viernes, 15 de enero de 2016

UNIDOS EN LAS ENSEÑANZAS DE LOS APÓSTOLES.

Dice el Evangelio de Marcos 3, 13-19. En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso, y se fueron con él. A los doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges(los truenos), Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, que lo entregó.

Es lógico, que las primeras comunidades cristianas, nacieran de las enseñanzas y el seguimiento de los Apóstoles. La prueba palpable de ello, son las cuatro listas de nombres de los apóstoles que se recogen en el Nuevo Testamento (Mt 10,2-4; Mc 3,16-19; Lc 6,14-16; Hech 1, 13).

Según se desprende de los textos evangélicos, este grupo de apóstoles tuvo durante su vida dos misiones.

La primera está ligada indiscutiblemente al periodo de vida terrenal de Jesús. Según nos dice Marcos en el evangelio, la misión de los apóstoles era en primer lugar ser su compañero, es decir la de estar con Jesús, y anunciar a Jesús, con su predicación.

La segunda misión, y más importante viene después de la vida de Jesús. Pues, tras la ausencia del Maestro, son ellos los que tienen y deben ser testigos del Resucitado.

Según podemos deducir de los estudios del Nuevo Testamento, la Iglesia primitiva no tuvo idea de perpetuar este grupo para siempre. Es verdad, que cuando se suicidó Judas, se reunieron para volver a completar el número de doce, según se recoge en Hech 1, 15-26. Pero posteriormente no se recoge, ninguna sucesión más en el Nuevo Testamentos, libros que fueron escritos a partir de los años 60 después de la muerte de Cristo. Con lo cual, si el tema sucesorio, hubiera sido algo importante en las primeras comunidades, hubiera quedado reflejado en los textos de estas comunidades.

La idea de la sucesión apostólica y del episcopado surgió mucho más tarde, a finales del s.II, llegándose a consolidar en el s.III (J.A.Estrada). Es por lo que se puede afirmar que Jesús, no " ordenó " como sacerdote a los apóstoles.

Bajo el lema: "Destinados a proclamar las grandezas del Señor", celebraremos la semana próxima, del 18 al 25 de enero (festividad de la conversión de San Pablo), la SEMANA DE ORACION POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS.

Las enseñanzas que los Apóstoles, nos transmitieron es la de ser compañeros de Jesús, predicar su mensaje y especialmente ser Testigo del Resucitado. Pero ser Testigo del Resucitado, no es sólo hablar, sino actuar. Y hoy, necesitamos más actuar, que hablar.


Sólo el seguimiento - que es lo que Jesús les pidió a los discípulos - sería capaz de movilizar a la gente para reorganizar una Iglesia más de acuerdo con el evangelio.

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