lunes, 24 de octubre de 2011

NO DEBEMOS CONFUNDIR NUESTROS DEBERES RELIGIOSOS, CON LAS LEYES CIVILES DE TODOS.

Este fin de semana, no ha habido otra conversación, como es lógico que los acontecimientos que tuvieron lugar el pasado jueves día 20, y mucho más en nuestras comunidades cristianas, como reflexión del evangelio del domingo.

Dos noticias nos impactaban de forma inminente, el pasado jueves. Al mediodía, la muerte del ex-presidente libio Gadafi, a las siete de la tarde, ETA nos anunciaba "la renuncia a la lucha armada".

La primera noticia, nos llegaba con unas imágenes espeluznantes, el linchamiento de Gadafi. Imágenes, que las distintas cadenas televisivas, repetían y repetían, como si de un safari se tratara. Con esto, no piensen que estoy defendiendo a Gadafi, no pues yo, no estoy de acuerdo con ningún régimen dictatorial, y mucho menos donde los derechos humanos son pisoteado. Por eso mismo, en función de estos derechos humanos, no se puede linchar a una persona sin tener en cuenta sus derechos, pues lógicamente nos ponemos al mismo nivel que el dictador.

La segunda noticia, era la renuncia de ETA a la lucha armada. Lo primero que me vino a la mente, fueron las imágenes del linchamiento de Gadafi. Esas imágenes, en primer lugar me recordaron el gran proceso y la gran madurez que los españoles hemos tenido, para pasar de un régimen dictatorial a una democracia; donde desgraciadamente, sólo existió el derramamiento de sangre que han causado ETA. La segunda impresión, fue el recuerdo de las 800 víctimas que ETA, al mismo tiempo, la alegría de que posiblemente con el diálogo y el entendimiento, vamos a poder solucionar y caminar juntos.

Ahora bien, la cuestión aquí, está para muchas personas que son creyentes, en el perdón. No podemos perdonar a los asesinos de ETA, por el honor a las víctimas.

Yo pienso ante esto, que no debemos confundir los deberes de nuestra religión con las leyes y decisiones que las autoridades políticas y judiciales deben. No debemos de olvidar, que nuestra sociedad está basada en una leyes, que todos nos hemos dado, para que nuestra convivencia sea la mejor posible, ya que en esa convivencia existen personas que no comparten nuestra creencias religiosas, pero que gracias a esas leyes convivimos en paz. Ahora bien, otra cosa es que nosotros, personas creyentes y con ciertos valores religiosos, convencidas de que este mundo puede ser algo mejor, intentemos construir un mundo más justo y humanado con nuestro estilo de vida.

Para terminar, yo creo que el cristiano debe perdonar,y debemos perdonar hasta la verdadera acogida del hermano, como aprendimos en el evangelio del domingo pasado. Pero, lógicamente este perdón no lleva a que no se apliquen las normas y leyes que todos nos hemos propuesto para nuestra convivencia.

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