viernes, 12 de agosto de 2011

A REYES Y ROCIO HERMANAS EN LA FE.

Escribía Santa Ángela en 1925:

"Y después de los cien años, la persona que vea una Hermana de la Cruz pueda decir: Se ve a las primeras, el mismo hábito exterior y el mismo interior; el mismo espíritu de abnegación, el mismo de sacrificio... Son las mismas, la providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su reposo”.

Mi post de hoy, lo quiero dedicar a dos niñas maravillosas, y a sus amigas que presedieron; y con las cuales durante muchas mañanas compartí la Eucaristía diariamente en el Convento de las Hermanas de la Cruz de Écija.

A tí Reyes y Rocio, os dedico esas palabras que Santa Ángela decía. Mañana sábado, a las diez de la mañana, os tendré presente en mis oraciones, pero especialmente os tendré presente en mi felicidad, que es el reflejo de vuestra felicidad en la toma vuestro hábito.

Espero que mañana, vuestro rostro lleno de felicidad, sea un impulso más para Uds y para nosotros en el verdadero compromiso por la construcción del Reino de Dios. Ser sal en el mundo, testimonio de desprendimiento, de pobreza, de humildad, de vida religiosa íntegra y coherente.

Saludos de vuestro Amigo Rafa

"La pobreza, llevada a su mayor perfección, pone al alma en una desnudez tan completa de lo terreno, que parece que no toca con los pies a la tierra". (Santa Ángela, Carta anual de 1916)




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