La verdad que, nos
encontramos como todos los finales de años, ante un fin de AÑO lleno de
celebraciones que no nos da tiempo a pensar en todo.
Comenzamos el pasado domingo
con la fiesta de la familia, para continuar mañana con el primer día del año 2015.
Primer día del año civil, « ¡Año Nuevo!», y la Jornada Mundial por la Paz,
fiesta, ésta última, que aunque originalmente es una iniciativa eclesiástica
católica, ha alcanzado una notable aceptación en la sociedad, gozando ya de un
cierto estatuto civil. Litúrgicamente, también mañana es la fiesta de «Santa
María Madre de Dios»; también la «octava [los ocho días] de Navidad» y por
tanto el recuerdo de «la circuncisión de Jesús», celebración judía que se
celebraba al octavo día del nacimiento del niño, y en la que se le imponía el
nombre. Pero bueno, vamos con tranquilidad haciendo una pequeña reflexión de
todo ello durante estos días.
Dediquemos hoy nuestra
reflexión a las 48 Jornadas Mundial de la PAZ, bajo el lema: “NUNCA MÁS
ESCLAVOS, SINO HERMANOS”, celebraremos mañana. El tema quiere dar continuidad
al mensaje del 2014 dedicado a la fraternidad: "La Fraternidad, fundamento
y camino para la paz".
El Papa Bergoglio comienza
recordando que al comienzo de un nuevo año, que recibimos como una gracia y un
don de Dios a la humanidad, desea dirigir a cada hombre y mujer, así como a los
pueblos y naciones del mundo, a los jefes de Estado y de Gobierno, y a los
líderes de las diferentes religiones, sus mejores deseos de paz, que acompaña
con sus oraciones por el fin de las guerras, los conflictos y los muchos sufrimientos
causados por el hombre o por antiguas y nuevas epidemias, así como por los
devastadores efectos de los desastres naturales.
“Rezo de modo especial –
escribe el Santo Padre –para que, respondiendo a nuestra común vocación de
colaborar con Dios y con todos los hombres de buena voluntad en la promoción de
la concordia y la paz en el mundo, resistamos a la tentación de comportarnos de
un modo indigno de nuestra humanidad. (María Fernanda Bernasconi - RV).
En su mensaje el Papa
denuncia que aún hoy “hay millones de personas -niños, hombres y mujeres de
todas las edades- privados de su libertad y obligados a vivir en condiciones
similares a la esclavitud”. Todo ello a pesar de que la esclavitud, considerada
“crimen de lesa humanidad”, está oficialmente abolida en todo el mundo. El
Pontífice pide un “compromiso común” para solucionar el problema, ante el que a
veces “tenemos la impresión de que todo esto tiene lugar bajo la indiferencia
general”.
En el mundo contemporáneo,
son múltiples los abominables rostros de la esclavitud: el tráfico de seres
humanos, la trata de los migrantes y de la prostitución, el trabajo esclavo, la
explotación del hombre por el hombre, así como la mentalidad esclavista
respecto de las mujeres y los niños. Como forma para combatir esta plaga social
el Santo Padre propone reconocer la inviolable dignidad de toda persona humana.
Mensaje del Papa Francisco
para la celebración de la XLVIII Jornada Mundial de la Paz. http://www.conferenciaepiscopal.es/index.php/jornada-mundial-por-la-paz/4178-mensaje-del-santo-padre-francisco-para-la-celebracion-de-la-xlviii-jornada-mundial-de-la-paz.html
FELIZ AÑO 2015.
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