo de “un hombre y una mujer que se unen indisolublemente para tener todos los hijos que Dios les mande", posiblemente estamos cerrando la puerta a muchos hermanos nuestros en la gran familia de Cristo, que es la Iglesia.

Y digo, todo esto, porque cuantos Hermanos nuestros, han dejado la Iglesia por nuestra incomprensión. Hermanos que han estado casado canónicamente y que por circunstancias de la vida, han tenido que decir separarse, por el bien de todos los miembros familiares y estando ambos cuidan de los hijos según sus acuerdos. Estos hermanos, ya no tienen cabida al parecer en nuestro modelo de familia. Las madres solteras, víctimas de la infidelidad de un hombre, o aquellas mujeres llenas de caridad, que han decido recoger a uno de esos miles de niños abandonados, para darle lo mejor de su vida, tampoco tendrían sitio en el modelo de familia. Y como no, los padres solteros, hombres que con sus hijos se ven también abandonados por su mujer y su madre, o el hombre que recoge a un niño llegado de una patera, y que se ofrece generosamente para cuidarlo como padre, tampoco formarían una familia. Y, por supuesto, los padres y madres que deciden tener sólo un hijo o, a lo sumo dos, por compartir una paternidad responsable, tampoco entran en el concepto de familia tradicional, cuyo fin es la procreación.

Todas estas circunstancias y todas estas personas forman parte de nuestra sociedad actual y como no, de la Iglesia actual, familia grande de todos los creyentes en Cristo. Por eso, cuando la Iglesia no actúa como esa gran familia acogedora, como esa familia abierta a las circunstancias de las personas y a los signos de los tiempos, viene el rechazo de los hijos a su madre y a la familia, dando lugar al rompimiento de los vínculos.

Desde este año dedicado a la maduración de la Fe y desde el compromiso que nació en Jesús de crear la gran familia del Reino de Dios, EDUQUEMOS EN LA FE, encaminada EN DEFENDER LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS, más que el de las Instituciones. Pues no debemos de olvidar que para EDUCAR EN LA FE, DEBEMOS PRIMERO ACOGER EN LA FE.

En cualquier modelo de familia lo importante es el amor, que Jesús predicó y que debemos desarrollar en cualquier circunstancia que la vida nos plantee.


EL PROYECTO SUBVERSIVO DE LA "MISERICORDIA" DEL SEÑOR, ESTA EN MARÍA.

Hoy , primer día de la novena de María Auxiliadora; traigo a reflexión  el canto del Magnificat.

El Magníficat (magnificat en latín) es un canto y una oración cristiana. Proviene del evangelio de Lucas Lucas 1:46-55 y reproduce las palabras que, según este evangelista, María, Madre de Jesús, dirige a Dios cuando visita a su prima Isabel, Lucas 1:13, madre de Juan el Bautista y esposa de Zacarías.

El nombre de la oración está tomado de la primera frase en latín, que reza Magnificat anima mea Dominum. Dentro de la Liturgia de las Horas, el Magnificat es el Canto Evangélico empleado en el rezo de las vísperas.

En aquel tiempo, María dijo: " Proclama mi alma la grandeza del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador; porque ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava, y por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hizo proezas con su brazo dispersó a los soberbios de corazón,   derribó del trono a los poderosos y enalteció a los humildes, a los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió vacíos. Auxilió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia-como lo había prometido a nuestros padres-en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Lucas, 1, 46-55.

Pues bien, sea cual sea, el origen de este canto, lo que debemos de tener en cuenta es el sentimiento de alabanza a Dios, que transmite este canto en boca de María.

María en este canto, nos manifiesta su creencia en el Dios de la misericordia y no cree en un Dios terrible, amenazante y violento que recogía las antiguas escrituras. Por eso, según el Dios que da sentido a nuestra vida, así son los sentimientos que cada cual alimenta y contagia a los demás.

El problema preocupante, que plantea el Magnificat, está en que nuestro comportamiento en la vida no coincide con el proyecto de Dios. Dios nos plantea un cambio completo a las situaciones sociales. Pero somos nosotros, los que no estamos dispuestos a colaborar y llevar a cabo esos cambios, sino que hacemos todo lo contrario. Por eso lo soberbios, poderosos y ricos siguen en sus tronos, mientras que los humildes y hambrientos aumentan cada día.

Sea lo que sea de la historicidad de estos datos, lo que importa es la lección religiosa que plantea el evangelio de Lucas: cuando Jesús viene a este mundo, el sacerdocio enmudece y no tiene ya nada que decir, mientras que la mujer sencilla del pueblo sin importancia pronuncia el proyecto subversivo de la "misericordia" del Señor: "desbaratar los planes de los arrogantes, derribar del trono a los poderosos, encumbrar a los humildes, colmar de bienes a los hambrientos y despedir a los ricos con las manos vacías" (Lc 1, 50-53).


miércoles, 14 de mayo de 2014

LAMPEDUSA, EL CLARO EJEMPLO DE LA DESHUMANIZACIÓN DEL SER HUMANO.

Hace seis meses escuchábamos las siguientes palabras del Papa Francisco "Sólo me viene la palabra vergüenza. Es una vergüenza". Estas palabras del Papa Francisco resumieron el sentir de buena parte de la comunidad internacional ante el naufragio que se registró cerca de la isla de Lampedusa en el que fallecieron más de un centenar de personas y desaparecido otras 250, tras ver cómo una veintena de barcos observaban el incendio de la embarcación sin avisar a las autoridades.

Ayer, vivimos nuevamente y desgraciadamente esta historia. Han transcurrido solamente seis meses y hemos vivido nuevamente la gran vergüenza de la humanidad, como nos dijo el Papa Francisco. En el suceso de ayer, se calcula que podrían ascender a 200 los muertos en el naufragio ayer a un centenar de millas de la isla siciliana de Lampedusa de una barcaza en la que según varios supervivientes viajaban unos 400 inmigrantes. Las fuerzas italianas han logrado rescatar con vida a 200 personas y has recuperado los cuerpos de 17 muertos. Pero de los otros 200 inmigrantes que iban en el cayuco no se tienen noticias. Se teme que se encuentren en el fondo del mar, en ese gigantesco cementerio que es el Mar Mediterráneo, donde se calcula que 25.000 personas han perdido la vida en los últimos 20 años cuando trataban de entrar en Europa.

De lo que no hay duda es que el barco en el que viajaban los inmigrantes se ha hundido. El propio responsable de Inmigración del Ministerio italiano del Interior, Giovanni Pinto, había señalado hace unos días en una comparecencia ante el Parlamento cómo las embarcaciones cargadas de 'sin papeles' que se hacen a la mar desde Libia cada vez son decrépitas, porque los traficantes de seres humanos saben que las naves italianas acuden a socorrer a los inmigrantes casi en el límite con las aguas territoriales libias. En el naufragio de ayer, aunque sólo una hora después de que la barcaza se fuera a pique los primeros equipos de rescate ya se encontraban en el lugar, para muchos de los inmigrantes ya era demasiado tarde.

¡Hasta cuando! “Europa salva a los bancos y deja morir a madres con niños", se lamenta el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

A nada más que, realicemos un breve estudio de la economía a lo largo de la historia, podremos observar que estás han sido muy distintas. Sin embargo, en todas esas épocas económicas, la relación del hombre con los bienes materiales, ha sido siempre igual, la de atesora más y más. A esto se le ha denominado codicia
.
Ahora bien, la codicia a la que el ser humano está llegando en esta sociedad de la globalización, es la causa fundamental de la enorme crisis económica que se está padeciendo y que tanto sufrimiento está produciendo, sobre los más pobres. Pues estamos viendo que, en una economía global, los destrozos de la codicia también son globales.

Por eso, en los evangelios podemos aprender que el que tiene centrada su vida en el propio dinero y en el propio capital pervierte su visión de la vida, del mundo y de todo, hasta el extremo de llegar a cegarse sólo en el atesorar y atesorar más. De forma que, una persona así, vive en la plena oscuridad de la vida. No ve, la injusticia en que vivimos y el destrozo humano cargado de dolor y desesperanza que todo ese poder económico de más y más trae consigo.

De ahí la fuerza de la frase de Jesús: “No podéis servir a dos Señores a Dios y al dinero”. La fuerza de esta sentencia evangélica está en que quién centra su vida en el dinero, lo que hace es construir al dinero en amo, al tiempo que él mismo se vende como esclavo a semejante dueño. Así, el codicioso, creyendo que es libre, en realidad es un hombre que perdido su libertad. Y vive a merced de lo que le manden los mercados económicos.

De aquí que desde este punto de vista cristiano urge levantar la voz para proclamar la más amplia de la justicia social, de manera que nos llegue a humanizarnos plenamente, porque en la medida que nos humanicemos estamos en el camino de la construcción del Reino de Dios en la tierra


martes, 13 de mayo de 2014

MADRE MAZZARELLO. EL ESPÍRITU DE MONERSE.

Este año la fiesta de Madre Mazzarello, posiblemente sea un día más para recordar su bibliografía y algunas fechas importantes que formaron parte de su vida y que conciernen a la vida del Instituto de la Hijas de María Auxiliadora y de su labor. Por eso, dentro de ese contexto de fecha; creo que debemos de tener presente, la del próximo 22 de Septiembre de este mismo año, donde celebraremos el XXIII Capítulo General de la Congregación.

La fiesta de hoy de Madre Mazzarello, debe de servirnos no solamente para descubrir los datos históricos de Madre, si no para descubrir verdaderamente el secreto de Madre Mazzarello y que nos lleve a afrontar con alegría y entrega el  título del XXIII Capítulo General

                       Ser hoy con los jóvenes casa que  evangeliza

Pero, ¿de dónde nace todo?, de un secreto. Y, ¿cuál fue ese secreto?

El secreto de Madre Mazzarello reside en el testimonio personal y comunitario, de ese espíritu que nació en Mornese, que fue sin duda alguna, vivido de forma original por ella y por la primera comunidad de Hijas de María Auxiliadora.

En Mornese, Madre Mazzarello y las primeras hermanas fueron capaces de traducir al ámbito femenino el don recibido del Espíritu Santo y vivido por Don Bosco.

En Mornese se vivió y se expresó con el corazón y el estilo de mujer:

• La Alianza con Dios a través de una vida interior de fe, esperanza y caridad catalizada por el donde predilección de la juventud.

• Un estilo ascético-místico salesiano, como Don Bosco en Valdocco.

• La participación en la misión de la Iglesia con una conciencia viva de sentirse invitadas por Dios para una implicación apostólica a favor de las jóvenes necesitadas.

• El Sistema Preventivo como sabiduría operativa o criteriología pastoral en la manera de realizar la misión.

• Una forma peculiar de vida evangélica, según una clara y concreta elección religiosa, en una Congregación capaz de adaptarse a los tiempos.

Para ello, en el día de hoy, además de disfrutar y pasarlo bien porque es un día festivo para nosotros, también debemos de intentar redescubrir nuevamente nuestras raíces carismáticas y profundización de nuestra espiritualidad, que nació de ese espíritu de Monerse, con el fin poder desarrollarlo hoy en función de los signos de los tiempos que nos ha tocado vivir.

El estilo con el que Don Bosco y Madre Mazarello, se hizo presente entre los jóvenes, en la sociedad de su tiempo, han constituido una herencia, que todos nosotros como miembros de esa gran familia salesiana debemos de custodiar y transmitir, a los que hoy, se consideran sus seguidores, a todos los jóvenes y miembros de esta gran comunidad que formamos todos los seguidores de Cristo en la Iglesia.

Para ello, a las puertas de XXIII Capítulo General de la Congregación, este día de Madre Mazzarello debe servirnos para reencontrarnos todos con ese espíritu de Morense, de manera que nos permita descubrir nuestras tres dimensiones personales.

Una dimensión de comunicación con Dios, que nos abra a esos jóvenes a una comunidad de hermanos y hermanas que proclamamos el mensaje del Amor de Dios manifestado en Jesús para el mundo desde la alegría del Evangelio, como nos recuerda el Papa Francisco.

Una dimensión personal, que nos permita construir desde esa casa que evangeliza buenos cristianos y honrados ciudadanos, hombres y mujeres con verdadera voz de encuentro, diálogo, amistad y apoyo entre todos.

Y, una dimensión de comunicación con el mundo, que nos permita una verdadera vida de entrega apostólica, de creatividad pastoral, de búsqueda de caminos para un diálogo fecundo con las culturas juveniles y las realidades humanas de este mundo.

Feliz Día de Madre Mazzarello a todos con todo mi cariño Rafael González




sábado, 10 de mayo de 2014

EVANGELIO DOMINGO 11 DE MAYO 2014. CUARTO DOMINGO DE PASCUA.

Evangelio según San Juan 10, 1-10.

En aquel tiempo, dijo Jesús: "Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños". Jesús les puso esta comparación pero ellos no entendieron lo que les hablaba. Por eso añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escuchan. Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante".

COMENTARIO.-


En el ecuador de la Pascua, donde hemos ido repasando las apariciones del Señor; la liturgia nos presenta este domingo un texto donde Jesús nos recuerda que el aparece para todos, porque él es la puerta de la salvación no solamente de uno sólo sino del mundo entero "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escuchan. Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante".

Pero, este texto del Evangelio durante mucho tiempo, ha dado lugar por parte de cierto sector eclesial a interpretar mal la enseñanza de Jesús. Ya que, dicho texto ha sido utilizado para presenta la relación que debe de existir entre los miembros que formamos  la comunidad eclesial.

Digo esto, porque se suele utilizar la imagen de las ovejas y el pastor, para justificar la dualidad de clase dentro de la Iglesia. Como quedó de manifiesto en el Concilio Vaticano I: "La Iglesia de Cristo no es una comunidad de iguales, en la que todos los fieles tuvieran los mismos derechos, sino que es una sociedad de desiguales, no sólo porque entre los fieles unos son clérigos y otros laicos, sino, de una manera especial, porque en la Iglesia reside el poder que viene de Dios, por el que a unos es dado santificar, enseñar y gobernar, y a otros no" (Constitución sobre la Iglesia, 1870).

Pero, si examinamos detenidamente bien los evangelios, podremos ver que para Jesús lo determinante en cuanto a los ministros de la Iglesia no es el culto, lo ritual o lo sagrado. Ni la ortodoxia de las ideas religiosas. Ni que el pastor sea célibe o casado, hombre o mujer. Ni sus ideas políticas. Jesús no hace la menor referencia a ninguna de esas cosas.

¿Qué le interesa a Jesús sobre los ministros de la Iglesia?

La relación del ministro con los miembros de la comunidad eclesial. Es decir, la relación ejemplar del pastor con su rebaño:”el pastor va delante y las ovejas le siguen; las conoce por su nombre”; Como diría el Papa Francisco: “ El pastor que no huele a oveja…….”. El pastor no es un asalariado, o sea no actúa por interés alguno, porque lo único que le importa en la vida es el bien de las ovejas. Y hasta da su vida por el bien de su rebaño. En la Iglesia, tenemos pastores que actúan así. Pero, también abundan demasiado los que nada más intentan "hacer carrera jerarquica", los "instalados", los que van, no delante, sino detrás, rezagados, desinteresados, sobrados de poder y carentes de autoridad.

De aquí, que el Concilio Vaticano II supuso dar un cambio radical en este sentido, con su insistencia en que más importante que las diferencias de ministerio o servicio en la Iglesia es la común dignidad de los miembros del Pueblo de Dios (el lugar más simbólico a este respecto es el capítulo segundo de la Lumen Gentium del Vaticano II).

Por eso, el evangelista recoge muy bien lo que añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas". Si nos fijamos bien, nos dice que Jesús es la puerta, el lugar de la entrada, el estilo de vida, que debemos todos tener para entrar en el redil. Jesús, no dice que Él, es el pastor, sino dice:"quien entra por mí se salvará y podrá entrar y salir. El que no entra por Él es un ladrón".

En la Iglesia de Jesús, todos somos pastores de todos, todos somos responsables y todos podemos aportar. No se debe de negar a ningún miembro elegido por ella, el papel de su coordinación y su gobierno.

Creemos en nuestra comunidad eclesial un clima de respeto, comunicación y diálogo, comprendiendo que Jesús es la puerta de todos los miembros de la comunidad. Coloquemos a Jesús en medio de nuestra vida y en medio de la Iglesia. Lo primero es “escuchar su voz”. No dejarnos distraer ni aturdir por otras voces extrañas que, aunque se escuchen en el interior de la Iglesia, no comunican su Buena Noticia. Lo segundo escuchemos como Jesús nos llama “por nuestro nombre”. Dejémonos atraer por él personalmente. Intentemos descubrir poco a poco, y con alegría, que nadie responde como él a nuestras preguntas más decisivas, nuestros anhelos más profundos y nuestras necesidades últimas. Y lo tercero y definitivo es SEGUIR A JESÚS, camino de encuentro con Dios. Pues nadie puede conocer a Dios si no es seguidor de Jesús.

DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO.




viernes, 9 de mayo de 2014

LI JORNADAS MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES. SAL A DARLO TODO.

El próximo domingo día 11 de Mayo dentro de la fiesta del Buen Pastor, la Iglesia celebra las 51 Jornadas Mundial de Oración por las Vocaciones, bajo el lema “SAL A DARLO TODO”.

Se trata de una jornada que, nos invita a toda la comunidad eclesial a tomar conciencia de la necesidad de pedir al Señor, de promover y amparar las vocaciones sacerdotales y religiosas con la oración, así como la invitación a los jóvenes para que se animen a plantearse la vocación sacerdotal o religiosa, como una opción válida en su vida. Especialmente en estos momentos donde es frecuente escuchar voces de gran preocupación en la jerarquía eclesial y en ciertos sectores laicales; ante la tendencia a la baja en el número de seminaristas en los últimos años y de las futuras vocaciones en las distintas órdenes religiosas que forman nuestra Iglesia.

En la actualidad, la vocación se entiende como la llamada de Dios, para atender a una comunidad de cristianos. Mientras que, durante los primeros mil años de la vida de la Iglesia, la vocación se entendía como la llamada de la comunidad, que elegía de entre sus miembros al que consideraba más idóneo para educar en la fe a un grupo de cristianos. Esta manera de entender la vocación estaba tan clara entre los cristianos, que la condición indispensable, para que el obispo admitiera a un candidato a la ordenación para ejercer el ministerio, era no que el sujeto se ofreciera diciendo que Dios le llamaba, sino que se resistiera a ser ordenado, porque se consideraba indigno y sin cualidades para un servicio tan exigente.

Y para comprender un poco lo que quiero decir, traigo aquí una breve historia que ocurría en una parroquia.

Hace algunos años, durante la celebración de la Misa, un sacerdote estaba usando el rito penitencial para bendecir a la asamblea con agua bendita. Apenas comenzaba el rito cuando el sacerdote se dio cuenta que el sacramentario (el libro que se usa para las oraciones durante la liturgia, hoy conocido como el Nuevo Misal Romano), se había quedado en la sacristía. Sin decir una sola palabra, el sacerdote inmediatamente se fue a traer el libro de la sacristía.

Mientras tanto el pequeño monaguillo sin saber que era lo que le había sucedido al Sacerdote, tomó el recipiente con el agua bendita y se fue caminando por la nave central de la iglesia bendiciendo y rociando a la asamblea con el agua bendita. La gente se sonreía y se persignaba y se consideraban bendecidos. Tal fue así que, cuando regresó el sacerdote, se rio y dijo: “Yo no pudiera haberlo hecho mejor”, y continuó con la celebración de la Misa, considerando también por digna y buena la bendición realizada por el monaguillo.

En esta historia de la vida real, nos damos cuenta de cómo un pequeño monaguillo vio la necesidad y se sintió llamado a responder y hacer algo al respecto. El niño había visto este rito litúrgico antes –aquel que nos recuerda nuestro bautismo – y estaba preparado para ser partícipe. En definitiva, en la Iglesia faltan sacerdotes o vocaciones ministeriales, porque las autoridades de la Iglesia han puesto unas condiciones que no permiten otra cosa, pues Jesús no impuso tantas condiciones, solamente le pidió a los discípulos que le siguieran. Tenemos lo que la Iglesia jerarca ha optado que tengamos.

No se trata de modernizarse, sino de actualizarse. Por eso, este día deberíamos dedicarlo a renovar el concepto primero de vocación y en segundo lugar dejarnos iluminar por el Espíritu Santo, para encontrar los caminos propios de los ministerios en la Iglesia de hoy.

Debemos aprovechar esta jornada, para dejarnos iluminar por el Espíritu Santo, y abrir nuestra mente y nuestro corazón a él y, hacer una lectura más profética de nuestro horizonte y preguntarnos:
- ¿ Qué caminos está tratando de abrir hoy Dios para encontrarse con sus hijos e hijas en esta sociedad ?.
- En función de estos caminos, ¿Qué vocaciones debemos abrir y fomentar?
- ¿ Qué llamadas está haciendo Dios a la Iglesia de hoy para transformar nuestra manera tradicional de pensar, vivir, celebrar y comunicar la fe, de modo que propiciemos su acción en la sociedad moderna ?.

Yo creo que, nuestra tarea no es ser fieles a una figura de Iglesia y a un estilo de cristianismo desarrollados en otros tiempos y para otra cultura. Lo que nos ha de preocupar es hacer posible hoy el nacimiento humilde de una Iglesia, capaz de actualizar en la sociedad moderna el espíritu y el proyecto de Jesús, como luz del mundo.

Pensemos, que Jesús es el «regalo» que Dios ha hecho al mundo, no sólo a los cristianos. Estar en presencia del Padre, compartiendo la misión de Cristo y dar testimonio del poder del Espíritu Santo, es lo que significa ser un verdadero seguidor del Buen Pastor y por lo tanto poder SALIR A DARLO TODO.


martes, 6 de mayo de 2014

LA FRATERNIDAD, FUNDAMENTO Y CAMINO PARA LA PAZ

Los acontecimientos que se viven en los territorios soviéticos, tienen preocupado al mundo entero y especialmente al Papa Francisco que varias veces nos ha pedido que recemos por la paz de esos territorios.

Ante esta inquietud por la paz, traigo hoy aquí el primer mensaje del Papa Francisco en las 47 Jornadas Mundial de la PAZ, que se celebró bajo el lema:"LAFRATERNIDAD, FUNDAMENTO Y CAMINO PARA LA PAZ”.

Este Mensaje, consta de diez puntos, incluidos un breve prólogo y una conclusión, intercalados por dos citas bíblicas:"¿Dónde está tu hermano?" (Gn 4,9); "Y todos ustedes son hermanos" (Mt 23,8), y seis frases con atributos de la fraternidad: "La fraternidad, fundamento y camino para la paz", "La fraternidad, premisa para vencer la pobreza"; "El redescubrimiento de la fraternidad en la economía"; "La fraternidad extingue la guerra";"La corrupción y el crimen organizado se oponen a la fraternidad"; "La fraternidad ayuda a proteger y a cultivar la naturaleza".

"La fraternidad es una dote que todo hombre y mujer lleva consigo en cuanto ser humano, hijo de un mismo Padre. Frente a los múltiples dramas que afectan a la familia de los pueblos —pobreza, hambre, subdesarrollo, conflictos bélicos, migraciones, contaminación, desigualdad, injusticia, crimen organizado, fundamentalismos —, la fraternidad es fundamento y camino para la paz", señala la Santa Sede en una nota.

El texto advierte que "la cultura del bienestar lleva a la pérdida del sentido de la responsabilidad y de la relación fraterna. Los demás, en lugar de ser nuestros ‘semejantes’, se convierten en antagonistas o enemigos, y frecuentemente son cosificados. No es extraño que los pobres sean considerados un ‘lastre’, un impedimento para el desarrollo".

"A lo sumo -denunció-, son objeto de una ayuda asistencialista o compasiva. No son vistos como hermanos, llamados a compartir los dones de la creación, los bienes del progreso y de la cultura, a participar en la misma mesa de la vida en plenitud, a ser protagonistas del desarrollo integral e inclusivo".

Por ello, "la fraternidad, don y tarea que viene de Dios Padre, nos convoca a ser solidarios contra la desigualdad y la pobreza que debilitan la vida social, a atender a cada persona, en especial de los más pequeños e indefensos, a amarlos como a uno mismo, con el mismo corazón de Jesucristo".

"En un mundo cada vez más interdependiente, no puede faltar el bien de la fraternidad, que vence la difusión de esa globalización de la indiferencia, a la cual se ha referido en repetidas ocasiones el Papa Francisco. La globalización de la indiferencia debe ser sustituida por una globalización de la fraternidad".

Finalmente, recuerda que "la fraternidad toca todos los aspectos de la vida, incluida la economía, las finanzas, la sociedad civil, la política, la investigación, el desarrollo, las instituciones públicas y culturales. El Papa Francisco, al inicio de su ministerio, con un Mensaje que está en continuidad con el de sus Predecesores, propone a todos el camino de la fraternidad, para dar un rostro más humano al mundo".

Ante estas palabras del Papa Francisco, recuerdo aquí que el pasaje evangelio de la multiplicación de los panes y los peces. Jesús no realizó la multiplicación de los panes y los peces de forma material. El milagro de Jesús fue crear un ambiente de Fraternidad y del Compartir entre todos.

Jesús en esta multiplicación de los panes y de los peces parte de lo que la gente tiene en el momento. El milagro no es tanto la multiplicación del alimento, sino lo que ocurre en el interior de sus oyentes: se sintieron interpelados por la palabra de Jesús y, dejando a un lado el egoísmo, cada cual colocó lo poco que aún le quedaba, y se maravillaron después de que vieron que el alimento se multiplicó y sobró. Comprendieron entonces que si el pueblo pasaba hambre y necesidad, no era tanto por la situación de pobreza, sino por el egoísmo de los hombres y mujeres que conformados con lo que tenían, no les importaba que los demás pasaran necesidad. El gesto de compartir marca profundamente la vida de las primeras comunidades que siguieron a Jesús. Compartir el pan se convierte en un gesto que prolonga y mantiene la vida, un gesto de pascua y de resurrección. Al partir el pan se descubre la presencia nueva del resucitado.

 La Fraternidad y el Compartir son los primeros peldaños para construir el Reino de Dios.


sábado, 3 de mayo de 2014

EVANGELIO DEL DOMINGO 4 DE MAYO 2014. TERCER DOMINGO DE PASCUA.

Evangelio según San Lucas 24 13-35.

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conservaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. El les dijo: "¿Qué conversación es ésa que traéis mientras vais de camino?". Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: "¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?". El les preguntó: "¿Qué?". Ellos le contestaron: "Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera futuro liberador de Israel. Y ya ves, hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo e incluso vinieren diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no le vieron". Entonces Jesús les dijo: "¡Qué necios y torpes sois para no creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?". Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas les explicó lo que se refería a Él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, El hizo ademán de seguir adelante, pero ellos le apremiaron diciendo:"Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída". Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero El desapareció. Ellos comentaron:"¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras? Y levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:"Era verdad, ha resucitado el Señor. Y se ha aparecido a Simón". Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

COMENTARIO.-

La liturgia de hoy, nos presenta para mi gusto, uno de los más hermosos textos de la experiencia del resucitado en los seguidores de Jesús.

El relato, además de la afirmación de que Jesús había resucitado, destaca dos temas fundamentales.

El primer tema es, el hecho de reconocer a Jesús viviente y presente en la actualidad. Hay gente que está como ciega para darse cuenta de que Jesús vive y sigue presente en la vida. El evangelio nos presenta, la perdida de ilusión y esperanza de los discípulos de Jesús, ya que no soportaron el fracaso de Jesús y el de ellos con el de Jesús, " Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador ...". Lógicamente si no esperaban nada, como iban a ver a Jesús.

Nosotros podríamos preguntarnos hoy también, como discípulos de Jesús, si hemos perdido la ilusión y la esperanza en Jesús. ¿Cuál es nuestra relación con Jesús? Reconocemos a Jesús vivo y presente en la actualidad. Y sobre todo en estos momentos de gran dificultades sociales, económicas y políticas. Lógicamente nos puede pasar igual que los discípulos de Jesús camino de Emaús. Si nosotros, no tenemos nuestro corazón abierto a la esperanza de Cristo, no podemos ver a Cristo. Cristo está presente en nuestro mundo, en todos aquellos que nos necesitan. Y en la medida que nosotros acompañamos a los que nos necesitan estamos acompañando a Jesús.

El segundo tema que nos presenta el evangelio de este domingo, está en la importancia de la eucaristía para reconocer a Jesús. Y digo esto, porque en función de nuestro encuentro con Jesús en la vida y en la actualidad que nos rodea, podemos como los discípulos encontrarlo también en el compartir la mesa, al partir y compartir el pan. En la eucaristía reconocemos a Jesús, cuando lo hemos reconocido fuera de ella. En la eucaristía partimos y compartimos el pan, cuando lo hemos partido y compartido fuera de ella. Pues somos muchos cristianos lo que vamos a misa y salimos de ella como entramos, tan ciegos para ver a Jesús y reconocer a Jesús, no sólo en la eucaristía, sino principalmente fuera de ella.

LOS DISCÍPULOS DE JESÚS LO ENCONTRARON EN EL SER HUMANO QUE PARTIÓ EL PAN CON ELLOS.


DIFUNDID EL EVANGELIO. COMPARTE NO SOLO TÚ PAN, SINO TÚ TIEMPO. PÁSALO.

viernes, 2 de mayo de 2014

MAYO, EL MES DEDICADO A MARIA

Hubo un tiempo no muy lejano y que aún perdura en la mente de muchos buenos cristianos; en que la enseñanza de la Iglesias, a través de la predicación de los sacerdotes, en donde la Buena Noticia impregnada en el Evangelio había desaparecido. Volvimos a presentar, al Dios terrible del Antiguo Testamento, al que castiga severamente, al que manda a sus hijos al infierno, al Dios que da miedo.

Pero el pueblo cristiano fue mucho más inteligente, mucho más cristiano que sus jefes y sus teólogos, y desplazó lo más cristiano de los atributos de Dios y de Jesús a la madre de Jesús, a María. Madre de misericordia, refugio de pecadores, consuelo de afligidos, auxilio de los cristianos...

Naturalmente, a María se le transfirieron también otros atributos divinos, para corroborar la fiabilidad de nuestra confianza: medianera de todas las gracias, sin pecado original, asumpta al cielo, reina de todo lo creado; (hasta seguimos invocándola como "madre del Creador", sin que nadie que yo sepa haya reparado en la formidable contradicción de esos dos términos juntos).

No hay palabras ni sentimientos capaces de agradecer suficientemente a María, la madre de Jesús, la salvación de todo lo que más caracteriza a la religión de Jesús, a la Buena Noticia: sentirse querido, saber que alguien siempre te comprende, te perdona y te acoge, alguien a quien no temer, alguien que no lleva cuentas de mal, que lo olvida todo, que lo espera todo...

Y Uds. dirán, que porque digo esto. Mayo es el mes por excelencia dedicado a María. Pero sigue, siendo el mes también que guarda más tradiciones populares en torno a María. Acontecimientos que posiblemente quedan estancados y no actualizan el concepto de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia.

Cuando el Concilio Vaticano II, no sin dificultades, hizo el esfuerzo de situar la figura de María no solamente a la luz del misterio de Cristo, sino también y muy particularmente a la luz del misterio de la Iglesia, no hizo otra cosa que volver a la mejor tradición eclesial, cuando María ocupaba ya en la comunidad creyente " el lugar más alto y a la vez más próximo a nosotros " ( LG 54 ). Por eso, cuando presentamos a María como " prototipo de la Iglesia ", no se hace en un sentido pasivo como el que hace una copia. Sino que se hace con un sentido profundamente activo. Por ello, creo que podríamos hoy preguntarnos ¿Cuáles podrían ser los rasgos de una Iglesia más mariana en nuestros días?

- Una Iglesia que fomenta la " ternura maternal " como María. Es decir, una Iglesia de brazos abiertos, que no rechaza a nadie, sino que acoge.

- Una Iglesia que como María proclama la grandeza de Dios y su misericordia.

- Una Iglesia que como María se convierte en signo de esperanza por su capacidad de dar y transmitir la vida.

- Una Iglesia humilde como María, siempre a la escucha de su Señor.

- Una Iglesia del " Magníficat ", que no se complace en los soberbios, potentados y ricos de este mundo, sino que busca pan y dignidad para los pobres y hambrientos de la tierra, sabiendo que Dios está de su parte.

- Una Iglesia atenta al sufrimiento de todo ser humano, que sabe, como María olvidarse de sí misma y " marchar de prisa " para estar cerca del que necesita
esta ayudado.

En María tenemos un hermoso ejemplo. María modelo de fe, modelo de esperanza, modelo de vida con los signos de los tiempos.


jueves, 1 de mayo de 2014

UNO DE MAYO. DÍA DEL TRABAJO. DÍA DE COMPROMISO SOCIAL PARA EL CRISTIANO.

Hoy primer día del Mes de Mayo, se celebra el DÍA DEL TRABAJO. Lógicamente mi pensamiento está hoy puesto en esas seis millones personas que se encuentran paradas en España según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Coincidiendo con esta información de la EPA, Cáritas Española también presento un informe sobre su servicio de empleo. Dicho informe refleja que un total de 77.072 personas participaron en dichos Servicios de Empleo de Cáritas en 2013, de las que el 53% fueron ciudadanos españoles, una cifra que se ha duplicado en los últimos cuatro años, ya que en 2009 el porcentaje era del 25%. Es uno de los principales datos de la Memoria de Empleo y Economía Social 2013 que ha presentado Cáritas Española y de la que se desprende que, una vez más, el perfil de las personas atendidas en sus programas de empleo y formación son mujeres (el 62% del total), de entre 25 y 45 años y con bajo nivel formativo. 

Según los datos de dicho informe, en 2013 se han invertido los porcentajes de las personas españolas, que representan el 53% de los que acudieron a Cáritas para formarse y tratar de conseguir una oportunidad en el mercado laboral, con las de origen extranjero, que suponen el 47%. 

La Memoria de 2013 de la organización muestra que este año se ha mantenido la tendencia iniciada en 2010, en cuanto al incremento de españoles atendidos y, en consecuencia, de la disminución del porcentaje de inmigrantes. Así, las personas españolas atendidas por las acciones de empleo de Cáritas han pasado del 25% en 2009 a un 53% en 2013, superando por primera vez el porcentaje de personas de origen extranjero. De los 36.224 inmigrantes, el 79% (28.517 personas) proceden de países extracomunitarios. 

El 47% de las personas que participan en los Servicios de Empleo de Cáritas tan solo cuenta con estudios básicos, es decir, estudios primarios finalizados o sin finalizar y si a este dato se le suma el 23% que sólo alcanza estudios secundarios, el resultado es que el 70% de los atendidos no supera el nivel de enseñanza secundaria obligatoria. Del total de personas atendidas por este departamento de Cáritas, 12.028 (15,6%) han logrado acceder a un puesto de trabajo. 

El secretario general de la organización, Sebastián Mora, ha afirmado en la rueda de prensa que las más de 77.000 que han tratado de conseguir un empleo y mejorar su formación son personas de las que desde muchas instituciones y sectores de la sociedad se dice que "no pueden aportar nada", sin embargo, ha dicho, Cáritas demuestra que mantienen su dignidad y que "no hay ciudadanos de primera y de segunda". Los empleos que ha conseguido ese 15,6% son "mayoritariamente" temporales y con "condiciones próximas a la precariedad", ha dicho Mora, quien ha añadido que esta es la tónica habitual en el mercado laboral español. 

En cuanto a la edad de los participantes en los servicios de empleo de la organización, los grupos predominantes son los que tienen entre 25 y 36 años y entre 36 y 45 años, ambos comparten el mismo porcentaje: el 28%. El mayor incremento de edad se ha registrado entre los ciudadanos de entre 18 y 24 años, lo que, según Caritas, responde a que en 2013 se han puesto en marcha nuevas acciones dirigidas específicamente a jóvenes. El coordinador del Equipo de Promoción de Derechos y Economía Social Solidaria, Félix Miguel Sánchez, ha indicado que la organización ha invertido en estos programas casi 36 millones de euros, que proceden en un 62% de fondos de origen privado y el 38%, de públicos. En 2013, Cáritas puso en marcha 877 actividades formativas, de las que se beneficiaron 21.501 personas y 250 participaron en programas de autoempleo. 

Sebastián Mora ha destacado las propuestas que se incluyen en la Memoria para generar empleo y que abogan por un crecimiento orientado a la mejora de la calidad de vida de las personas, "sobre todo de las más vulnerables", y comprometido con la sostenibilidad del medio ambiente. También apuesta por una redistribución del trabajo, garantizando la calidad del empleo y una protección social adecuado y por el impulso de un modelo de emprendimiento "colectivo y solidario".


Este gran problema social y humano que nos rodea debe de ser para nosotros los cristianos, un hecho de reflexión desde nuestra fe, y desde un discernimiento de los evangelios, que nos lleven a una nueva renovación de nuestro compromiso social, en función de los signos de los tiempos.

Así lo recogía también el Papa Juan Pablo II, en su Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, en su apartado El Derecho al Trabajo:

"El trabajo es un derecho fundamental y un bien para el hombre: un bien útil, digno de él, porque es idóneo para expresar y acrecentar la dignidad humana. La Iglesia enseña el valor del trabajo no sólo porque es siempre personal, sino también por el carácter de necesidad. El trabajo es necesario para formar y mantener una familia, adquirir el derecho a la propiedad y contribuir al bien común de la familia humana".

"El trabajo es un bien de todos, que debe estar disponible para todos aquellos capaces de él. La « plena ocupación » es, por tanto, un objetivo obligado para todo ordenamiento económico orientado a la justicia y al bien común. Una sociedad donde el derecho al trabajo sea anulado o sistemáticamente negado y donde las medidas de política económica no permitan a los trabajadores alcanzar niveles satisfactorios de ocupación, « no puede conseguir su legitimación ética ni la justa paz social ».Una función importante y, por ello, una responsabilidad específica y grave, tienen en este ámbito los « empresarios indirectos »,es decir aquellos sujetos —personas o instituciones de diverso tipo— que son capaces de orientar, a nivel nacional o internacional, la política del trabajo y de la economía.

Esta gran crisis económica que padecemos desde hace años, no sólo afecta al mundo laboral, si no que como consecuencia de ello, viene profundizando en desigualdades sociales, que como siempre sufren los más débiles.

Por eso, este primero de Mayo, debe de ser para nosotros un tiempo de acción evangelizadora y de compromiso transformador. Los valores cristianos deben de ser en una sociedad laica exigencia de ejemplaridad y servicio a la comunidad.

Más que nunca quizás, los cristianos católicos debemos de participar con mayor compromiso en la vida política, al igual que lo hacemos en la vida universitaria, empresarial, profesional, cultural. Ignorar lo que está pasando en la calle y en las redes sociales puede ser irresponsable. En España hay una distancia creciente entre buena parte de la sociedad y sus representantes. Y el resultado se traduce en desesperanza y desencanto.

Como creyente que se siente interpelado a evangelizar, a través de su testimonio, creo que, hay motivos para apostar por una regeneración ética de nuestra sociedad. Y, si esos motivos existen, los valores que emanan del Evangelio y del Concilio Vaticano II en su Gaudium Spet, son una alternativa creíble y factible para implicarnos en esa regeneración ética.

"Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanza, tristezas y angustias de losdiscípulos de Cristo” (GS 1).