Evangelio según san Mateo
28, 16-20.
En aquel tiempo, los once
discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les habla indicado. Al
verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús
les dijo: “Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos
de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
COMENTARIO.-
La liturgia de este domingo
nos lleva a celebrar la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Este dogma quedó
fijado en la Iglesia el año 381, en el Concilio primero de Constantinopla. Lo
que quiere decir, que en los tres primeros siglos de la Iglesia no se conoció
el dogma de la Trinidad. Y esto no tiene nada de raro, pues por mucho que
hacemos una lectura profunda de los Evangelios, podremos observar dos cosas.
Primera; que en los evangelios no encontramos una definición de Dios. Solamente
en la carta de Juan se nos dice que Dios es amor. Segunda que Jesús, no se
ocupa de ofrecer una doctrina de Dios, como a lo largo de los tiempos los
teólogos han llevado acabo sobre el misterio de la Trinidad. He de recordar que
solo al final de los evangelios de Marcos 16, 15-16 y Mateo 28, 18-20 se
bautiza en el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En el Nuevo Testamento lo
que aprendemos es la fe en Dios como Padre, en Jesús como Hijo, y en el
Espíritu Santo. Claro cuando nos olvidamos de esto, vienen las fuertes
controversias teológicas que dan lugar a pensar por el Credo que “Dios es Padre
Todopoderoso”, mientras que por el evangelio encontramos que este Padre es
“grande en Misericordia”. En el Credo vemos que Jesús es “de la misma
naturaleza que el Padre, que padeció por nuestro pecado, fue muerto y
sepultado”. Por el Evangelio aprendemos que Jesús fue de naturaleza humana,
sencilla, humilde y honrada, que se preocupó de los pobres y marginados de la
sociedad. El Credo nos dice que el
Espíritu es “Señor y dador de vida”, desde el Evangelio se nos enseña que el
Espíritu nos enseña la verdad.
Por eso el evangelio de hoy,
nos dice y nos manda a hacer discípulos en nombre de la misericordia de Dios
Padre, con la forma de actuar y de vivir
de Jesús y dejándonos llenar de la verdad del Espíritu.
NO EXISTE EXPERIENCIA
DIVINA, SI NO ESXISTE ANTES EXPERIENCIA HUMANA.
Hoy, celebramos también la
Jornada Pro Orantibus, “SÓLO DIOS BASTA”. Año de la Vida Consagrada. Año
Jubilar Teresiano. leer el post
anterior.
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