viernes, 15 de abril de 2011

REFLEXIÓN PARA LA SEMANA SANTA

No está de más que en estos días, independientemente de cómo y dónde los vivamos, dediquemos algunos minutos al día durante esta semana, para profundizar en el sentido de lo que como cristianos celebramos.

Celebrar la Semana Santa es muchos más, o debe ser; muchos más, que recordar el sufrimiento y el dolor de Nuestro Señor Jesucristo, y reunirnos para actos celebrativos y desfiles procesionales.

Pues todo ello, es inútil, si no tratamos de revivir hoy a Cristo que cambia los esquemas humanos y que nos señala una nueva forma de la existencia. Como nos recuerda el Apóstol San Pablo, " Procurad tener los mismos sentimientos que Cristo... "( Flp.2, 5). Y tener esos sentimientos de Cristo, es ver el drama del hombre, que actuando como tal, se rebajo hasta la muerte y muerte de cruz. Tener los mismos sentimientos, es abrazarnos a la cruz de la vida, sabiendo defender el derecho a la vida de todos los seres humanos nacidos y concebidos y no nacidos; es abrazar la cruz que ya hace dos mil años proclamo todos los derechos de la humanidad; abrazar la cruz es defender la dignidad de todos los marginados; abrazar la cruz es defender la justicia, es dar de comer al hambriento y de beber al sediento, de vestir al desnudo y de llevar el consuelo al enfermo, abrazar la cruz es llevar la felicidad, el amor y la paz que Jesús nos enseñas.

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