viernes, 28 de octubre de 2016

¿HALLOWEEN... o DÍA DE TODOS LOS SANTOS?

Es una celebración controvertida, no tanto por lo que pudo ser en sus orígenes sino por el espacio que año tras años se va ocupando en nuestra sociedad.

En nuestra cultura, damos a los dos primeros días de noviembre el significado del "recuerdo, oración y veneración de aquellas personas que no han subido a los altares pero que su vida ha sido un claro ejemplo de santidad; recuerdo y oraciones por nuestros familiares y amigos ya fallecidos", con la convicción de no quedarnos en la muerte, si no en la esperanza de una VIDA que jamás termina, que expresamos según nuestra fe y confianza en esa Vida.

Nos quejamos muchas veces de toda esa "cultura" que nos invade, que muchas veces arrincona o hace olvidar las propias costumbres, nuestra idiosincrasia.

¿Qué hacemos, al respecto de esta celebración de Halloween, si hasta en los colegios se está  inculcando en los niños? ¿No estamos contribuyendo nosotros mismos a ese daño del que luego nos quejamos?

Quizás durante mucho tiempo hemos vivido la festividad de todos los Santos y de los Difuntos, especialmente en el ambiente creyente, resaltando más el hecho de la muerte que la felicidad de la  vida.

Por eso deberíamos preguntarnos ¿qué estamos haciendo para resaltar la cultura de la VIDA?


Posiblemente este descuido de festejar la vida como el don más grande que Dios nos ha dado y que culmina en la muerte del ser humano, es lo que ha podido dar lugar a la proliferación de otro significado de nuestra cultura. Podemos deducir de que nada se produce por casualidad, ni porque sí, siempre hay un "algo" detrás.



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