Querido J.Ratzanguier, Papa
Emérito Benedicto XVI, querido hermano en la fe, no quería terminar el día sin
felicitarle en sus 86 cumpleaños.
Quisiera aprovechar esta ocasión,
agradecerle con todo mi corazón el servicio que ha prestado a la Iglesia en
estos momentos tan difíciles por los cuales está atravesando. Pero
especialmente quiero darles las gracias, por la valentía con la cual ha
afrontado su dimisión. Digo valentía, porque no me imagino lo que, esto habrá
supuesto en ciertos círculos conservadores de la Iglesia que, tenían asumido
que el Papa, siempre tendría que estar a su muerte, porque ese es el designio
de Dios. Pero Ud. ha sido también recordar que:” "Después de examinar ante
Dios reiteradamente su conciencia, ha llegado a la certeza de que sus fuerzas,
debido a su avanzada edad, no se adecuan por más tiempo al ejercicio de mi
Ministerio”.
Este gesto que, hasta hace
pocos días no entraba en las mentes de muchos miembros de la Iglesia, sino
solamente en algunos que eran clasificados por progresistas y destructores de
la Iglesia y que por tanto había que marginar. Pues bien, este gesto de
dimisión, ha demostrado claramente que el Pueblo de Dios, tiene su mente y su
corazón más abierto a los signos de los tiempos que, esos fieles jerarcas de la
Iglesia; pues han sabido aceptar y encajar su renuncia como un verdadero gesto
de amor a Dios y a su pueblo.
Esto simplemente nos puede
llevar a plantearnos que igual que el `pueblo sencillo ha encajado este
acontecimiento, está preparado seguro para aceptar otros tanto que los signos
de los tiempos están pidiendo, como la renovación al ministerio sacerdotal, con
la libre opción al celibato, el sacerdocio femenino. La apertura ministerial a
los laicos en la vida de la iglesia, lastrada por el absurdo poder concedido al
ministerio del presbiterado, que permitan una renovada vida sacramental, tan
necesaria en la vida de la Iglesia.
En este año que, tan
acertadamente Ud., nos ha convocado para la maduración y afirmación de nuestra
fe, - y que desgraciadamente no se está celebrando dentro de la comunidad
eclesial-, recogiendo sus palabras de
ayer en su mensaje de despedida “renovación de la fe en Dios”, espero que está
firme renovación de la fe en Dios, la hagamos desde la persona.
Muchas gracias por todo y
que Dios le acompañe.
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