Continuando con el post del pasado jueves, el evangelio continuá narrandonos que inmediatamente después del enfrentamiento con Pedro (Mt 16,21-23), Jesús hace el anuncio de cómo entiende él la vida y el destino de todo el que pretenda pasar por este mundo con coherencia y fidelidad al proyecto del Hijo de Dios, que es "la plenitud del ser humano". Se trata de una vida que se caracteriza por el hecho extraño y espantoso de ir cargado con una cruz (Castillo).
Esto de ir cargado con una cruz, posiblemente ha sido la más equivocada de las interpretación que se ha hecho del programa y del mensaje de Jesús. Tanto es así, que hemos transmitido y seguimos transmitiendo, que el Dios de Jesús quiere y le agrada que, nosotros los humanos pasemos la vida privándonos de todo lo que nos agrada, como la mejor manera de poder llegar a Él y de construir el Reino en la tierra.
Como es lógico, si esto fuera así, sería la peor agresión contra cualquier ser humano. pero sería, además una agresión brutal contra Dios. Porque un dios así, no sería un Padre, sería el más violento de todos los tiranos (Castillo). Esto es lo que posiblemente a mucha gente ha hecho irse de la Iglesia y abandonar sus creencias religiosas. Porqué para algunos no sólamente hemos creado una cruz, sino una gran piedra de molino, que la criatura no ha podido el sólo levantar.
Cargar con la cruz, no es castigarse, ni castigar a nadie, ni andar por la vida con sufrimiento y haciendo sufrir a los demás. Cargar con la cruz, es ir haciendo felices a los demás, siendo honrado y humano, como lo fue Cristo. Y disfrutando de todo lo que Dios nos ha dado
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