sábado, 21 de mayo de 2016

EVANGELIO DOMINGO 22 DE MAYO DE 2016. SANTÍSIMA TRINIDAD. JORNADA PRO ORANTIBUS. “Contemplad el rostro de la misericordia”

Evangelio según San Juan 16, 12-15

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
- «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará».

COMENTARIO.-

Hoy domingo celebramos el dogma de la Santísima Trinidad. Este dogma quedó fijado en el Iglesia el año 381, en el concilio primero de Constantinopla.

Si realizamos una lectura profunda de los Evangelios, podremos observar dos cosas. Primera; que en los evangelios no encontramos una definición de Dios. Solamente en la carta de Juan se nos dice que Dios es amor. Segunda que Jesús, no se ocupa de ofrecer una doctrina de Dios, como a lo largo de los tiempos los teólogos han llevado acabo sobre el misterio de la Trinidad. He de recordar que solo al final de los evangelios de Marcos 16, 15-16 y Mateo 28, 18-20 se bautiza en el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Que quiero decir con esto, que el contenido del misterio de la Trinidad, tal como quedó definido en los concilio de Nicea y Constantinopla, no está en el Nuevo Testamento. En él no se dice que existan tres personas divinas, unidas en un solo Dios.

En el Nuevo Testamento lo que aprendemos es la fe en Dios como Padre, en Jesús como Hijo, y en el Espíritu Santo. Lo que nosotros conocemos en los Evangelios es el Dios Padre de bondad amorosa. Este Padre se ha dado a conocer en un ser humano, Jesús, al que se le denomina el Hijo. Y finalmente, este Dios actúa en el mundo y en la historia en la fuerza del Espíritu Santo.

Nosotros en el Espíritu de Dios y en función de los signos de los tiempos debemos de marcar los caminos para seguir siendo fieles al Dios Padre de Jesús.

VIVAMOS EL MISTERIO DE DIOS EN JESÚS. DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO.

No quisiera terminar mi reflexión de hoy, sin dedicar mi último pensamiento a la vida contemplativa. Hoy también celebraremos, bajo el lema “Contemplad el rostro de la misericordia”, lo que conocemos como la " Jornada pro Orantibus ", jornada dedicada a la oración por cuantos en la Iglesia se han consagrado a la vida contemplativa.

A lo largo de la historia de la Iglesia, el Pueblo de Dios, ha ido configurando una serie de carismas y espiritualidades en órdenes religiosas, cuyos miembros han deseado un objetivo común, dedicar formalmente su vida a Dios. Espiritualidades, que nacieron en una mentalidad, de un tiempo concreto y que posiblemente hoy en día, muchos no le encuentran sentido, ni comprenden.

Pero que con su existencia, nos invitan en primer lugar a reconocer el valor de la oración, que el mismo Jesús practicaba en las madrugadas o en las noches para ponerse a la escucha de cuanto le Padre le decía; y en segundo lugar nos invitan a la adoración eucarística, presencia real de Jesucristo en el sacramento.

Es verdad, que nuestros conventos están mermados en número y altos en la edad de las personas que los habitan. Esto nos hace pensar obsesionadamente en su futuro y pedimos a Dios nuevas vocaciones. Lo cual, me parece correcto. Pero creo, que también debemos aprovechar esta jornada para dejarnos iluminar por el Espíritu Santo, y hacer una lectura más profética de nuestro horizonte y preguntarnos:

- ¿ Qué caminos está tratando de abrir hoy Dios para encontrarse con sus hijos e hijas en esta sociedad ?

- ¿ Qué llamadas está haciendo Dios a la Iglesia de hoy para transformar nuestra manera tradicional de pensar, vivir, celebrar y comunicar la fe, de modo que propiciemos su acción en la sociedad moderna ?


Mientras el Espíritu nos ilumina, hermanos nuestros han decidido dedicar su vida a la contemplación. Forman parte del Pueblo de Dios y por lo tanto es justo, que nosotros dediquemos el domingo además de comprender el Misterio de la Trinidad a orar en favor de ellos, como expresión de reconocimiento, estima y gratitud. Además de aprovechar el Domingo para visitar algún convento de clausura.

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