Evangelio según San Marco 1,
12-15
"En aquel tiempo, el
Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días,
dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían.
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de
Dios. Decía: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios; CONVERTÍOS
Y CREED EN EL EVANGELIO".
COMENTARIO.-
Para poder comprender bien,
el Evangelio de este domingo, debemos recordar los versículos anteriores a este
texto evangélico.
Una voz grita en el
desierto: "Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos", así
se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de
conversión para el perdón de los pecados. (MC 1,3).
Debemos de recordar que el
padre de Juan fue el sacerdote Zacarías (Lc 1, 5-23). Y su madre, Isabel, era
de la familia de Aarón (Lc 1, 5), la más ilustre de las familias sacerdotales
de Israel. El sacerdocio judío era hereditario, entonces lo lógico es que Juan,
heredero de una familia sacerdotal por los cuatro costados, hubiera sido él
también sacerdote, dedicado al culto religioso del Templo. Juan no se fue al
templo para preparar el camino del Señor, sino que se fue al desierto. Y su
misión nació y comenzó desde el desierto, desde los caminos, desde los campos.
Igual nos cuentan el
Evangelio de hoy de Jesús. Jesús se retiró al desierto, para iniciar también,
un cambio en su vida. El desierto simboliza la ruptura con el estilo de vida
que se lleva. Cuando uno tiene que tomar una decisión importante en la vida,
necesita alejarse de todo aquello que lo puede distraer, en la decisión que se
debe de tomar. En esa soledad, se nos presentarán las grandes contradicciones
que nos quieren impedir continuar escuchando la voz de Dios en nuestra
conciencia, estas contradicciones y tentaciones son las que debemos desechar.
Jesús supo escuchar la voz de Dios y fue su conversión para predicar el
Evangelio.
Jesús ha sido decisivo en la
historia de la humanidad. Lo ha sido, sobre todo, por su forma de entender la
vida, las relaciones humanas, el poder, el valor del dinero, la extraordinaria
importancia de los pobres, los últimos, los que sufren. Y también ha sido
decisivo porque le dio un giro decisivo a la religión y a nuestra idea sobre
Dios (H.Henne).
Quiero decir con todo esto,
que los caminos del Señor, los caminos que nosotros debemos de ir preparando,
no se preparan desde el Templo y las grandes ceremonias del Templo, sino desde
la vida real del entorno que nos ha tocado vivir. Desde nuestra relaciones con
los demás, desde nuestra dedicación a los pobres, marginados, los últimos y los
que sufren. Desde nuestro comportamiento ético en vida social, familiar y
profesional, utilizando el poder para beneficio de todos, creando justicia,
valorando el esfuerzo, el trabajo bien realizado.
Actuando de esta manera,
seremos verdaderos seguidores de Jesús, portadores de su Evangelio, y
constructores del Reino de Dios en la Tierra.
CONVERTÍOS Y CREED EN EL
EVANGELIO. EL EVANGELIO, ES EL CAMINO PARA LA CONVERSIÓN. LEED EL EVANGELIO.
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