jueves, 22 de marzo de 2012

ANTE LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS DE ANDALUCIA, DEL PRÓXIMO DOMINGO 25 DE MARZO.

El próximo domingo día 25 de Marzo, todos los andaluces mayores de edad, estamos convocados a las urnas para elegir a quienes nos representarán y gobernarán en los próximos cuatro años, en el gobierno regional.

En esta última semana, estamos viviendo la aparición de ciertos movimientos y respuestas ciudadanas, al descontento de la vida política andaluza. Parte de este movimiento aconseja el no ir a votar.

Ante esto, yo quiero decir, que posiblemente la democracia que tenemos, no sea la perfecta; pero sí es la que nos permite a todos expresarnos y manifestarnos no sólo el día de las votaciones, sino días antes de las votaciones. Es verdad que la clase política está desprestigiada, y esto hace que posiblemente, no tengamos políticos de más altura. Es verdad, que existe un gran desencanto en el pueblo, por su clase política, pensando que todos son iguales. Pero no debemos de olvidar, que la política es, en principio, una actividad digna y noble, a pesar de todos los pesares y es obligación nuestra ayudar a su regeneración en los casos en que se haya degradado.

Por ello, la participación en unas elecciones, es un deber cívico ineludible y un acto de responsabilidad a favor del bien común.

En las actuales circunstancias no es fácil saber para muchos a quién se debe votar. En todo caso, es algo que pertenece a la conciencia personal. Lo que no podemos es estos momentos tan difíciles para muchos de nuestros vecinos, familiares, amigos, etc.., es dejarnos llevar por la rutina, por el cansancio o la minusvaloración del ejercicio del voto. Ni mucho menos votar a un determinado partido por razones injustificadas: “siempre he votado a...”, “es que yo soy de derechas...”, “es que yo soy de izquierdas...”, “a mí el que me gusta es...”. Yo sé, que muchos dicen, que esto es Coca Cola o Pepsi Cola, y es verdad, pero son nuestras reglas de juego en estos momentos.

Teniendo en cuenta desde mi punto de vista que, en estos tiempos, el concepto de izquierda o derecha, son concepto ya trasnochados y antiguos, pues la realidad nos lo demuestra.

Hoy debemos de hablar y centrarnos en personas que buscan el progreso de la humanidad desde el mismo concepto humano, que en función de las circunstancias sociales, económicas y políticas, actuan con verdadera justicia e igualdad.

Una persona o grupo político es progresista, cuando actuan como un buen gestor de la comunidad, en todos sus ámbitos económicos, sociales, culturales, éticos y religiosos.

No se puede tolerar la tardanza en los gobernantes en reconocer y asumir crisis y adoptar medidas tardías, que con su engaño y mentira perjudican a los más indefensos de la sociedad. Pues, mientrás que con dinero público, el de todos, hemos lavado a uno de los causante de esta crisis económica como ha sido el sector bancario. El cual, después de ser ayudado, en estos momentos, son incapaces de perdonar a aquellos que no pueden pagar su hipoteca, y que le devuleven el piso, la casa, el local o la nave industrial, y no consideran con ello extinguida su deuda.

Está crisis, ha sido el claro reflejo de la codicia humana. De la codicia de unos cuantos, que no han sufrido la oposición de unos gobernantes, que tendrían que haber velado por el interés de la mayoria, en lugar del de una minoría.

Me desconcierta unos gobernantes que dicen defender a los más desfavorecidos de la sociedad y que recortan ayudas sociales. Además de no valorar el esfuerzo social de esos más desfavorecidos, que pierden derechos a cambio de mantenerse grandes puestos en la clase política.

Lo bueno de la democracia, es que cuando uno no cumple, existe la posibilidad de quitarlo y dejar paso a otro, aunque sea Coca Cola en lugar de Pepsi Cola.

La votación, en una sociedad democrática, es un acto cargado de responsabilidad ética personal. Por eso, los cristanos católicos tenemos el deber y la obligación de ir a VOTAR el próximo domingo día 25.

No hay comentarios:

Publicar un comentario