HAN CERRADO LA ESCUELA DE TEOLOGIA DE ÉCIJA

En el pasado mes de Octubre, dos días antes de comenzar el nuevo cursos en la Escuela de Teología de Écija, llegaba a su Dirección la triste y grave decisión de su cierre. Sin más explicaciones a nadie, ni a la dirección de la Escuela, ni a su profesorado, ni a su alumnado. Simplemente esto se ha terminado, sin saber de donde llego dicho ultimatum.

A la fecha de hoy, todos esparamos una respuesta. El malestar se hace patente en toda las esferas eclesiales, parroquias, catequistas, hermandades y cofradias, grupos laicales. Nadie nos hemos atrevido a alzar la voz, entre ellos yo, como profesor de Eclesiología.

Por eso hoy quiero dedicar mi espacio a ese Alumno de la Escuela de Teologia, que si ha sido capaz por el sólo de dirigir una carta al Sr. Vicario Episcopal de la Zona Sr. D. Luis Rebolo, responsable y artífice de que la Escuela de Teologia naciera en Écija.

HAN CERRADO LA ESCUELA DE TEOLOGIA DE ÉCIJA

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y sin dejarme guiar por la rabia y la frustración he querido esperar, escuchar, oír, leer todo aquello que me llegaba y que incluso me preguntaban.

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y no me lo quería creer, no podía ser que un lugar en el que se fortaleció la semilla de mi fe incipiente a base de sopesar las dudas y a sus maestros, a base de estudiar a los críticos, a base de sumergirme en la marejada del pensamiento libre que siempre incomoda, pero que nos hace verdaderamente fuertes, pudiera terminar así su andadura.

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y pienso en aquella recomendación que Fray Carlos Amigo dirigió a sus profesores:”La catequesis, el catecismo… se imparten ya en nuestras parroquias. Vosotros tenéis que esforzaros en exponer, ofrecer y explicarlo todo con la claridad de un Centro de Formación Teológica”…No tratéis de comer “el coco”, ni adoctrinar, sino como nos dijo San Pablo transmitir con toda fidelidad las enseñanzas recibidas de y sobre Jesús de Nazaret”

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y aunque parezca una exageración la Parroquia de Santiago, hoy es un poco más oscura, un poco más antigua, un poco más aislada que es lo peor que nos puede ocurrir a los creyentes.

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y es como si se hubiera cerrado un “trocito de mi alma”, “una habitación” de mi corazón, porque han sido dos años de felicidad, dos años de suspiros cuando acababan aquellas clases magistrales y salía cargado de ideas, de entusiasmo y de bibliografía. Acababan los módulos y aquellos profesores pasaban a ser mis amigos en los correos electrónicos y en los blogs que algunos tenían. Y ese entusiasmo era contagioso porque lo compartía con mi familia y con “mi amor”, y como las ondas suaves de un lago en calma cuando en él se sumerge una piedra, fue creciendo hasta que me depositó en Cáritas.

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y no te echo la culpa Luis, porque estoy convencido que de ti no ha podido nacer esa “idea parricida”, cuando aún el día 16 de Septiembre hacías propaganda en Osuna para que la gente se apuntara y una semana después tu venías con las “llave” que cerraba sus puertas.

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y yo me preguntó por mis compañeros que se han quedado a la mitad, pero no a la mitad de la obtención de un diploma sino a la mitad de descubrir ese rostro de Dios que les ama desde el principio como hijos, hagan lo que hagan. Ese corazón de Dios que ellos pensaban que tenían que conquistar, cuando ya lo tenían en sus manos sin saberlo. Ese Dios que no entendían como pagaba con la misma moneda (todo su infinito amor) al que llegaba a la viña por la mañana como al que llegaba cinco minutos antes de que finalizara la jornada.
También me pregunto por los nuevos, por esos jóvenes de Peñaflor que entusiasmados por las JMJ se apuntaron este año, y que seguramente habrían llenado de alegría y juventud las clases.

Han cerrado la Escuela de Teología…
Y eso me hace sentirme esta tarde en una Iglesia es un poco menos luminosa, un poco menos libre, un poco menos cercana y un poco más temerosa. Una Iglesia que con decisiones como esta se pliega sobre sí misma y cierra las ventanas a ese Jesucristo que debería de estar en el centro, libre, frente a las dudas y frente a los candentes problemas que nos rodean cada día, siempre vivificador, siempre ilusionante no solo para los creyentes sino para todos los hombres de buena voluntad.

Un abrazo Luis

Écija de Octubre de 2011

Antonio Alcaide. Alumno de la Escuela