viernes, 14 de diciembre de 2012

LA FIGURA DE JUAN EL BAUTISTA, CLAVE PARA EL ADVIENTO.


Una  de las grandes figuras del Adviento es Juan Bautista. Juan fue el que preparó el comienzo de la actividad pública de Jesús. Hasta el bautismo de Juan, Jesús había pasado totalmente inadvertido, como un simple y sencillo artesano de pueblo, del que nadie esperaba nada especial. Su familia y sus vecinos lo tenían por un hombre vulgar o incluso por un anormal que había perdido el juicio. Juan Bautista marcó el principio de la genialidad de Jesús.

El movimiento de Juan Bautista duró años. Bastante tiempo después de la resurrección de Jesús, San Pablo encontró en Éfeso un grupo de personas que habían recibido el bautismo de Juan (Hech 19, 1-4). Y de ahí, las frecuentes referencias que hay en los evangelios, indicando que Jesús es más que Juan (cf.Jn 1, 6-8; 15, 26-27; 3, 27-36) (Castillo).

Juan fue sólo el final de una etapa en la Historia de la Salvación. Y el comienzo de otra, la etapa definitiva, la de Jesús. Hasta Juan, la religiosidad estuvo marcada por la Ley y los Profetas. A partir de Juan, se instaura un orden nuevo, que se resume en el proyecto del Reino de Dios(Lc 16, 16). El Reino ya no se basa en templos, leyes, ceremonias, rituales y sacerdotes. Jesús no instituyo nada de eso. El Reino es el proyecto de humanización de todos y para todos, liberándonos de la deshumanización que tanto daño nos hace y que deshumaniza al mundo. El problema está en que hay demasiada gente que prefiere vivir en la etapa anterior al Evangelio, bajo el yugo de la ley, por pesado que eso sea, pero les da seguridad. (Castillo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario