Evangelio según san Lucas 9,
28b-36.
En aquel tiempo, Jesús cogió
a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y,
mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de
blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que,
apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se calan de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y
a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a
Jesús: - «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti,
otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía. Todavía estaba
hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la
nube. Una voz desde la nube decía: - «Éste es mi Hijo, el escogido,
escuchadle.» Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron
silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que hablan visto.
COMENTARIO.-
La liturgia de este segundo
domingo de cuaresma, nos sitúa ante la Transfiguración de Jesús, también
podemos decir de la Iglesia, representada por Pedro y sus dos compañeros.
La transfiguración del
Señor, es un acontecimiento que está narrado en los evangelios sinópticos, en
Mt 17, 1-6; Mc 9, 1-8 y Lc 9, 28-36. La Iglesia recuerda este hecho (cuya fecha
no está confirmada y verificada) el 6 de agosto y el segundo domingo de
cuaresma.
Debemos tener presente al
leer este pasaje evangélico; que los evangelios se escribieron 50 o 60 años
después de la muerte de Jesús y lógicamente bajo la experiencia religiosa
vivida por los apóstoles y del resucitado en las primeras comunidades. Por eso
es imposible saber con seguridad lo que, en este episodio, hay de historia real
o de experiencia religiosa. En todo caso, lo que debemos es sin duda alguna
extraer alguna enseñanza.
La primera enseñanza que
debemos sacar es la importancia, que para Jesús tiene la ORACIÓN como fuente de unión con el Padre. Esto
intenta enseñárselo también a sus discípulos, por eso nos dice el evangelio:
" Jesús se llevó a Pedro, a Juan y A Santiago a lo alto de una montaña
para orar”. El evangelista, nos quiere hacer ver la importancia de la oración
en Jesús, de forma que está lo transfiguraba. Es decir, realizaba en él un
cambio de forma de modo tal, que revela su verdadera naturaleza. Jesús revela
el Dios del Amor, Moisés representa el Dios de la Ley. Jesús es la
transformación de lo antiguo a lo nuevo. Esa armonización de lo antiguo a lo
nuevo está reflejada en la voz de Dios: " Éste es mi hijo, el escogido;
escuchadle”. Quedando más claramente explicado después por el evangelista en la
expresión: " Jesús se encontró sólo”. Ósea, que sólo el seguimiento de
Jesús es lo que basta.
La segunda enseña, que
debemos extraer, de este pasaje evangélico y de la fiesta que celebramos hoy,
es si nuestra oración nos transfigura también como a Jesús.
Hay personas que le da más
importancia a las leyes religiosas, al templo, al culto religioso, a las
imágenes, a los sacerdotes, al papa, olvidándose que lo determinante en nuestra
vida es Jesús, y el seguimiento a Jesús, ya que él es la luz y el motor de
nuestra vida. Solo él.
También la Iglesia como
pueblo, debe escuchar a Jesús, y sentirse llamada a la transfiguración, e
invitada a salir de su conformismo, romper con un estilo de vida que sea ha ido
conformando con los tiempos y empezar a abrirse y estar atenta a la
interpelación que nos llega de los signos de los tiempos.
PASA EL EVANGELIO, COMO
FUENTE DE TRANSFIGURACIÓN. PÁSALO.
me gusto me ayudo en mi tarea pero lo que le falta es el dibujo, los personajes y una oración eso seria todo de resto esta bien XD :*
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