DOMINGO DE PENTECOSTÉS. DÍA DEL APOSTOLADO SEGLAR Y DE LA ACCIÓN CATÓLICA

Los obispos de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, ha hecho público un documento con motivo del " Día del Apostolado Seglar y de la Acción Católica ", que se celebra en coincidencia con la solemnidad de Pentecostés. El lema de la jornada de este año, " NO HE VENIDO A SER SERVIDO, SINO A SERVIR " ( Mt 20,28 ).
El escrito de la Comisión subraya que el sacerdocio de los ordenados y el de todos los bautizados, pese a la diferencia esencial que existe entre ellos, es, en realidad, un único sacerdocio, porque procede del sacerdocio de Cristo.

Yo pienso, que para llevar acabo este apostolado debe de existir una gran exigencia de la corresponsabilidad que el Concilio Vaticano II, nos habla.
La corresponsabilidad exige ir avanzando hacia una distribución adecuada de las tareas y responsabilidades en un clima de comunión y complementariedad. Todos, laicos y presbíteros, hemos de ir encontrando nuestro sitio en al comunidad eclesial. No se trata de promover a los laicos para que absorvan tareas que son propias de los presbíteros. Ni tampoco de que los presbíteros lo sigan monopolizando todo, incluso lo que han de hacer los laicos. Corresponsabilidad no significa dejación por parte de los presbíteros, ni trspaso de responsabilidades propias a otros, sino distribución y animación adecuada de todos los Carismas.

Y otra cosa, que quiero destacar, es que el apostolado seglar ha de estar en medio del mundo. Es lo que nos ha recordado el concilio Vaticano II: " La Iglesia está presente en el mundo y con él vive y obra ". Hemos de vivir nuestra adhesión y seguimiento a Cristo en medio de la sociedad. No podemos concebir nuestro apostolado desgajado del mundo, ajeno a los problemas e inquietudes de las gentes, insolidario con la suerte de los pueblos donde vive, sino inserto en los sufrimientos de las personas, compartiendo la vida de todos.

" Los gozos, y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son, a la vez, gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo ".GS, 1