viernes, 17 de junio de 2011

JORNADA PRO ORANTIBUS

"Lectio Divina: un camino de luz” es el lema escogido este año para la Jornada Pro Orantibus, el Día de la Vida Consagrada Contemplativa que tendrá lugar el próximo domingo 19 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad.

El objetivo de esta Jornada es sensibilizar sobre el valor de la Vida Contemplativa, cuyos miembros se consagran enteramente a Dios por la oración, el trabajo y el silencio. En su exhortación apostólica portsinodal Verbum Domini, el Papa Benedicto XVI ha recordado que “la gran tradición monástica ha tenido siempre como elemento constitutivo de su propia espiritualidad la meditación de la Sagrada Escritura”.

A lo largo de la historia de la Iglesia, el Pueblo de Dios, ha ido configurando una serie de carismas y espiritualidades en órdenes religiosas, cuyos miembros han deseado un objetivo común, dedicar formalmente su vida a Dios. Espiritualidades, que nacieron en una mentalidad, de un tiempo concreto y que posiblemente hoy en día, muchos no le encuentran sentido, ni comprenden.

Pero que con su existencia, nos invitan en primer lugar a reconocer el valor de la oración, que el mismo Jesús practicaba en las madrugadas o en las noches para ponerse a la escucha de cuanto le Padre le decía; y en segundo lugar nos invitan a la adoración eucarística, presencia real de Jesucristo en el sacramento.

Es verdad, que nuestros conventos están mermados en número y altos en la edad de las personas que los habitan. Esto nos hace pensar obsesionadamente en su futuro y pedimos a Dios nuevas vocaciones. Lo cual, me parece correcto. Pero creo, que también debemos aprovechar esta jornada para dejarnos iluminar por el Espíritu Santo, y hacer una lectura más profética de nuestro horizonte y preguntarnos:

- ¿ Qué caminos está tratando de abrir hoy Dios para encontrarse con sus hijos e hijas en esta sociedad ?.

- ¿ Qué llamadas está haciendo Dios a la Iglesia de hoy para transformar nuestra manera tradicional de pensar, vivir, celebrar y comunicar la fe, de modo que propiciemos su acción en la sociedad moderna ?.

Mientras el Espíritu nos ilumina, hermanos nuestros han decidido dedicar su vida a la contemplación. Forman parte del Pueblo de Dios y por lo tanto es justo, que nosotros dediquemos el domingo a demás de comprender el Misterio de la Trinidad a orar en favor de ellos, como expresión de reconocimiento, estima y gratitud. Además de aprovechar el Domingo para visitar algún convento de clausura.

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