Evangelio según Juan 12,
20-23.
"En aquel tiempo, entre
los que habían venido a celebrar la Fiesta había algunos gentiles; éstos,
acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: "Señor,
quisiéramos ver a Jesús". Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y
Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: "Ha llegado la hora
de que sea glorificado el Hijo del Hombre. Os aseguro, que si el grano de trigo
no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El
que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este
mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga y
donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre le
premiará. Ahora mi alma está agitada y, ¿qué diré?: Padre líbrame de esta hora.
Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre".
Entonces vino una voz del cielo: "Lo he glorificado y volveré a
glorificarlo". La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un
trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y
dijo: "Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser
juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y
cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí". Esto lo
decía dando a entender la muerte de que iba a morir".
COMENTARIO.-
Durante la semana pasada y
esta que comenzamos, estamos leyendo el evangelio de Juan en la liturgia
diaria.
El evangelio de Juan, como
todos sabemos, es el último que se escribió, en torno a los años 90 a 100 d C. Esta
última redacción, tan alejada en el tiempo histórico, ha hecho del evangelio de
Juan, un escrito basado más en su reflexión y elaboración teológica, que en su
historicidad, realidad que hace difícil su comprensión.
Con esto lo que quiero
decir, es que en el evangelio de Juan, no se puede comentar las palabras de
Jesús, como si fueran palabras directas y pronunciadas por Jesús. Las palabras
de Jesús en este cuarto evangelio, han sido puestas por el evangelista en boca
de Jesús para expresar la reflexión teológica que la comunidad ha elaborado, a
lo largo de su experiencia de fe. De aquí, la diferencia de este evangelio con
los sinópticos (Marcos, Mateo, Lucas), y también, la complejidad muchas veces
de entender el evangelio de Juan.
Si, se interpreta como
histórico, el Jesús presentado en el evangelio de Juan, caemos casi
inevitablemente en la herejía monofisista (Jesús como solamente divino, no
humano). Leer y proclamar o comentar el evangelio de Juan sin un comentario
exegético mínimo, y, por omisión, no evitar una interpretación directa literal
del mismo, es un flaco servicio a la fe del pueblo cristiano.(Koinonía). Este
es posiblemente uno de los grandes errores, que hemos cometido a lo largo de
los tiempos en nuestra labor pastoral.
Pues bien, teniendo en
cuenta lo dicho anteriormente, el evangelio de hoy domingo comienza narrando el
interés de unos gentiles por conocer a Jesús. El hecho de que sean unos
gentiles quienes buscan a Jesús, representa ser un símbolo de la universalidad
del evangelio, pues «incluso los paganos buscan a Jesús».
Este acontecimiento lo
aprovecha el evangelista para dejar claro que el conocimiento de Jesús, de su
evangelio y su mensaje, les va a llegar por mediación de los discípulos de
Felipe y Andrés. Esta ocasión de encuentro es aprovechada, para anunciar su
pasión y muerte en la cruz para alcanzar la redención del mundo. Ahora bien,
debemos de tener mucho cuidado con esta idea. Pues podemos dar la impresión,
que sea dado durante mucho tiempo, de que la salvación viene a través del
sufrimiento, como si Dios quisiera que sus hijos que somos todos nosotros sufriéramos
para salvarnos.
Para ello utiliza la
parábola del grano de trigo. El grano de trigo, no muere sino se transforma en
una espiga que da más granos. Dios no quiere la muerte, sino el fruto, es
decir, la vida. Con lo que nos quiere decir, que en este mundo, ponerse de
parte de la vida, y de los derechos de la vida, supone una transformación en el
verdadero seguimiento de Jesús: "El que quiera servirme, que me siga y
donde esté yo, allí estará mi servidor". Quien se agarra egoístamente a su
vida, la echa a perder; quien sabe entregarla con generosidad genera más vida.
EL CONOCIMIENTO DE JESÚS, LLEGA
A TRAVÉS DE LA MEDIACIÓN DE SUS DISCÍPULOS. SEAMOS MEDIADORES DE CRISTO EN
NUESTRO ENTORNO, DIFUNDIENDO Y VIVIENDO EL EVANGELIO. PÁSALO.
Hoy domingo tendrá lugar en
todas las diócesis de España, los actos del Día del Seminario, este año bajo el
lema: “SEÑOR, ¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MÍ?”
Lee el post que escribí en
la festividad de San José: “19 DE MARZO. SAN JOSÉ. DÍA DEL SEMINARIO. “SEÑOR,
¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MÍ?”
.
agan los comentarios mas cortos maximo 3 lineas
ResponderEliminar