Con ocasión de celebrarse en el año 2015 los 200 años del
nacimiento de San Juan Bosco, fundador de los Salesianos, se ha querido que una
reliquia de D. Bosco visite todas las casas de la Congregación, que está
presente en 130 países. Esta iniciativa comenzó en abril de 2009, año en el que
se celebró el 150 aniversario de la fundación de la Congregación Salesiana.
Hasta el momento ha pasado por numerosos países de América, Asia, Oceanía y
África, donde trabajan los Salesianos.
Este fin de semana la urna con la reliquia de D. Bosco
llegará a Sevilla, y permanecerá varios días por los distintos sitios
salesianos de la provincia.
Desde hace meses, las Obras Salesianas se vienen preparando
para este acontecimiento. La reliquia, un hueso del brazo derecho de San Juan
Bosco, viene dentro de una réplica exacta de la estatua yacente de Don Bosco
que se encuentra en la Basílica de María Auxiliadora en Turín (Italia).
Es verdad, que las religiones tienen el peligro de mirar más
hacia atrás (a sus tradiciones, a su historia pasada..) que a la voz, al grito,
de los acontecimientos de cada día. La veneración de las reliquias de un santo,
para muchas personas y especialmente para muchos jóvenes, hoy en día, no tenga
sentido y sea como volver a tiempos pasados de nuestra religiosidad.
Por eso, es conveniente que actualicemos el concepto de la
veneración de las reliquias. El Concilio Vaticano II de acuerdo con la
tradición, nos dice: “la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imágenes
y sus reliquias auténticas".
Esta práctica de religiosidad popular, lo que nos debe es de
llevar a recordar a esa persona,
recordar su paso por nuestro mundo, su estilo de vida, lo que hizo, lo
que sufrió, recordar su fe, sus valores, su humildad y trabajo, y también su
muerte.
Aprovechemos este acontecimiento que, finalizará a finales
de noviembre, coincidiendo con el año de la meditación sobre la fe que
Benedicto XVI proclamará dentro del proceso de la nueva evangelización, para
renovar personal y comunitariamente nuestro compromiso en la evangelización
junto al caminar de la Iglesia universal. Y lógicamente, aprovechemos todos los
miembros de esta gran Familia Salesiana, este acontecimiento, para renovar
nuestro espíritu salesiano, de manera que nos lleve a seguir trabajando al lado
de los jóvenes, con el mismo amor que D. Bosco y que el testimonio de D. Bosco
fortalezca nuestro deseo de ser fieles a Él. Ya que, conocer más la figura de
Don Bosco, despertara en nosotros, la ilusión por “volver a Don Bosco y a los
jóvenes”, movilizar y sensibilizar a la familia salesiana, para continuar el
camino de preparación hacia el 2015.
D. Bosco nos decía:" que entre vosotros jóvenes, es
donde me encuentro bien..", que la visita de D. Bosco este llena de
vosotros jóvenes y de nosotros con nuestro espíritu joven.
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