El próximo domingo 27 de
Noviembre, comenzamos el tiempo de adviento y a la vez un nuevo año
litúrgico. El Año litúrgico o calendario litúrgico es el ciclo de las
celebraciones litúrgica que durante el año la Iglesia cristiana lleva acabo y
que determina cuándo se celebran las fiestas, memoriales, conmemoraciones y
solemnidades y qué trozos de los libros bíblicos deben ser leídos.
El año litúrgico, por lo
tanto no coincide con el año civil. Sino que este empieza cuatro semanas antes
de la Navidad. A este tiempo de cuatro semanas se le llama ADVIENTO. “Adviento”
significa: “venida, llegada”.
Estas cuatro semanas están
pensadas para que los cristianos nos preparemos para conmemorar la venida de
Jesús al mundo.
Y ¿de qué se trata esto?
En primer lugar se trata de
ir pensando que el día de Navidad recordaremos que Dios, en Jesús, se hizo
presente en la historia de la humanidad. Y que desde el mismo instante en que
Dios entra a formar parte de la historia de la humanidad en la persona de
Jesús, esto debe de desencadenar en nosotros los seguidores de Jesús, una nueva
forma de entender la religión y la vida.
La religión con Jesús no
está en los templos solamente, sino que la religión con Jesús está y debe de
estar presente en el mundo. Y en la vida siendo testigos de la esperanza que
vamos a recibir en Él, actuando con honradez y responsabilidad en todos los
ámbitos sociales.
El Adviento, debe de suponer
también para nosotros una preparación para la llegada al realismo de Jesús.
Estamos viviendo unos momentos difíciles a todos los niveles, especialmente en
el económico. Posiblemente en estas fechas, seremos algo más esplendidos en
nuestro quehacer caritativo, olvidándonos de todo ello cuando pase la
festividad de los reyes magos. Es verdaderamente está, la realidad que Jesús nos
va a pedir.
Por eso deberíamos
preguntarnos en este Adviento: - ¿Es posible contagiar la fe en este mundo, sin estar
nosotros en el mundo?,- ¿Es posible llevar el Evangelio al mundo, ignorando los
pensamientos, los sentimientos de los hombres y mujeres que nos rodean en este mundo?,
- ¿No es un error, dar respuestas de otros tiempos y momentos?
Invitemos en nuestras
parroquias, comunidades, hermandades, a nuestros hermanos a vivir el Adviento.
Lleguemos todos unidos a la Navidad, recibamos todos esa Navidad, como una
revolución de valores.
Que también este domingo no
sea solo la apertura al año litúrgico, sino la continuación en la vivencia de
la Iglesia de ese año litúrgico.
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