viernes, 5 de diciembre de 2014

¡PREPARAD, EL CAMINO DEL SEÑOR! VUELVE AL DESIERTO.

Para comprender el evangelio del próximo domingo, es conveniente que nos detengamos un poco en la figura de Juan el Bautista. Porque para entender, cuál será la misión de Jesús, es importante empezar por Juan Bautista, que tuvo la misión de "preparar los caminos del Señor" (Mc 1, 3; Is 40, 3).

El padre de Juan fue el sacerdote Zacarías (Lc 1, 5-23). Y su madre, Isabel, era de la familia de Aarón (Lc 1, 5), la más ilustre de las familias sacerdotales de Israel. El sacerdocio judío era hereditario, entonces lo lógico es que Juan, heredero de una familia sacerdotal por los cuatro costados, hubiera sido él también sacerdote, dedicado al culto religioso del Templo.

Sin embargo, Juan no se fue al templo a formarse como sacerdote, sino que se fue al desierto (Lc 1, 80). Y su misión nace y comienza desde el desierto, desde los caminos, desde los campos.

Que quiero decir con todo esto que los caminos del Señor no se preparan desde el Templo y las ceremonias del Templo, sino desde la vida profética de un hombre del desierto.

Esta debe de ser nuestra misión en este adviento, " Prepararnos, para poder preparar el camino al Señor ", pero no desde los Templos y desde las celebraciones religiosas; sino desde las plazas, las calles, nuestros lugares de trabajo, nuestros sitios de ocio.

¿ES POSIBLE PREPARAR EL CAMINO AL SEÑOR DESDE NUESTRA FAMILIA, NUESTRO GRUPO DE AMIGO, DESDE NUESTRO LUGAR DE TRABAJO, DESDE NUESTROS SITIOS DE OCIO?


Un camino apasionante nos espera, abróchate bien tus zapatos para dejar las huellas de la alegría del que camina en busca de la Buena Noticia, Jesús.

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