viernes, 14 de octubre de 2011

ES TIEMPO DE ESCUCHA, SIN DUDA ALGUNA.

El evangelio del pasado domingo, nos llevó a comprender de que todos estamos llamados al banquete, a la boda.

Una serie de acontecimientos, que van ocurriendo en nuestras Iglesias locales, me hace pensar, que algo esta cambiando.

El pasado día 24 de Septiembre, festividad de Nuestra Señora de la Merced, tuvo lugar en una parroquia gaditana, el bautizo del hijo de una pareja homosexual.

Lógicamente esto puede interpretarse de muchas formas. Como un acto de acogida de una Iglesia, que a fuerza de los vaivenes y cambios sociales, no le queda otra que adaptarse -a su ritmo- al devenir histórico. O cómo el día a día de las bases eclesiásticas, las que están en contacto con sus feligreses, demuestran que la institución acepta a todos sus 'hijos', aunque a veces cueste.

Por otro lado la Igleisa Asturiana aboga por atraer a divorciados, separados y homosexuales, así quedó ayer de relieve en la segunda ponencia del Sínodo que se celebra en el Seminario de Oviedo, titulada «Familia y vida: ámbito del caos y de la esperanza».

Acontecimientos como esto, me llenan de alegría, pues veo que la Iglesia abre sus brazos a los alejados, a los que en un momento de nuestras vidas, no supímos escuchar.

El evangelio del domingo pasado nos recordó, que todos estamos llamados al banquete.

ES TIEMPO DE ESCUCHA, SIN DUDA ALGUNA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario